Víctor De Abreu (@Vicdeabreu)
Son contadas las especulaciones ante cada partido de
La Vinotinto con respecto a la alineación titular, pues cada aficionado,
periodista y persona vinculada con el fútbol nacional tiene su jugador y su
alineación preferida.
Sin embargo, y por razones obvias, es imposible
complacer a todos, pues al final de cuentas, es el Cuerpo Técnico -ese que está
viendo día a día el desempeño de sus jugadores- quien considera cuál es el
jugador ideal, cuál es la alineación que considera correcta y cuál será el
esquema más apropiado para enfrentar a cada rival.
¿Debe jugar Cíchero?, ¿Por qué no juega Christian Santos?,
¿Debe repetir Vizcarrondo? Eso solo lo sabe el DT. Sin embargo, me gustaría que
nos detuviéramos en el esquema del equipo, más allá de la alineación y del
desempeño individual de cada jugador.
Johan Cruyff es uno de los principales promotores del
4-3-3, dada su versatilidad y equilibrio, tanto en situaciones ofensivas como
defensivas, así como su capacidad de distribuir responsabilidades individuales
en cada situación de juego.
No es casual que el esquema más utilizado por los
grandes equipos sea el 4-3-3 (o su variante más conservadora: el 4-5-1). No son
pocos los técnicos que se han percatado de que la versatilidad de los jugadores
y el sacrificio te permite, implementando el esquema de forma coordinada, tener
más jugadores a la hora de atacar y más jugadores a la hora de defender.
Para ello requieres de un jugador con buen despliegue
defensivo y dos interiores que apoyen a ese volante cinco. La función de este
triángulo sería acumular la mayor cantidad de mediocampistas a la hora de
querer recuperar el balón con rapidez y acompañar al ataque en situación
ofensiva, cumpliendo labores creativas.
En el caso del Real Madrid, la función de recuperador
la alternan Kroos y Modric, siendo el alemán quien se sacrifica con mayor
frecuencia. En el FC Barcelona, Busquets y Mascherano se rotan según la
situación y las emergencias que viva el equipo. En ambos casos, los interiores
apoyan al volante cinco en situación defensiva y colaboran con los extremos en
situación de ataque.
¿Cómo podría trasladarse esto a la selección? El
desempeño de Franklin Lucena ante Paraguay –y su buen momento en Colombia- reafirmó
que puede ser un activo útil a la hora de “tapar huecos” en distintas
posiciones (Como central, como volante cinco y como lateral derecho). Y quizás
su lugar en este esquema sería como volante recuperador.
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| Venezuela en defensiva |
El de Acarigua podría desempeñarse como 5, acompañado
de Luis Manuel Seijas y Tomás Rincón como interiores. Tanto el del Génova como
el del Independiente de Santa Fe tienen la capacidad de cerrarse en situación
defensiva, formando un bloque sólido de tres recuperadores, y tienen el talento
y la calidad como para acompañar al ataque en situaciones donde la selección
tenga más la pelota, tal como ocurrió en la mayor parte del partido ante
Paraguay.
Jeffren Suárez y su acompañante por el costado
izquierdo (bien sea Ronald Vargas, Maestrico González o Juan Falcón) tendrían
la responsabilidad de recogerse en situación defensiva, formando un 4-5-1 que
permitiría acumular más jugadores en la mitad de la cancha y recuperar rápido.
Así, en situación de ataque, el ex FC Barcelona y su
compañante tendrían la libertad de acompañar a Salomón Rondón en la delantera,
restándole cargas al del West Bromwich como delantero y dejando atrás su ya constante
soledad como 9.
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| Venezuela en ofensiva |
Está claro que
esto requerirá, no solo de mucho sacrificio por parte de Jeffrén y de quien
juegue por el costado izquierdo, sino de mucho trabajo para que exista
equilibrio en ambas situaciones. Pero lo cierto es que el mejor desempeño de La
Vinotinto ha sido cuando utiliza el talento de sus mediocampistas a su favor
(el 4-5-1 de la era de Richard Páez) y capitaliza el potencial de sus
delanteros. Hasta ahora, esto no ha sido posible jugando con dos delanteros,
por lo que sería óptimo probar con algo distinto.
Quizás sea tarde para evaluar esta posibilidad, pero
no es decartable que se considere como alternativa de cara a esta larga
eliminatoria.
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