Ads (728x90)

Las revanchas en el fútbol siempre tendrán un espacio en la vida de un jugador. Los errores extradeportivos que un futbolista comete permiten ser resarcidos con logros. Christian Cueva, pese a los detractores, hoy está en el ojo de toda la Copa América.

Foto: Reuters

Luis Gonzáles (@Luchvr

Perú está en las semifinales de la Copa América. Enfrentará a Chile, el anfitrión, en uno de esos históricos y clásicos partidos. El local es favorito y quien acaba de eliminar a Bolivia es, como en el 2011, una de las revelaciones del torneo. Entre los principales valores de la Selección peruana se encuentran Carlos Zambrano, Jefferson Farfán, Carlos Lobatón, Claudio Pizarro y ­­­­­­­­­­­­­-por supuesto- Paolo Guerrero. Pero es innegable tener que sumar a un nuevo valor. Alguien que con su 1,69 m. que está en boca de todos. Hoy, todos preguntan por Christian Cueva.

El ocho de Perú en la Copa nació en Huamachuco, una ciudad del norte peruano, hace 23 años. Su padre le enseñó a jugar fútbol y dio pie a su carrera al hablar con uno de los entrenadores de las filiales de la Universidad San Martín de Porres en La Libertad, para que le permitiera rendir pruebas. Así, el club lo llevó a sus instalaciones principales en Lima, para que comience a entrenar.

Su debut profesional fue en julio del 2008, con solo 16 años, frente a la Universidad César Vallejo. Víctor Rivera, entrenador del equipo en ese momento, le dio la oportunidad. “Con una camiseta más grande que él y cortada en los extremos para que le entalle, ingresó al campo”, reveló el técnico en una entrevista. Cueva siempre comenta que “en el fútbol, mi papá es Victor Rivera” por ser siempre su principal consejero. Por sus facultades técnicas, inició como volante o extremo, pero en el paso de Ángel Cappa por la institución, fue ubicado de enganche.

Tras casi cinco temporadas y veinte goles en el equipo ‘santo’, fichó en el 2012 por la César Vallejo. Por problemas de indisciplina, jugó apenas media temporada. Al siguiente año, arregló con la Unión Española de Chile.

Perú-Chile-España-Perú

El club de Santa Laura, al mando del ‘Coto’ Sierra, salió campeón esa temporada. Christian jugó varios minutos del campeonato y lo hizo de media punta, por detrás de Patricio Rubio, goleador del equipo con ocho anotaciones. Ganar el torneo chileno, le abrió las puertas del Rayo Vallecano español y en agosto, se unió a las filas del equipo de Paco Jémez.


Cueva y su debut frente al Altético de Madrid. (Foto Rayoherald.com)

“Mi sueño siempre fue jugar en España”, cuenta Cueva. Rivera, su padre deportivo, también piensa igual, por lo que Christian no dudó en viajar a Euripa. Durante su presentación, dejó entrever que estaba muy feliz de llegar a la Liga, pero una frase marcó la conferencia: “Que el Rayo tenga los colores de mi país me motiva. Me inspira más el poder estar acá”.  Así, su debut oficial en la liga española se dio al final de la temporada 2013/14. Ingresó a los 60’ en la derrota del Rayo frente al Atlético de Madrid, en el Vicente Calderón, usando la camiseta 27.



Pese a lo prometedor de su fichaje no tuvo muchos minutos de juego y tampoco fue tomado en cuenta en el primer equipo. Relegado a jugar en la filial, apenas participó y marcó. Sin fortuna, arregló su desvinculación con el equipo de Vallecas y volvió a Perú para jugar en Alianza Lima.

En su retorno a Perú, cayó como anillo al dedo en su nuevo club. Desde su primer partido no dejó de impresionar con su juego y desequilibrio. Cuando su puso la camiseta blanquiazul por primera vez, el año pasado, cogió la ocho. Este año, sin meditarlo, recibió la diez. ‘Aladino’ como lo apodan sus compañeros, fue ficha clave para el equipo del uruguayo Guillermo Sanguinetti. 


Cueva se ganó la titularidad en Alianza Lima desde el inicio. (Foto Depor)

La blanquirroja y las críticas

“Todos tiene las puertas abiertas de la Selección”, dijo Gareca en su presentación como nuevo entrenador de la Selección de Perú. Con sus casi 20 goles en ocho meses, la oportunidad y convocatoria apareció.

Pero, pese a todo, aún era desistido. En los últimos meses, dos incidentes marcaron y afectaron al buen rendimiento que venía mostrando.

El terrible inicio de Alianza Lima en la última Copa Libertadores produjo un malestar en los hinchas. La eliminación temprana frente a Huracán produjo las dudas sobre Sanguinetti y todo su equipo. Es más, integrantes de la barra oficial ingresaron a los entrenamientos y agredieron a varios jugadores como forma de reclamo.

Tras haber perdido 0-4 con ‘El Globo’, hinchas se acercaron a Christian y otros dos jugadores para increparles la derrota. Los futbolistas no tomaron a bien los reclamos y los agredieron. Este fue el primer incidente. Pero su imagen se vio aún más afectada.

En una de las primeras fechas del Apertura, frente al Real Garcilaso, Cueva protagonizó uno de los hechos más vergonzosos del año. Al término del partido, Alianza Lima terminó con seis jugadores y el entrenador, expulsados. Entre ellos, el pequeño diez. En su afán de reclamarle al árbitro, lo empujó con el cuerpo y le bajó la mano cuando iba a expulsar a un jugador más. Por esto, Cueva también vio la roja. El técnico acabó ingresando al campo para protestar airadamente contra el referí, lo que significó su último partido y posterior renuncia. Los implicados recibieron hasta seis fechas de suspensión y todo esto a días de la Copa América.

Gareca presentó la lista preliminar para el torneo y Cueva estaba convocado.

Cambio en la Copa

Las críticas no se hicieron esperar. Desde “no sabe jugar” hasta “es un indisciplinado y mediocre”. Quien escribe también discrepaba con su convocatoria (¿Se imaginan que empujase a un árbitro y no dejara que saque una tarjeta?). El técnico argentino intuyó las molestias de la opinión pública y respondió: “La disciplina la manejo yo, con la interna de mi equipo”. Hoy podríamos decir que muchos nos equivocamos con Cueva.

La experiencia del ex-Vélez ha influido notablemente en el equipo peruano y una muestra es la actitud de Christian Cueva, hoy, una de las figuras del cuadro inca. “Gareca siempre está al lado de los jugadores. Conversa mucho con nosotros”, contó hace unos días.

Ese es Cueva, Christian, ‘Cuevita’ o Aladino para quiénes hoy preguntan por él. Es titular indiscutible en la Copa América y, posiblemente, en las Clasificatorias. La banda izquierda estable su posición y puesto. En defensa, ha cumplido con creces (basta ver el duelo que tuvo con Cuadrado en el Perú-Colombia). Practica mucho las diagonales y el juego asociado buscando a Guerrero, Pizarro o Farfán.

“Mi sueño es clasificar a Perú a un Mundial”, reveló antes de viajar a Chile. El sueño está más latente que nunca para él, pese a ser la última crítica de Perú.

Publicar un comentario