Lucas Quispe (@LucasQuispe92)
Si bien fue de muy menor a
mayor y después encontrando la media de juego que pretende, se puede decir que
Lanús -en líneas generales- tiene una propuesta muy ambiciosa a desplegar en el
campo, que a veces no es acompañada por la efectividad. El equipo comandado por
los mellizos Barros Schelotto lleva 9 partidos sin conocer la derrota entre
torneo local, Copa Argentina y Copa Sudamericana.
Pasamos a revisar la idea
que a veces suele mutar. La favorita empleada por su DT, Guillermo Barros
Schelotto, es el sistema 4-3-3 que lo llevó a ganar la Sudamericana. En otras
ocasiones opta por nutrir el medio campo con 4 volantes ya que Lanús cuenta con
varios jugadores de buen pie y generadores de juego. Ahora sí, parte por parte
demostramos como juega el granate en cada una de sus líneas:
Defensa:
Primero los laterales –usualmente
Araujo y Velázquez– poseen la naturalidad que su posición requiere; es decir,
ambos son dueños de una férrea marca en defensa. Además suelen acompañar el
avance ofensivo sin abusar de las subidas para resguardar la última línea. De
presentarse la oportunidad, llegan a posicionarse como si fueran extremos
llegando a raya final, aunque en ocasiones suelen pecar de perder la pelota y
tener que retroceder con urgencia.
La saga central podríamos
decir que fue lo más regular de Lanús a lo largo del campeonato. Cabe destacar
que la dupla inicial era Gustavo Gómez (Paraguay) junto a Diego Barisone, pero lamentablemente
este último perdió la vida en un accidente automovilístico; hoy todos sus compañeros
lo recuerdan, además llevan el número 15 en el pecho (dorsal de Barisone). Su
lugar hoy es ocupado por Diego Braghieri. Los centrales del equipo granate
siempre demuestran que se ganaron un lugar ya que es el sector donde nunca hay
dudas a la hora de plantearse los 11 titulares. Ambos suelen tener un
despliegue tal que, en ocasiones, pueden llegar a participar del circuito
ofensivo. Pero lo que se destaca de ellos es que se volvieron en dos postes importantes
para la retaguardia de Lanús ya que por abajo y por arriba son difíciles de
vencer en una lucha cuerpo a cuerpo.
Medio
campo:
Primero hay que destacar
al jugador Matías Fritzler, volante central, que es el primer pase desde la defensa
para construir el avance de juego. Férreo, aguerrido como pocos suelen ser de los que más se
destacan aún en un mal partido. Arranca casi desde el fondo ya sea para la
marca o buscar el pase. Después encontramos variantes en el medio campo que varían
entre Víctor Ayala (Paraguay), Román Martínez, Gonzalo Castellani, Valdez
Chamorro, Nicolás Aguirre.
Quien está siempre
presente es el paraguayo Ayala dueño de una pegada envidiable, después son
jugadores de buen pie que buscan dar el primer pase abriendo la cancha ya sea
hacia los laterales o con los volante internos. De ahí sale una de las claves
de Lanús: la gran cantidad de jugadores capaces de organizar el juego hace que
sea más fácil ensamblar un medio campo ya sea de 3 volantes o de 4, dejando al
último más adelantado como un media punta. Y también que, al acomodarse bien tácticamente
dentro del campo jugadores de estas características, esto posibilita aún más la
visual del terreno para buscar los espacios por fuera- permitiendo subir a los laterales -, o por dentro - enhebrando el juego por la parte interna de
la cancha. Y cuando Lanús emplea el sistema con 3 delanteros, estos conceptos
se acentúan aún más por las razones que ya mencionaremos.
Otro aspecto a tener en cuenta
es la presencia que suelen tener en el área cuando el juego responde a lo
estipulado. Tanto es así que a veces la cuota goleadora se equipara o supera a
la de los delanteros.
Ofensiva:
Como ya dijimos antes, la
táctica favorita utilizada por el técnico es la de 4-3-3. Los 3 delanteros muestran
en su máxima expresión la capacidad ofensiva que tiene el equipo granate. En
este último tiempo la delantera que se afianzó es Acosta – González – Benítez.
Tanto Acosta como Benítez cuentan con una gran agilidad y rompimiento de la
última línea, además de desequilibrio en velocidad. Esto permite ampliar aún
más el juego de Lanús sumado a la eventual subida de los laterales. Provoca que
el juego sea más abierto y sobre todo más vertical y directo utilizando con frecuencia
las bandas y la velocidad de sus jugadores a la hora del contraataque y
encontrar mal parado al rival. La pieza más regular y clave fue y será Lautaro
Acosta, reconocido ídolo del club, surgido
en las inferiores del mismo. Es dueño de
una técnica en ofensiva que sumada a su destreza en el mano a mano,
hacen que sea en el más desequilibrante del equipo. El joven centro delantero
Sergio “pampu” González atraviesa un gran momento y cuenta con una gran cuota goleadora
en los pocos partidos que tiene en primera ya como titular.
Podemos decir entonces que
los extremos ofensivos se convierten en una pieza clave a la hora de abrir la
cancha desde el juego distribuido de la mitad del campo y también para reñir en
el uno a uno en un contraataque pudiendo
ganar en velocidad.
¿Qué
pasa en el sistema de 4 volantes?
No hay muchas variantes en
cuanto a rendimiento sólo que, al haber 4 mediocampistas, el último de ellos
suele gravitar en los ¾ de cancha o suele tirarse hacia uno de los costados de
la ofensiva.
Cualquiera sea la posición
de este cuarto volante, se trata de generar primero mayor equilibrio con los
otros 3 sobre todo cuando el rival presenta un esquema combativo. También lo
que genera es mayor soltura en cuanto a la labor ya que específicamente éste se
encarga de acoplarse con los 2 puntas ya sea distribuyendo el juego hacia ellos
o formando parte de ese comando ofensivo cuando el juego lo permite.
Con todas estas variantes
hoy el equipo de Lanús presenta un esquema ambicioso y cada vez más y de a poco
va encontrando el eje de su juego. Con el correr de los partidos hay una ínfima
mejora en el rendimiento aunque a veces suela volver ese fantasma de la
inefectividad que acechaba al granate antes. Sólo debe ser precavido de no
perder el hilo ya que a veces peca de asentarse mucho en el juego arriesgando
un resultado como por ejemplo el empate contra San Martín en San Juan o el
juego chato que terminó en 0 contra Huracán, en el cual le costó generar juego.
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