Gustavo Laguardia (@AKD_GustavoL)
Enrique
Ernesto Wolff Dos Santos, “Quique” Wolff. El “4” de Racing, el “4” de la
Selección. El capitán. El capitán de Racing. El capitán de la Selección.
Debutar en Racing
en aquellos años tenía que ver con debutar en el mejor equipo del mundo; eso es
exactamente lo que hizo Enrique “Quique” Wolff el 16 de julio de 1967 al
ponerse la blanca y celeste de ‘la academia’ para enfrentar a Boca Juniors, ya
que apenas cien días después, el club alcanzaría el máximo título a nivel
mundial, venciendo en un tercer juego al Celtic de Escocia en una heroica final
llevada a cabo en la ciudad de Montevideo (Uruguay). Pero no es de esa historia
que vamos a hablar, sino de la de un jugador que comenzó su camino en el fútbol
en ese contexto de gloria. La de un pibe que se proyectaría desde el lateral
derecho de su defensa directamente hacia la capitanía de la Selección Nacional,
no sin antes habiéndose consagrado campeón Sudamericano con la Selección
juvenil, el mismo año de su debut como profesional en la primera división.
Durante cinco
años (1967-1972) defendió ese lugar de la defensa en el Racing Club de
Avellaneda. En 1973 pasó a River Plate para jugar solamente el campeonato
Metropolitano de ese mismo año. Las siguientes tres temporadas fue el “4” de la
Unión Deportiva Las Palmas (España), donde recibió el premio al mejor jugador
de la liga, lo cual lo llevaría a ser elegido nada menos que por el Real
Madrid, equipo con el que fue campeón y donde disputó 68 partidos y convirtió 4
goles. Aconteció durante su estadía como futbolista en el viejo continente que
pudo brillar como integrante de la selección Argentina, más allá de la pálida
imagen del seleccionado nacional por aquellos tiempos.
En la
selección Nacional Enrique “Quique” Wolff jugó 27 partidos (en tiempos en que
las selecciones de fútbol no jugaban tan seguido como si lo hacen actualmente),
lo cual es decir que jugó una cantidad relevante de partidos, de los cuales 5
fueron durante el Mundial de 1974 y como capitán. Otros 5 formaron parte de la
disputa de la Copa América en los principios de esa década, habiendo convertido
1 gol. Lo cual es decir que dejó una huella en la selección.
Wolff dejó, además,
una impronta, una ‘marca registrada’, que tenían su fundamentación en la
disciplina para la defensa del propio arco y la proyección en ataque con
sentido y equidad, no siempre a ‘tientas y a locas’, sino muy de vez en cuando,
una vez que la pelota segura y ya definitivamente recuperada ofrecía
posibilidades concretas en el arco de enfrente, sino a quedarse ahí, en la
defensa de la banda derecha, de “4”, y no más…
“Quique” Wolff redondeó una campaña de 378
partidos y 48 goles durante toda su trayectoria, que incluyen los 27 partidos
defendiendo la “4” Nacional. Después de su regreso definitivo a la Argentina
jugó para Argentinos Juniors durante las temporadas 1979-80, para retirarse
definitivamente en el Club Tigre durante 1981.
No hubo tiempo
de extrañarlo ya que a partir de 1982 se comenzó a dedicar al periodismo
deportivo, habiendo participado tanto en Radio como en Televisión de programas
inolvidables para el ambiente ‘futbolero’, tal el caso del éxito televisivo
“Simplemente Fútbol”, del cual es creador y conductor desde el año 1992, con el
cual ganó 5 Martin Fierros, entre otros premios y menciones por su labor
periodística.
Quienes
pasamos la barrera de los 50 años lo recordaremos durante aquellos partidos del
Mundial 74 en Alemania, con su abundante cabellera cubierta de rulos, firme y
tenaz para marcar al “11” rival y ligeramente rápido para irse al ataque y
superar al “3” de ellos, aunque en aquel Torneo hubo de mirar de cerca al
mágico Johan Cruyff y aprender de él más que cualquier otra cosa. Como creo
todos, en menor o mayor medida, también lo hicimos.
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