Por Ezequiel Ini (@Inik62)
Futbol para nadie
Antes en Argentina existía
una palabra que se escuchaba casi todos los días y en casi todas las charlas
futboleras: “DECO”. “Tenés DECO?”, “Va el asado en tu casa el domingo pero mirá
que River – Racing va por DECO”, “Acá me cortaron el DECO así que nos juntamos
en la tuya”.
El “DECO”, o
decodificador, era una especie de ente sobrenatural, capaz de llevar alegría a
todos los hogares del territorio argentino, casi como un Dios del gol. Este
pequeño pero efectivo aparato, lo proveían las empresas de televisión por cable
para proporcionarle a los usuarios el servicio de pay-per-view, por donde se
podían ver 8 de los 10 partidos de la primera división del futbol argentino que
tenían lugar cada fin de semana. Si bien hoy, que todavía no arrancó el futbol
en Argentina, es imperdible la previa de un Temperley – Atlético de Rafaela,
los dos partidos que pasaban por televisión abierta en los tiempos del “DECO”
tenían protagonistas parecidos.
LEE: Parte I - ¿Qué pasa en la AFA?
LEE: Parte I - ¿Qué pasa en la AFA?
Fue antes del torneo
Apertura del 2009 cuando la AFA se comunicó con la empresa TSC (Televisión
Satelital Codificada, integrada por Torneos y Competencias y el Grupo Clarín)
para solicitar una gran suma de dinero a cambio de seguir teniendo derechos de
transmisión del futbol argentino. Esta suma de 720 millones de pesos ponía en
jaque a la empresa y el gobierno de la presidente Cristina Fernández de
Kirchner anunció el pago de 600 millones de pesos para adjudicarse los derechos
de transmisión bajo el programa “FUTBOL PARA TODOS”. El discurso de que el
futbol pasaba a ser gratis conmovía hasta al más fiel seguidor de la oposición
pero, ¿Qué tan de acuerdo estaban los clubes con esta nueva medida?
El acuerdo involucraba la
transmisión televisiva de todos los partidos de la primera división,
eliminatorias mundialistas, finales de copas internacionales con participación
argentina y mundial. La presidente fue la encargada de anunciar el acuerdo. “No
queremos una sociedad de secuestros” dijo la mandamás, “ni de secuestros
extorsivos ni de secuestros de goles”. Irónicamente, el secuestrador estaba
siendo nada más ni nada menos que el gobierno y con el aval de la AFA y el
mismísimo Grondona.
Existieron muchas
polémicas a lo largo de la existencia de FPT. Una de ellas, por ejemplo, fue el
uso gratuito y el abuso de propagandas políticas que se dieron lugar en cada
transmisión televisiva. El estado no pagaba por esas pautas y el bombardeo de
contenido pro-gobierno y anti-oposición era insoportable. Se había anunciado
también, que el excedente de los contratos iba 50% para la AFA y el otro 50%
para promover el deporte olímpico. Vaya uno a saber dónde fue a parar ese
dinero…
Otra cuestión que daba
miedo, era que el programa aumentó su presupuesto 135% en 5 años pero los
clubes cada vez estaban más pobres y con deudas millonarias a la AFA. No solo
había un grado desmedido de corrupción, si no que el acuerdo faltaba a varias
cláusulas que se habían acordado con la AFA. Tan así, que en algunas provincias
ni siquiera se podían ver los partidos, ya que la televisión abierta no
transmitía algunos canales donde el gobierno se encargaba de mezclar política
con futbol.
El programa fue un fracaso
que, para lo único que sirvió, fue para poder ver futbol argentino gratis fuera
del país. La recisión del contrato que terminaba en 2019 ya se acordó y se firmará
este 24 de febrero. Consistirá del pago de 530 millones de pesos (con un
adelanto de 180 millones de pesos) y dejará lugar para que sea ESPN, Fox Turner
o MediaPro quienes se hagan cargo de los derechos audiovisuales desde agosto de
este año.
Si bien el futbol
argentino está cada vez más cerca de volver, todavía quedan muchas incógnitas.
Muchos clubes están quebrados, la AFA tiene muchas deudas pero no tiene
presidente y la guerra por el poder está que arde. Vendieron un futbol que iba a ser gratis, que
iba a ser para todos, pero hoy nos damos cuenta (tarde) que durante muchos años
no hubo futbol para nadie.
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