Ads (728x90)


Diego Sancho (@SanchoDiegoo)

La posición del enganche como la veníamos conociendo ha quedado como vieja usanza. Ese hombre a espaldas del delantero que gestionaba las transiciones no mantiene esa ubicación como antes, porque para marcarle es sencillo. Ahora se hacen labores de enganche, pero no es una posición fija. Se añora aquel descontinuado jugador “10” pero este no ha desaparecido, más bien ha evolucionado. Dejó su estática espera por el balón; aprendió a moverse.

Dos presentaciones

Dependiendo del comportamiento ofensivo de cada conjunto, el equivalente al “10” varía en sus tareas. Esta el falso enganche, un volante que durante la profundización se mueve hacia adentro cuando ataca el espacio y consigue el pase final cerca de la medialuna.

Otro ejemplo frecuente es un extremo con licencias para aparecer por todo el frente de ataque, un perfil más de equipo que hace daño por las bandas. En ambos casos es lo más parecido a un segundo punta.

Libertad para quien la merece

Conseguir un miembro que actúe bajo estos patrones es difícil y arriesgado. Para darle rienda suelta a uno de estos tipos hay que cerciorarse de que en su arsenal de recursos haya técnica individual, elocuente posicionamiento y visión de juego asociado. Incluso en los grandes clubes de Europa, el sudamericano es el común denominador. Casos como Alexis Sánchez, Erick Lamela, Willian y James Rodríguez son sus mejores versiones.

Los dos primeros están más escorados, dado a que en sus clubes cuentan con un interior -Özil y Eriksen. En sus equipos tienen libertad para desenvolverse en el contexto que mejor les favorezca. Son hábiles escapistas del 1 a 1, retroceden para drenar la salida y son el mejor socio del ariete. Y cumplen su rol perfectamente.

James y Willian, pese a que sus movimientos disten de afinidad, sus técnicos le asignan labores parecidas. Este nuevo tipo enganche empieza la jugada en otro sector con la intención de arribar al centro del último tercio de la cancha. William es más rápido y arma contras con su desplazamiento de derecha a izquierda. James busca la sorpresa sin conducción para ello sus compañeros deben circular el balón de manera que el colombiano pase desapercibido.

Cracks arrinconados

Existen varias formas de plantear una filosofía ofensiva y no siempre el jugador distinto desposee ataduras fijadas desde el banquillo. Incluso Messi tiene responsabilidades posicionales dado a que forma parte de un tridente junto a Suárez y Neymar, y –teóricamente- no los puede opacar siempre.


Lo que sí podemos concluir es que cada vez que se recurre a un futbolista de estas características, el mejor exponente debe estar dotado de talento natural para desenvolverse según su criterio. Puede hacer lo que crean prudente. Y en los grandes equipos, ese futbolista es sudamericano.

Publicar un comentario