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Por: Antony González (@FutMundial_)

Quizás no lo conozcas, pero recientemente fue convocado por Dunga para la selección brasileña y estuvo a punto de ser catalogado como uno de los mejores delanteros del mundo, pero un suceso, un acontecimiento cambió eso, puso en declive su carrera.

Una familia humilde, un sueño y un balón. Ricardo Oliveira perdió a su padre a los ocho años, por lo que rápidamente tomó el rol de guardián sobre su madre y hermana. Sus sueños por convertirse en jugador de fútbol iban acompañados del amor hacia las mujeres que Ricardo más quería.
Comenzó su carrera en el Desportos de Brasil, donde le dieron la oportunidad de tener en la espalda su número favorito, el “9”, e inició su camino para ejercer su mayor sueño: vestir la camiseta de la verdeamarela. Su madre y hermana estuvieron presentes en este comienzo.

Habiendo muchos jugadores talentosos, Oliveira quiso hacerse espacio para que todo el mundo conociera su nombre. Debutó en la Primera división de Brasil con el Portuguesa donde marcó 37 goles, cifra que le valió el viaje a Europa, precisamente al Valencia CF de España, solo marcaría 9 goles pero el destino le daría más.


Real Betis lo ficharía por 4.000.000 M€, marcando 26 goles y también el cuadro bético jugaría UEFA Champions League esa temporada, pero a pesar de que marcó una diana los mejores equipos de Europa se pusieron en contacto con él. Previamente, Ricardo volvería a Brasil, llegó al San Pablo cedido para ganar más experiencia antes del gran paso, anotó 10 goles con el “Tricolor del Morumbi”.
Llegó el día, la llamada más esperada por “Oligol”, como se le apoda, el AC Milán ese equipo de Kaká, Seedorf, Inzaghi, Cafu, Pirlo, etc, lo contrataría, pagándole 15.000.000 M€ al Real Betis para obtener sus servicios. Pero llegó la otra llamada, la menos esperada, María de Lourdes Silva de Oliveira, de 35 años, fue secuestrada por una banda criminal. La mujer, hermana del en ese momento futbolista del Milan, fue recluida y condicionada al pago de un dinero como rescate. Solo pasaría menos de un mes de su fichaje por el “Rossonero”, su hermana estuvo encerrada por 5 meses. “La Sonrisa del Gol” jugó poco con el equipo italiano, quedó campeón de la UEFA Champions League, pero igualmente fue el peor año de su carrera. Ricardo Oliveira, después de ese momento no volvería a ser el mismo.

Después de ese doloroso hecho volvió al equipo que lo hizo famoso, Real Betis, pero tampoco jugó mucho, todavía estaba traumado de aquel suceso. Luego, se fue a disfrutar de la vida en los Emiratos Árabes firmando con el Al-Jazira y con el Al-Wasl. Actualmente, Ricardo Oliveira es jugador del Santos FC desde el año 2015, donde le ha ido muy bien volviendo a la selección brasileña y teniendo muy buenas participaciones tanto en Liga como en competiciones continentales. Esto hace pensar, ¿Qué pasaría si los mafiosos no hubieran raptado a su hermana?

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