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Víctor Grao (@VictorGrao)

En un salón de clase hay, generalmente, diferentes tipos de alumnos. Están los tremendos, los inteligentes, los populares, las niñas lindas, los asociales y, aquellos que, no son aplicados y que no tienen bien desarrollada la parte social. Este patrón se cumple en un gran porcentaje de aulas de clase.

A la hora de hacer grupos de trabajo, también se cumple un patrón parecido. No siempre los "más amigos" se unen, porque cuando es así, el equipo no cumple con los requerimientos que exige el profesor, es por ello que, en muchas oportunidades, se mantiene algo como esto: un niño "popular", con una niña linda, uno que no es aplicado, pero sociable; y uno inteligente, queda relegado al grupo en el que todos son como él. ¿El resultado? La peor calificación en la evaluación.

En los equipos de fútbol pasa algo similar. Los jugadores casi siempre cumplen un rol, tienen una habilidad más desarrollada que otra y es la que aprovechan en el campo de juego. Sí bien hay algunos que poseen más de una habilidad "principal", como podría ser un niño inteligente y sociable, generalmente radica una característica principal. Peter Crouch, con el cabeceo, Antonio Valencia con la velocidad, Didier Drogba con la potencia, y así sucesivamente.

El profesor es el entrenador. Este, por lógica, escogerá en su grupo a los más capacitados para el trabajo. Si tienen más de una habilidad, tendrá un plus sobre los demás. El caso de Cristiano Ronaldo, que tiene más de dos, Lionel Messi o Zlatan Ibrahimovic.

Más allá de equipos que tienen jugadores estratosféricos (y, por ende, jugadores con más habilidad) como el Real Madrid, Barcelona, Bayern, los Manchester y demás, equipos con nóminas más accesibles suelen equilibrar sus plantillas usando de manera balanceada las habilidades principales de sus jugadores, como si se estuviese en un videojuego. Básicamente es como si uno, como gamer, jugara un modo carrera con Las Palmas en la segunda división de España.

Al elegir un equipo con dichas condiciones, donde los jugadores no son los más rápidos y fuertes al mismo tiempo, se debe buscar el equilibrio. Para una media-delantera "buena" deberían existir un jugador de delantero que sea hábil y otro fuerte. Un extremo que tenga buena pegada o que ambos sean rápidos. Uno de los contenciones deberá tener buen toque, mientras que el otro deberá tener quite. Tiene que haber un balance, como en los grupos de los colegios.

Los que no tengan esa habilidad notoria, que sobresalga de las demás, a simple vista, queda relegado al banquillo. Como el niño asocial y no muy inteligente. El campo de juego y las habilidades de los jugadores, son como las de un salón de clase.

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