El apoyo del aficionado
constituye una parte significativa del desempeño de los equipos en condición de
local y bajo situaciones de presión. La responsabilidad crece cuando se batalla
contra 11 y con las gradas a favor; por ello, al menos en las Eliminatorias
Sudamericanas, ganar todos los partidos en casa y arañar puntos de visita se
traduce en un boleto a la Copa del Mundo. Para tener una idea más clara,
agregamos que rumbo a Brasil 2014, las 5 Selecciones con mejor promedio de
victorias en su país fueron a la cita magna (Argentina, Colombia, Chile,
Ecuador y Uruguay).
7 de las 10 Selecciones del
continente juegan en su capital: Argentina en el Monumental de Núñez; de Buenos
Aires, Bolivia en el Hernando Siles;
de La Paz, Chile en el estadio Nacional; de Santiago, Ecuador en el estadio Atahualpa;
de Quito, Paraguay en el Defensores del Chaco; de Asunción, Perú en el estadio
Nacional; de Lima y Uruguay en el estadio Centenario; de Montevideo. Solo
Venezuela y Colombia no juegan en la capital.
Brasil juega en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. No por un tema de obligación, sino porque dicho estadio resumen en esencia la historia del fútbol de Brasil desde hace más de 60 años. Lugares para jugar, como el estadio Mané Garrincha de Brasilia, no le faltan al pentacampeón del mundo.
Brasil juega en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. No por un tema de obligación, sino porque dicho estadio resumen en esencia la historia del fútbol de Brasil desde hace más de 60 años. Lugares para jugar, como el estadio Mané Garrincha de Brasilia, no le faltan al pentacampeón del mundo.
Barranquilla cumple con las
expectativas en cuanto a aforo y logística en general. El Metropolitano, hogar
de Junior, ha contribuido con el buen transitar internacional de la Selección
cafetera. Además, hay un tema social que influye positivamente en este recinto:
la gente. El calor del costeño sirve como motivación durante 9 partidos
difíciles de Eliminatorias. El resultado se puede cuantificar: jugando en
Barranquilla, Colombia ha clasificado a 4 mundiales; en Bogotá, solo 1 vez. No
es que la absoluta no pueda jugar en El Campín de Bogotá, sino que les resulta
mejor jugar en la costa a 36 grados centígrados.
El caso de Venezuela es el más
curioso. Caracas no tiene un estadio de calidad; sin embargo, hay dos recintos que
son usados por 5 equipos de Primera División. El estadio Brígido Iriarte de El
Paraíso se fundó 1983. Apenas tiene capacidad para 8.000 espectadores, una
cifra pírrica para un partido de Eliminatorias. El terreno de juego es
deprimente, no posee espacios de aparcamiento y los ingresos a las gradas son
limitados. Para tener una idea de su disfuncionalidad, podemos recordar que Conmebol
ha prohibido varias veces la posibilidad de jugar Copa Libertadores en este
estadio.
La sede más grande de la
capital venezolana es el estadio Olímpico de la Universidad Central de
Venezuela. Fue inaugurado en 1951, durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.
Es la sede donde juega un equipo reconocido en Sudamérica, el Caracas FC, por
lo que funge como anfitrión de Copa Libertadores. Tiene ciertas facilidades de
acceso y estacionamiento, pero no son óptimas. El lunar permanente del Olímpico
de la UCV es su terreno. Por años se ha criticado la realización de varias actividades
ajenas al fútbol, sin la intervención contundente de las autoridades para
mejorar las condiciones. Sencillamente, no se puede jugar Premundial acá.
En teoría, la capital de un país es la plaza ideal para jugar encuentros élite, sobre todo por ser la sede administrativa de la nación y por la facilidad geográfica en cuanto a hospedaje para público internacional y la afición nacional. Evaluando así la situación, Venezuela está un paso atrás con relación a sus rivales.
En honor al expresidente
Hugo Chávez se construye un parque que llevará su nombre y que incluye un
estadio con aforo para 100.000 personas. Venezuela vive una situación delicada
en el renglón económico, pero los ingenieros estiman que se terminará toda la
estructura en 2 años, fecha en la que transcurrirá una etapa muy avanzada de
las Eliminatorias hacia Rusia 2018. El amplio espacio en el que se construye el
estadio es considerado zona roja por los índices de inseguridad que viven La
Rinconada, Coche y El Valle (suroeste de Caracas); aún así, las autoridades, en declaraciones a Radio Deporte 1590 AM, manifiestan que se llevará a cabo un plan social de reubicación de viviendas en
zonas aledañas. El aspecto positivo recae en que, inteligentemente, las
instalaciones se ubican lejos del embudo vial que generan los cinturones
empresariales y centrales de la capital.
Por lo pronto, la Vinotinto
comenzará otro proceso sin poder jugar en Caracas. Los más modernos estadios se
encuentran en el interior, pero la afición futbolística caraqueña anhela el
cumplimiento de una promesa eterna: un estadio decente.
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