Ads (728x90)


Por: Luis Suárez (@Luije77)

El apoyo del aficionado constituye una parte significativa del desempeño de los equipos en condición de local y bajo situaciones de presión. La responsabilidad crece cuando se batalla contra 11 y con las gradas a favor; por ello, al menos en las Eliminatorias Sudamericanas, ganar todos los partidos en casa y arañar puntos de visita se traduce en un boleto a la Copa del Mundo. Para tener una idea más clara, agregamos que rumbo a Brasil 2014, las 5 Selecciones con mejor promedio de victorias en su país fueron a la cita magna (Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y Uruguay).

7 de las 10 Selecciones del continente juegan en su capital: Argentina en el Monumental de Núñez; de Buenos Aires, Bolivia en el Hernando Siles; de La Paz, Chile en el estadio Nacional; de Santiago, Ecuador en el estadio Atahualpa; de Quito, Paraguay en el Defensores del Chaco; de Asunción, Perú en el estadio Nacional; de Lima y Uruguay en el estadio Centenario; de Montevideo. Solo Venezuela y Colombia no juegan en la capital.

Brasil juega en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. No por un tema de obligación, sino porque dicho estadio resumen en esencia la historia del fútbol de Brasil desde hace más de 60 años. Lugares para jugar, como el estadio Mané Garrincha de Brasilia, no le faltan al pentacampeón del mundo. 

Barranquilla cumple con las expectativas en cuanto a aforo y logística en general. El Metropolitano, hogar de Junior, ha contribuido con el buen transitar internacional de la Selección cafetera. Además, hay un tema social que influye positivamente en este recinto: la gente. El calor del costeño sirve como motivación durante 9 partidos difíciles de Eliminatorias. El resultado se puede cuantificar: jugando en Barranquilla, Colombia ha clasificado a 4 mundiales; en Bogotá, solo 1 vez. No es que la absoluta no pueda jugar en El Campín de Bogotá, sino que les resulta mejor jugar en la costa a 36 grados centígrados.


El caso de Venezuela es el más curioso. Caracas no tiene un estadio de calidad; sin embargo, hay dos recintos que son usados por 5 equipos de Primera División. El estadio Brígido Iriarte de El Paraíso se fundó 1983. Apenas tiene capacidad para 8.000 espectadores, una cifra pírrica para un partido de Eliminatorias. El terreno de juego es deprimente, no posee espacios de aparcamiento y los ingresos a las gradas son limitados. Para tener una idea de su disfuncionalidad, podemos recordar que Conmebol ha prohibido varias veces la posibilidad de jugar Copa Libertadores en este estadio.


La sede más grande de la capital venezolana es el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela. Fue inaugurado en 1951, durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Es la sede donde juega un equipo reconocido en Sudamérica, el Caracas FC, por lo que funge como anfitrión de Copa Libertadores. Tiene ciertas facilidades de acceso y estacionamiento, pero no son óptimas. El lunar permanente del Olímpico de la UCV es su terreno. Por años se ha criticado la realización de varias actividades ajenas al fútbol, sin la intervención contundente de las autoridades para mejorar las condiciones. Sencillamente, no se puede jugar Premundial acá.


En teoría, la capital de un país es la plaza ideal para jugar encuentros élite, sobre todo por ser la sede administrativa de la nación y por la facilidad geográfica en cuanto a hospedaje para público internacional y la afición nacional. Evaluando así la situación, Venezuela está un paso atrás con relación a sus rivales.

En honor al expresidente Hugo Chávez se construye un parque que llevará su nombre y que incluye un estadio con aforo para 100.000 personas. Venezuela vive una situación delicada en el renglón económico, pero los ingenieros estiman que se terminará toda la estructura en 2 años, fecha en la que transcurrirá una etapa muy avanzada de las Eliminatorias hacia Rusia 2018. El amplio espacio en el que se construye el estadio es considerado zona roja por los índices de inseguridad que viven La Rinconada, Coche y El Valle (suroeste de Caracas); aún así, las autoridades, en declaraciones a Radio Deporte 1590 AM, manifiestan que se llevará a cabo un plan social de reubicación de viviendas en zonas aledañas. El aspecto positivo recae en que, inteligentemente, las instalaciones se ubican lejos del embudo vial que generan los cinturones empresariales y centrales de la capital.

Por lo pronto, la Vinotinto comenzará otro proceso sin poder jugar en Caracas. Los más modernos estadios se encuentran en el interior, pero la afición futbolística caraqueña anhela el cumplimiento de una promesa eterna: un estadio decente.

Publicar un comentario