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Cobresal vuelve a la Copa Libertadores como el único invicto en la historia de la competición, luego de participar en la edición de 1986






Con poca afición, poca historia, confundido y olvidado. Esa es la historia que a veces recuerdan de Cobresal, equipo de la ciudad de El Salvador, campamento minero del norte de Chile. Fundado recién en 1979, debutó en Segunda División al año siguiente. Obtuvo el título de la serie en 1983, logrando el derecho a participar en Primera División en 1984. En aquel campeonato, logró una gratísima actuación, clasificando a la liguilla final de cuatro equipos, dejando sin cupo a Colo Colo. En esa instancia, obtuvo el subcampeonato a sólo dos puntos de Universidad Católica. Gracias a esta actuación, y producto del desfase acumulado en las calendarizaciones de los torneos, los clasificados a la Copa Libertadores de 1986 se definían en una Liguilla compuesta por los dos primeros de 1984, más el campeón de 1985 y el ganador de la Liguilla 1985. Como la UC fue campeón en 1984 y ganó la liguilla en 1985, se excluyó y clasificó, debiendose disputar una definición entre Cobreloa y Cobresal. El primer partido fue empate en blanco en Calama, ante un equipo que se había coronado hace días. En la revancha, jugada en estadio El Cobre de El Salvador, Cobresal venció 2-0, con goles de Gilberto Reyes y Rubén Martínez. Así, el equipo se clasificaba por primera vez a un torneo internacional y, por consiguiente, Cobreloa era el primer campeón en no hacerlo en la historia del fútbol chileno.


Cobresal basaba su poderío principalmente por sus actuaciones en El Salvador. Su capacidad física contrastaba con la de sus rivales, haciéndose un nombre en la década de los 80. Por estos motivos, incluso fue confundido con el Cobreloa de Calama, tanto por el alcance del nombre como por la performance a nivel local e internacional.

Adentrándonos en 1986, además de los cruzados, debían enfrentar a los gigantes de Cali, América y Deportivo, con lo cual el objetivo era lograr un digno cometido. La primera acción fue la ampliación del Estadio debido a las disposiciones reglamentarias de la Conmebol. El nuevo escenario tuvo un aforo de 20.000 espectadores, siendo que el campamento actualmente cuenta aproximadamente con una población de 7.000 habitantes. En el plano futbolístico, el equipo de Manuel Rodríguez, mundialista de 1962, debía aceptar las partidas de Franklin Lobos (sí, uno de los 33 mineros), Carlos Huerta, Jaime Díaz y Guillermo Salinas. Sin embargo, contaba con Julio Acuña, Manuel Pedreros, Gilberto Reyes, Gustavo Huerta, Manuel Araya, Sergio Salgado, Nelson Pedetti, Julio Suazo, Vladimir Bigorra, Luis Valenzuela, Rubén Martínez, entre otros.

También se encontraba en el plantel Iván Zamorano, además de las incorporaciones de Luis Acao, Orlando Mondaca y Jorge Abarca. El equipo minero debutó el 18 de Marzo de 1986 en el Estadio Pascual Guerrero ante el América de Cali, el último finalista de la Copa,  rescatando un punto al empatar sin goles. Tres días después, rescató otro empate ante Deportivo Cali, con tantos de González (DC) y Pedetti (CS). Luego de esta exitosa aventura en tierras cafeteras, la clasificación no era una utopía. El 26 de Marzo debutaba en su casa, y lograría un empate vs Universidad Católica ante 9 mil espectadores. René Valenzuela, en propia puerta, anotaba para Cobresal, mientras que Pablo Yoma anotó la cifra cruzada. A la semana siguiente, debían jugar ambos equipos en Santiago, logrando Cobresal su única victoria en un torneo internacional. Venció por 0-1, con el solitario gol de Manuel Pedreros. Luego, el 18 de Abril, debían recibir a América, con un aforo récord de casi 16 mil asistentes. Cobresal caía 1-2 de local (Solar/Battaglia -2-), cuando la Revista Triunfo (Nº 738, nota de Julio Salviat) rescata la siguiente anécdota: “Un episodio de esa Copa lo resume: estaban perdiendo 1-2 con el América en El Salvador, y los colombianos no aflojaban en los minutos finales.

Nelson Pedetti, que era el goleador, se había quedado en la banca por una dolencia costal, y Rodríguez no se atrevía a ponerlo. Faltando unos cinco minutos, Huerta se le acercó ‘Sáqueme a mí, profe, y ponga a Pedetti’. Rodríguez lo pensó un poco, y le hizo caso. Resultado: empataron a dos, con gol de Pedetti”.



Con este empate en las postrimerías, Cobresal aún tenía chances: debía ganar a Deportivo o, en el caso de empatar, esperar un milagro. Ese sería su destino, ya que igualaría por quinta vez en el grupo, esta vez a un tanto, con anotaciones de Salgado y Angulo. Ante ese panorama, Cobresal esperaba una goleada de los cruzados a los escarlatas, cosa que no se daría, finalizando el equipo minero su incursión internacional. La historia diría que hasta hoy, Cobresal es el ÚNICO equipo invicto en la historia de la Copa Libertadores. América de Cali, en tanto, continuaba con su triunfal racha, sólo opacada por la final perdida ante River Plate.

Posteriormente, la historia del club minero sería de luz y sombra, con descensos de por medio. A partir del año 2002 permanecen en la máxima categoría. Este año, luego de 30 años volverá a la Copa Libertadores.




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