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Esto es cuestión de gustos. De maneras de ver el fútbol. En los setenta nos llenamos los ojos con Babington, Alonso y Bochini; con Zanabria y Gómez Voglino; con los números diez capaces de llenar de fútbol una tarde a pesar de un flojo partido.

A mí en los setenta, me llenó los ojos, Osvaldo Rubén Potente.
Nacido el 16 de Noviembre de 1951, Potente apareció en un Boca que precisaba cambios en su plantel y junto a Enzo Ferrero compusieron una buena dupla. Y si bien no ganaron campeonatos, jugaron a un gran nivel entre el 71 y 75.

Petizo, morrudo, muy inteligente; capaz de cambiar de frente la pelota con precisión milimétrica y asistencia al pie del compañero, fueron Curioni, Ponce y el mismo Ferrero quienes usufructuaron su capacidad.

Potente marcó una época con su juego audaz, sus pelotazos letales para las defensas y su buena llegada al gol, tanto que convirtió casi ochenta con la casaca xeneize.

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En el Metropolitano del 71, Boca no encontraba el rumbo. Promediaba el torneo y en el arranque de la segunda rueda, después de un tres a tres con River en cancha de Racing, el conjunto de la ribera cayó sucesivamente ante Independiente y San Lorenzo.

El 18 de junio para la televisión, Boca recibió a Banfield y lo derrotó dos a uno. Esa noche debutó Osvaldo Potente. Y a los 33 minutos abrió el marcador. Tenía 19 años y su primer Boca fue: Sanchez; Suñé, Melendez, Rogel y Ovide; Cabrera y Romero; Galetti, Ángel Rojas, Potente y Tarabini. Entró Curioni por Rojitas. El gol se lo convirtió al arquero Errea y en el segundo tiempo empató Pellegrini para el Taladro, poniendo el dos a uno final Angel Clemente Rojas. Potente había debutado con el pie derecho en una Bombonera con poco público. Pagaron entradas 838 personas.

Cuando faltaban seis fechas para el final del campeonato que ganaría Independiente, llegó a la primera el “Piqui” Ferrero y en un partido ante Los Andes con triunfo tres a cero jugaron adelante: Ponce, Curioni, Potente y Ferrero. Aparecía una muy buena delantera “bostera”, que insisto, quedó en el camino de los títulos pero tuvo una contundencia notable en los tiempos en que fueron dirigidos por Rogelio Domínguez.

“Patota” Potente fue por esos tiempos jugador de selección, aunque la presencia de otros diez, no le dieron continuidad. Debutó en la Nacional en un amistoso en Salta contra Paraguay que terminó cero a cero en el viejo estadio de Gimnasia y Tiro.

Fue árbitro Luis Pestarino y a la selección la dirigía Juan José Pizutti preparándose para la Minicopa de Brasil. Argentina formó con Sanchez: Domichi, Piazza, Bargas y Rubén Díaz; Brindisi, Landucci y Daniel Onega, Boveda, Fischer y Mas. Entraron él y Colman.

Llegó a jugar tres partidos en el combinado nacional. Los otros dos fueron en el arranque de la era Menotti.

En 1975, junto a otros compañeros, tuvo un conflicto con la dirigencia de Boca y debió irse del club. En 1976 llegó a Rosario Central, en donde debutó el 15 de Febrero ante Atlanta en Arroyito. Central ganó cuatro a uno con goles de Aimar, Kempes, Potente y García en contra y formó con:  Ferrero; González, Craiyacich, Romero y Burgos; Aimar, Mancinelli y Potente; Peña, Zavagno y Kempes. Jugó 36 partidos marcando 8 goles. Allí sufrió una seria lesión que lo marginó durante mucho tiempo de las canchas. Pasó al fútbol boliviano y regresó a Boca en el 79.

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Comenzaba el retiro de los campos de juego de un muy buen jugador que seguramente será recordado con afecto por el hincha de Boca. El 15 de abril de 1979 dirigido por Lorenzo, “Patota” volvió a Boca y marcó un gol en el dos a cero ante All Boys. Perotti hizo el otro. Su vuelta fue efímera. Comenzaba el tiempo del técnico. Potente dejaría de jugar antes de los 30 años. Llegó a conducir a Boca tras el alejamiento del maestro Tabarez en  la primera etapa del uruguayo en el club. Él había sido su ayudante de campo.

EXTRAÍDO DE PUNTAL.COM.AR

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