Denzel Washington en Deja
Vu tuvo un rol protagónico. En el “presente” había explotado una bomba en un
barco y él debía viajar en el tiempo para averiguar los hechos ocurridos. El problema
radicaba en que solo podría ver el “pasado” una vez, por lo que su juego con el
tiempo y espacio debía ser exacto.
Michael Bradley no juega
con el pasado, pero si lo hace con el presente. Más aún cuando está con la
banda de capitán de la selección de Estados Unidos. El mediocampista del
combinado de Klinsmann debe desactivar la bomba partido a partido. Es el eje,
el creador, quien maneja los tiempos, es todo en su equipo.
Más allá de que exista la
figura de Clint Dempsey, Bradley es realmente quien ejerce el rol protagónico,
pero silencioso del juego. Tiene recuperación, salida y visión de juego. No es
un jugador que hará 10 toques en una jugada, pero con tan solo dos,
desestabiliza el mediocampo rival y da pie a sus compañeros a salir jugando.
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