“En el fútbol, y para mí,
ganar no es lo más importante;
es lo único”.
Gustavo Adolfo Costas Makeira.
Diego Baquero (@DiegoBaco23)
Para algunos, el fútbol es
un deporte que se practica entre dos equipos de 11 jugadores que buscan
introducir un balón en la portería del contrario impulsándolo con los pies, la
cabeza o cualquier parte del cuerpo -excepto las manos y los brazos- y en donde
gana el equipo que logra más goles durante los 90 minutos que dura un
encuentro. Para Gustavo Costas, nuevo timonel del primer campeón de Colombia,
Independiente Santa Fe, no lo es. Para este argentino de 53 años, el futbol es
un estilo y una forma de sentir y transitar por la vida. Su sello distintivo en
todos los equipos que ha dirigido ha sido el de tener la cultura del esfuerzo, el de no dar una pelota por perdida, el de
jugar todos los partidos como si fueron el ultimo, sin dejar de lado claro
está, que al futbol se juega con un balón, el cual debe ser introducido en la
portería rival si se quiere ganar un partido, razón por la cual no bastará con
el esfuerzo ya que el talento, el trabajo, la estrategia y por supuesto el buen
juego, deben ir de la mano si se quiere construir un equipo ganador.
Y eso precisamente fue lo
que logró Costas en su primera etapa como director técnico de la escuadra
cardenal y sus números así lo demuestran: bajo su mando, Santa Fe disputó 76
partidos, ganó 42, empato 16 y perdió 18 para un rendimiento total del 62,28%.
Fueron dos los títulos alcanzados; la Liga 2014 – II y la SuperLiga 2015 que a
la postre permitiría la participación y coronación del equipo en la Copa
Sudamericana. Además, de la mano del argentino se logró el subcampeonato de la
Copa Colombia 2014 y se alcanzaron los cuartos de final de la Copa Libertadores
2015.
Tras aparatosos cinco
meses en los cuales Alexis García nunca logró convencer que era el indicado
para el cargo y ad portas de un semestre histórico, emerge la figura de Costas.
“Poniendo en riesgo el poster” y sin la protección mediática de su antecesor,
el ídolo del Racing Club de Avellaneda llega para romper con el mito de que las
segundas partes nunca son buenas. Tiene potencial ya demostrado, conoce a la
mayoría del plantel y además contará con una nómina, que para su modelo de
juego, parece ser ideal: se presentará entonces un idilio que renueva la fe.
Ahora bien, ¿A qué va a
jugar el Santa Fe de Gustavo Costas? Tomemos como punto de partido el modulo
táctico que más utilizó Costas en su primera etapa: el 4–3–1–2. No obstante, no podemos olvidar que
en muchos partidos se inclinó por la línea de 3 en defensa y que en otros
tantos, sacrifico la posición del “10” y armó un 4-4-2, (al parecer el modulo
que más le gusta) como por ejemplo en las dos finales de la Liga 2014 – II
contra Independiente Medellín donde a la postre, levantaría el título. Sin
embargo, estos números a la larga serán eso, unos simples números. Lo realmente
importante será la cultura del esfuerzo,
materializada en la asfixiante presión que busca tener con sus equipos.
Y es que la presión, rasgo
característico de la idea futbolística del DT, estará fundamentada en el
esfuerzo que deben tener todos los integrantes de la nómina. Futbolísticamente,
esto será el resultado de un buen trabajo ofensivo; es decir, con la posesión y
la (buena) circulación del balón, se hará posible que en caso de perder la
pelota, el equipo esté compacto y unido, con lo cual se puede hacer a la perfección
ese trabajo que asfixie al rival. Por su parte, psicológica y anímicamente, la
presión será el resultado de un esfuerzo colectivo encabezado por el propio
Gustavo Costas, quien desde la línea de cal que lo separa del terreno de juego,
no descansará hasta que Santa Fe cumpla con su propósito: ganar, ganar y ganar.
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