Hovannes Marsuian (@HMasuian)
Mauro
Icardi, una especie de doctor Jekyll y el señor Hyde. Dos personalidades. Dos
en uno. El Icardi futbolista y el mediático. El goleador y el que demuestra su
amor por Wanda en las redes sociales. El que aparece en las portadas por sus
goles y el que sale en las revistas por temas “no deportivos”. Los dos tienen
23 años; pero, uno es elogiado por su nivel en el Inter y el otro es criticado
por no tener códigos, como si fuese un villano. Los dos son tema de debate.
¿El fútbol argentino aparta a Icardi? ¿Los problemas por el tema Maxi López-Wanda nunca se olvidarán? ¿Los temas “no deportivos” tienen que ver con la selección argentina? ¿Importa tanto lo que haga un futbolista fuera de la cancha? ¿Icardi siempre será castigado en Argentina sin importar los goles que haga?
Hay
muchas preguntas y todas son difíciles de responder. Cada ser humano tiene su
opinión; pero, si estamos hablando de fútbol, hay que valorar lo que se hace
dentro de la cancha y lo que se haga afuera ya es problema del jugador, tema
que debe concientizar y trabajar. Icardi es delantero y semana a semana mete
goles. Eso es algo que se debe apreciar, como dijo Caruso Lombardi hace unos
meses, “Si Icardi está bien, tiene que
jugar en la selección argentina. No me importa qué hace en su vida privada…”.
Es
cierto, Icardi es un futbolista con poco cerebro, fuera de la cancha. Suena
feo, pero es verdad. Un tipo que tiene que pensar más sus acciones. Si quiere
ir convocado, debe mejorar su comportamiento. Antes parecía que no iba a
cambiar su actitud. Ahora, poco a poco se le ve más maduro. Igual sigue
generando ruido con los temas extrafutbolísticos; sobre todo y, quizás,
únicamente, en Argentina.
Delantero
corpulento con velocidad. Capacidad de desmarcarse – al espacio – con facilidad. Profundidad. Presencia en el
área. Verticalidad. Frialdad. Definición y pegada lejos. Golpeo de cabeza.
Carácter. Liderazgo. Personalidad. Un futbolista que se está convirtiendo,
partido a partido, en un “9” más global. Resuelve partidos. Presiona en alto al
defensa rival y busca recuperar el balón. Debe mejorar más en lo colectivo,
pero está aumentando su trabajo en equipo.
Icardi
es jugador excepcional. Un “9” con características distintas a los delanteros
de Argentina y que podría aportar mucho a la selección dirigida, actualmente,
por Bauza.
El
conjunto de delanteros de la selección de Argentina es de otro mundo. Agüero e
Higuain. Los segunda puntas: Correa, Dybala, Messi. Los nuevos: Alario y
Pratto. Los chicos: Vietto, Calleri, Giovanni Simeone. También se pueden contar
a Marco Ruben y Tevez. Y más. Son muchos. Icardi la tiene difícil.
¿El argentino
busca cambio? No sé. Según lo que leo y escucho, sí. Los códigos y lo
extradeportivo se debe olvidar. Y acabar con la idea de nombrar a Icardi y que
salga el tema “no deportivo”. Él marca goles. Le importa el arco. Rinde en la
cancha. Habla en el campo. Hasta la selección italiana lo sigue queriendo. Siempre
se le critica, pero continuamente responde. Cada año mejora. Le puede aportar
algo distinto a Argentina. Su rendimiento pide selección. Y la merece.
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