Gustavo Laguardia (@AKD_GustavoL)
La previa del clásico
entre Racing e Independiente poco y nada tuvo que ver con lo sucedido el
domingo en el ‘cilindro’ de Avellaneda. El último partido disputado por ambos
equipos sembraron dudas en cuanto al juego y ‘discordias’ entre sus seguidores,
lo cual los medios deportivos supieron
capitalizar muy bien para crear una atmósfera densa y conflictiva, de hecho,
los títulos de la semana anunciaban “Racing e Independiente, el clásico del
miedo” y, los más moderados, “el clásico de las crisis”.
¿De qué ‘miedo’ y de qué
‘crisis’ estaban hablando los medios? Por el lado de Racing, se le atribuía al
equipo que frente a Huracán (1 a 1), los jugadores se habían metido muy atrás
(lo cual es cierto), favoreciendo al empate de ‘el globo’ a los 44 minutos del
segundo tiempo; que su técnico, Ricardo Zielinsky, es demasiado ‘defensivo’ y
manda a sus jugadores a defender detrás de la mitad de su propia cancha, que si
se perdía con el clásico rival no le quedaban ‘espaldas’ para seguir; que las
declaraciones de su capitán, Lisandro López, habían expuesto las debilidades de
sus compañeros y del D. T., al punto de generar ‘divisiones’ y ‘enojos’ entre
ellos y con el propio Zielinsky. Mientras tanto, era muy escaso, por no decir
nulo, el análisis acerca de las herramientas de Racing para revertir la ‘mala
imagen’ del partido con Huracán.
Del lado de Independiente,
la cuestión era bastante similar aunque con atenuantes, ya que el equipo venía
de perder 2 a 1 en condición de local con San Lorenzo, pero había jugado bien y
generado muchas chances de gol. Sin embargo, los pocos puntos logrados (16) que
lo mantenían muy lejos del puntero Estudiantes de La Plata (26), además de la
poca efectividad de sus delanteros en las 11 fechas que se llevaban jugadas,
hacía que las miradas se posen sobre Gabriel Milito, el D.T., quien podría
llegar a irse de la institución ante una posible derrota.
Así las cosas, a las 20.02
del domingo 27 de noviembre de 2016 Racing e Independiente comenzaron a jugar.
Antes de cualquier análisis posible, repasemos las formaciones, las cuales a mi
entender, ‘esconden’ una clave de lo que posteriormente pasó en el campo de
juego.
Racing (4-4-2): Orión –
Pillud – N. Sánchez – Víttor y E. Insúa. O. Romero – González – Aued y M.
Acuña. Lisandro López y Gustavo Bou.
Independiente (4-2-3-1):
Campaña – Figal – Cuesta – Pellerano y Tagliafico – Ortiz – Rodríguez – Benítez
– Barco – Sánchez Miño – Dennis.
La clave ‘escondida’ es
que con Rigoni, “Cebolla” Rodríguez y Vera en el banco, Independiente perdió de
entrada carácter y juego ofensivo.
Vayamos a las demás claves,
aquellas que hicieron que Racing superara con holgura a su rival como
consecuencia de las mismas:
1) Actitud y carácter para
querer ganar desde el comienzo del juego;
2) presión alta para recuperar
la pelota;
3) orden y concentración
en todas las líneas;
4) Lisandro López y
Gustavo Bou comprometidos en cada pelota, dinámicos, veloces y precisos;
5) Orión, quien contuvo
las dos pelotas con destino de gol que tuvo Independiente, la primera, el cabezazo
de Dennis cuando el partido estaba 1 a 0, fundamental para consolidar el
resultado.
Entre las claves que
hicieron que “el rojo” perdiera el clásico, ya citamos una anteriormente, a la
que se le agregan:
1) pocas energías
(‘batería baja’, como se dice en la jerga futbolera);
2) sin posesión de pelota
(cuando la tiene Barco surgen las mejores posibilidades de conversión);
3) poco peso en el área,
seguramente con Vera cerca, Dennis hubiera tenido más chances;
4) Rigoni y Rodríguez,
quienes liberan a Barco para que juegue
y traslade, además de asistir vía pase o centros, estuvieron ambos en el
banco de suplentes en el inicio del partido.
Racing convirtió por medio
de “Licha” López en el primer tiempo, Gustavo Bou al inicio de la segunda etapa
y nuevamente “Licha” de penal pocos minutos después, para cerrar en tres goles
una cifra que podría haber sido mayor aún.
El “ruso” Zielinsky se la
pasó gritando “¡salgan!”, como para dejar en claro que no quiere a su equipo
atrás; Gabriel Milito se mostró contrariado y confundido. Contrariado por lo
que sucedía en la cancha y confundido por el once titular que dispuso para
jugar el clásico.
Racing ganó, gustó y
‘casi’ goleó y lo hizo por una diferencia de tres goles, algo que no conseguía
desde 1968. Ahora quedó en una posición expectante en la tabla de posiciones, a
cinco puntos del líder estudiantes que resignó su invicto a manos de Banfield.
¿De qué hablarán esta
semana los medios? ¿De Zielinsky como técnico “defensivo” o de la continuidad
de Milito como Técnico de Independiente? En la previa los medios no acertaron,
en el después puede llegar a ser más fácil que lo hagan…
Publicar un comentario