Por: Leonardo Herrera Zerna
(@LeonardHerreraZ)
En los últimos años, en
el mundo del fútbol se ha venido hablando mucho de la 'revolución de los
equipos chicos'. Hay muchos clubes y selecciones a los cuales podemos citar
como ejemplo: El Leicester city de la campaña 2016-2017, el Independiente del
Valle finalista de la Libertadores del 2016, la 'desconocida' Islandia de la
Eurocopa 2016, y los héroes inmortales de la desaparecida plantilla del
Chapecoense. Pero no vamos a centrarnos en hablar de cada uno de ellos, ya que
todos son casos tan conocidos como dignos de admirar y que inspiran a la
motivación de otros clubes con poca o nada transcendencia y protagonismo en sus
torneos locales.
Era enero del
2017 y se empezaba a definir las fechas del campeonato ecuatoriano de fútbol y
entre los conocedores y aficionados a darse el desfile de nombres de los
principales favoritos para que desde la primera fecha marcaran la diferencia en
el transcurso de la temporada regular.
En lo
personal, si me preguntaban en aquel instante si entre mis favoritos y
candidatos a 'dar pelea' en las primeras posiciones estaba el modesto Delfín
SC, mi respuesta hubiera sido un rotundo y muy directo no. Bastaba ver los
números del año anterior, del club de la costera ciudad de Manta para darse
cuenta que la campaña de este iba a ser la misma a la que nos tenía
acostumbrado en la mayoría de ocasiones en las que intervino en primera A
(mitad de tabla para abajo, o en el peor de los escenarios el descenso de
categoría)
Mi pensar no
era muy diferente al de muchos amantes del fútbol que hemos visto las pobres
intervenciones del club fundado en 1989 y que hoy en día, a falta de 4 fechas
para que culmine la primera etapa del torneo ha realizado una campaña que raya
en la perfección con 10 triunfos, 8 empates y ninguna derrota. Se ha adueñado
de la punta del campeonato de manera prematura y saliendo airoso de plazas
complicadas como son el estadio Capwell de Emelec (empate 1-1) y la Casa
Blanca, nuevo estadio Rodrigo del excampeón de América, Liga de Quito (triunfo
0-2), y derrotando al campeón vigente Barcelona SC en el fortín del Jocay de
Manta (1-0). Con todos estos antecedentes, el conjunto Cetáceo rompió todos los
pronósticos y echó abajo las expectativas que muchos se hicieron con base a los
ya favoritos, Emelec, Barcelona, Liga de Quito, e Independiente, que desde hace
varias fechas esperan un 'resbalón' del puntero.
Pero, ¿qué
hizo que un equipo, que hasta diciembre del 2016 peleaba el no descenso, para
ser ahora el principal candidato a hacerse de un espacio en la final del torneo
en diciembre y un 'ticket directo' a la Conmebol Libertadores del 2018? Cabe
destacar el recambio en la plantilla. El acierto en la contratación de
jugadores como Carlos Garcés -goleador que ha certificado su valía con 7 dianas
en 18 fechas-. Sus actuaciones en el Atlas mexicano y posterior a este en el
Deportivo Cuenca hicieron que el economista José Delgado (presidente del Delfín
SC) se decantara por él como reemplazo del Maxi Barreiro, goleador del equipo que
partió al Necaxa de México. Otro ecuatoriano con calidad goleadora es Roberto
'Tuca' Ordóñes, corpulento y potente centro delantero, con amplia trayectoria
en el fútbol local. Ambos, junto a Jacob Murillo (ex Olmedo de Riobamba), han
conformado un tridente donde se combina, la potencia, velocidad, y manejos de
tiempo en la administración y distribución del esférico. La columna vertebral
de este inspirado Delfín la completan el volante uruguayo Matías Duffar -el
hombre que 'mueve los hilos'-, el ágil extremo derecho Henry Patta y un
aguerrido volante de contención como es el ex Fuerza Amarilla Luis Luna.
Creando un
bloque compacto y ordenado, está atrás uno de los referentes: El capitán
Francisco Silva. Su pareja en la zaga es una de las figuras del torneo: El
espigado defensa venezolano Jhon Chancellor, que no solo utiliza el juego aéreo
para mantener el balón alejado del área chica, sino también para causar estragos
en la defensa de sus rivales. Para finalizar no podemos dejar pasar por alto a
Pedro Ortíz, el guardameta esmeraldeño que se hizo dueño del arco y que por sus
destacadas actuaciones la prensa y afición ya lo aúpan para que este en la
lista de Gustavo Quinteros. Por sus condiciones y el no tan grato momento que
atraviesa 'Dida' Domínguez no sería nada descabellado ver al cetáceo codeándose
con Dreer, Banguera y compañía.
Pero como un
buen grupo de jugadores no puede coaccionar como equipo sin una 'cabeza' que se
enfoque en armar una buena estrategia y más que todo dé una identidad de juego,
no podemos dejar de hablar del líder. Podemos indicar con toda certeza que el
principal responsable de que propios y extraños hablen tan bien de este Delfín
SC es el uruguayo Guillermo Sanguinetti, el charrúa que llegó la temporada
anterior para tomar las riendas del guayasense River Ecuador. Aceptó a inicios
de esta 2017 el reto de reconstruir al cuadro y mantenerse después de haber
dejado a la 'fuerza roja del Guayas' libre del descenso en el 2016.
Ni el más
optimista de los hinchas del 'Perro Muerto' (nombre de la barra brava del
Delfín) se podría imaginar la revolución que iba a causar el club con el
charrúa en el banquillo. No cualquiera se mantiene por más de diez fechas por
encima de los 'poderosos' Barcelona, Emelec, y Liga de Quito.
El asunto es
que pase lo que pase en las fechas restantes, y en la segunda etapa, este grupo
de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes deja un techo muy alto de superar
para los futuros cetáceos y una lección para el resto de competidores con pocas
posibilidades de hacer algo similar. La 'revolución de los chicos' también se
da en Ecuador y puede llegar a niveles inimaginables si se mantiene la
constancia, el compromiso, el esfuerzo y sobre todo el 'yo puedo'.
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