Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
Un año después de
su nacimiento, Venezuela logró algo histórico, ya que ganó cuatro partidos
seguidos en las Eliminatorias para el Mundial del 2002. Consiguió más victorias
en 4 meses, que en 30 años - en partidos oficiales -. Nació en la época del boom. En el 2006, Fereira con 5 años no disfrutó, seguramente, de manera
consciente el Centenariazo contra Uruguay. Era muy pequeño.
Sin embargo, capaz se enamoró e ilusionó con su selección y con un balón de
fútbol. Cuando la Vinotinto llegó a semifinales en la Copa América de Argentina
2011, tenía 10 años de edad.
Hoy en día, con 16
años – en tres meses, es decir, en septiembre, cumple 17 – es el lateral
derecho titular del equipo más campeón del fútbol venezolano, el Caracas FC.
Eduardo Fereira
irrumpió en el primer equipo del Caracas FC como lo hacen los jugadores
destinados a hacer algo más grande que llegar: solucionando problemas desde el
primer partido. El contexto estaba muy claro: sin Jefre
Vargas,
el conjunto rojo necesitaba un lateral derecho que por un lado ofreciese
profundidad y buscase crear sociedades para asentar la posesión y, por el otro,
cerrase la defensa por ese costado y corrigiese los defectos que estaba
arrastrando sus compañeros con concentración. Pero la solución no parecía tan
evidente. Ni Moises Acuña ni Giácomo Di Giorgi ni Ouens Molleda cumplían con
esta doble misión. Y el Caracas de Chita, poco a poco, comenzó a sentirse
demasiado vulnerable.
Hasta que llegó
Eduardo Fereira – después de un Sudamericano Sub-17 impresionante –, porque por
naturalidad con la posición, por sus condiciones y por su personalidad, el
joven lateral venezolano llenó esa vacante desde el día de su debut.
Desde el día de su debut hasta la actualidad, el joven
Eduardo Fereira ha disputado 12 de 16 partidos posibles como titular.
Se nota que es un imberbe
enamorado del fútbol. Cuando su equipo va a salir al campo o está esperando el
pitazo inicial, Fereira no se cansa de animar a sus compañeros, con tan corta
edad muestra definiciones de un tipo con carácter y personalidad. Va al choque
para defender lo suyo. Él ama lo que hace. No necesita que nadie lo estimule.
Juega al fútbol, no trabaja de futbolista.
Posee las
condiciones para llegar a la élite, pero para alcanzar ese lugar, tiene que
recorrer un largo camino, donde aprenda de sus errores, desarrolle su talento y
potencie su inteligencia futbolística. Por ahora, debe seguir la misma línea de
trabajo, de la convicción, unión, profesionalismo. Soñar con ganas de triunfar,
de ser grande. Él pertenece a una generación valiosa. Su potencial nos invita a
pensar que es un lateral para una década.
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