Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
Inglaterra y Venezuela, además de ser los finalistas del
Mundial Sub-20 2017, tienen algo en común; ya que nunca han alzado este torneo
de categorías inferiores. Los ingleses han caído en dos ocasiones en semifinales
(1981, 1993) y los venezolanos solo habían participado en una ocasión (2009).
Para los ingleses es la primera final de un Mundial (en
todas las categorías) desde 1966, cuando Inglaterra, en su casa, le ganó a
Alemania. A partir de ahí, no han disfrutado de un partido con esas características
y emociones.
Venezuela clasificó a su primera final de un Mundial FIFA
en cualquier categoría. Una generación se preparó desde hace casi dos años (31
de agosto del 2015). Un trabajo que rindió frutos; pero ahora, le toca jugar el
último partido del torneo, con el objetivo de salir campeón. La cuestión es, ¿cómo debe jugarle a Inglaterra?
1. Neutralizar a Jonjoe
Kenny. Se le puede considerar como
el futbolista más importante de Inglaterra durante el Mundial Sub-20. Uno de
los que más influencia tiene en el juego inglés, por su constancia y
profundidad. Además, porque, a sus 20 años, demuestra inteligencia para saber
cómo y cuándo llegar a la altura de los delanteros. Y también en zonas
interiores, si es que no consigue espacios en la banda. Clave en el fútbol
colectivo de su selección.
Para
detener a Kenny será importante que Venezuela forme un triángulo defensivo en
su banda izquierda con el lateral (Eduin Quero o José Hernández), Ronaldo
Lucena o Yangel Herrera y Adalberto Peñaranda (o Ronaldo Peña, quien hace el
ida y vuelta cuando Adalberto muestra agotamiento). El objetivo será tapar en
la salida al lateral inglés, quien puede salir en largo buscando a sus
delanteros (Dowell, Solanke, Calvert-Lewin o Armstrong) o juega en corto con su
mediocampo (Onomah, Cook o Maitland-Niles). Y después, se proyecta (midiendo
los tiempos para crearse un espacio) por la banda para ofrecerse y generar.
2. Contraataque. Inglaterra sufre en el retroceso defensivo, sobre todo
porque en el repliegue son algo lentos. Ahí Venezuela debe aprovechar con sus
futbolistas rápidos (Córdova, Chacón, Peña, Peñaranda o Soteldo) y atacar los
espacios.
Si
Inglaterra pierde el balón, Venezuela debe fijar las bandas; ya que Kenny y Walker-Peters
(o Connolly) son laterales que se divierten al atacar y suben constantemente a
la altura de los delanteros o zonas interiores, dejando un espacio en defensa.
3. Controlar la salida
de balón de los ingleses. En todas sus líneas,
es decir, desde el portero al mediocentro. Inglaterra es una selección con
calma para salir jugando desde atrás, donde son horizontales, hasta encontrar
un espacio entre líneas para atacarlo de manera vertical.
Woodman
es un guardameta con un buen juego de pies, que tiene dos opciones de pase, ya
sea en corto con sus centrales o en largo,
para ganar segundas jugadas, con sus laterales (sobre todo Kenny) o sus
atacantes (Solanke, Calvert-Lewin).
Sus
centrales (Clarke-Salter, Fry, Tomori) son futbolistas con muy buena técnica,
sobre todo Fikayo Tomori, quien puede jugar en ambos bandas del centro de la
defensa; pero que, en la izquierda (su pie natural es el derecho) sufre, si lo
presionan, porque tarda en reaccionar y/o tomar decisión. Sin embargo, en los
dos lados muestra grandes condiciones para adelantar líneas en conducción o
pasando. La clave debe ser la presión alta que, prácticamente, ahogue, con Córdova,
Chacón, Peña, Peñaranda o Soteldo, para provocar el error.
Además,
la clave de esta presión también pasa por tapar a Lewis Cook, quien es un
futbolista importante en la etapa de superar líneas, con el juego vertical de
Inglaterra. Destaca por sus pases largos y su inteligencia al ampliar el juego.
4. Cierre de espacios. Inglaterra es una potencia ofensiva, sobre todo con Ademola Lookman y Dominic Solanke; pero
también están Adam Armstrong, Dominic Calvert-Lewin, Kieran Dowell y Sheyi Ojo
(dos de estos últimos cuatro serán titulares; mientras que, los otros dos
servirán como opciones para desequilibrar el partido).
Venezuela
debe seguir demostrando su orden defensivo, donde sus líneas se encuentran
juntas y permiten pocas opciones de pase.
Provocando el ataque posicional para el rival, donde Inglaterra sufre, por
su bajo nivel asociativo (son más de un juego vertical y rápido).
Dowell
acumula calidad para filtrar o recibir pases entre líneas, sabe cómo
posicionarse en zonas interiores para dejar la banda a su lateral (Kenny) y
asociarse con él. Lookman es un extremo desequilibrante, con un gran cambio de
ritmo y regate. Ambos realizan muchos movimientos por dentro; ahí, los
laterales venezolanos (Ronald Hernández y Eduin Quero o José Hernández) tienen
que coordinarse con su mediocentro (Yangel y Lucena).
Yangel Herrera,
quizás, podrá ser el hombre clave, para realizar una marca casi personal con Dominic
Solanke, quien posee una gran libertad para pisar varias zonas del campo, ya
sea, el área, las bandas o el mediocampo. Es un futbolista insistente e inquieto,
que realiza muchísimos movimientos entre líneas para recibir, girar y encarar
(contra Italia, se observaron varios pases filtados para los desmarques de Calvert-Lewin), con el objetivo de
generar peligro.
En conclusión, Venezuela debe evitar que Inglaterra
juegue por las bandas, sobre todo cuando sus laterales llegan a la altura de
los delanteros; ya que también permite que Lookman y Dowell (o Sheyi Ojo) pisen zonas interiores y Armstrong, Calvert-Lewin
o Solanke sienten más libertad para atacar cualquier zona del frente ofensivo. Y
así Inglaterra demuestra su poderío en el ataque.
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