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Josué Chávez (@JosueChavez96) y Sebastián San Miguel (@Sebas16San)
Rezó una de las estrofas que se cantó domingo a domingo en el estadio Alejandro Villanueva (conocido como Matute). Justamente corazón fue lo que el actual campeón peruano tuvo a lo largo del año, marcado por críticas de parte de hinchas blanquiazules, de otros equipos y periodistas.

El entrenador
Pablo Bengoechea supo armar un equipo fuerte. Creó una armonía entre los experimentados y los jóvenes, convenció a su conjunto sobre lograr el objetivo. Se creyeron los mejores. Estilo parecido al de Gareca.

Mantuvo la calma tanto en la victoria como en la derrota, nunca se le vio festejar con una gran felicidad, a lo mucho esbozo una sonrisa – contra San Martín en la remontada –. No se quejó nunca de los árbitros o de las críticas, abrazó cada cosa que le dijeron, en cada situación en la que lo pusieron. Logró unir un camerino muy pesado.

Matute es un fortín
No perder de local durante todo el año, en el Torneo Descentralizado, fue uno de los puntos a favor de este plantel. La deuda pendiente fue sin duda ante los equipos del exterior, cayó ante los tres que enfrentó (Danubio y Delfín en amistosos e Independiente por Sudamericana).

El mejor
Leao Butrón demostró con 40 años un nivel alto. Cuando Alianza no mostró contundencia de cara al gol, apareció en los partidos que se le necesitó mantener el arco en cero, con atajadas que le valieron el apodo de “Leao Buffon”. Destacó en los partidos contra Universitario y Sporting Cristal, donde atajó de todo. También brilló en Avellaneda contra Independiente.

El gol
A falta de un ‘9’, Luis Aguiar se vistió de goleador, con una efectividad de cara al arco debido a su excelente disparo tanto con la pierna izquierda como la derecha.

El argentino Germán Pacheco aprovechó los minutos que le otorgaron y consiguió ser el segundo goleador del equipo con ocho goles.

El medio
Con el pasar de los meses el nivel de los ex-seleccionados Rinaldo Cruzado y Luis “Cachito” Ramírez fue elevándose aportando el balance y cuota de la experiencia al plantel. Uno de los mayores cambios de cara respecto al Apertura fue la presencia de Ascues, quien se convirtió en un todocampista con gol, consiguiendo una segunda parte del año espectacular.

Los jóvenes
La aparición de futbolistas como Aldair Fuentes o Kevin Quevedo. El primero, pieza clave en la transición defensa-ataque. En el Clausura estuvo muy bien en el puesto de defensa central, acompañado tanto por Godoy o por Miguel Araujo. El segundo, metió cuatro goles en un partido contra el Juan Aurich. Pablo Bengoechea prefirió trabajarlo como estuvo previsto, ganando minutos y siendo una pieza de recambio importante. Cabeza por encima de todo.

Los juzgados
Ejemplos como Gabriel Leyes, Lionard Pajoy y Gonzalo Godoy. Muchas veces se dudó de sus capacidades, pero terminaron respondiendo. Los uruguayos (Leyes y Godoy) fueron quienes anotaron los goles más emocionantes del año para Alianza, Godoy le marcó un doblete a San Martín, mientras que Leyes metió dos goles de la victoria antes Comerciantes Unidos y puso fin al recuerdo de Flavio Maestri marcándole a Cienciano en la final de 2006. Pajoy corrió toda la cancha siempre, a pesar de muchas veces tener miedo al entrar al balón o al cabecear.

El punto débil

Los más frágiles fueron los laterales (Cossio, Duclós, De la Haza y Garro), quienes no estuvieron del todo bien. Aunque, algo positivo para Cossio y Garro fue que cuando Pablo Bengoechea jugó con línea de cinco, los dos se pasearon arriba, donde demostraron que su naturaleza no es la de un marcador con alto trabajo en defensa sino más bien un apoyo en salida y haciendo el recorrido táctico. Duclós encontró la manera correcta de defender, sobre todo en el último tramo, cuando le ganó la titularidad al ex-cristal (Cossio). De la Haza fue un jugador intermitente (un partido bueno y otros dos malos).

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