Roy Galdos (@chinodelarisa)
Si
había un equipo que podía pincharle el globo a Alianza Lima, ya sea robándole
un empate o ganándole en Matute –cosa que ningún equipo había logrado durante
todo el año–, ese era Comerciantes Unidos. No necesariamente por el nombre ni
por lo que futbolísticamente podía plantearle a los de Pablo Bengoechea, sino
más bien por haberse puesto en el último escalón, en la última barrera de un
equipo que solo necesitaba el triunfo para salir campeón tras 11 años de
sequía.
El
resultado final describe, de algún modo, lo que fue Alianza Lima durante todo
el año: no necesita dominar ni que su aparente control del partido apabulle a
su rival para hacerse con el triunfo. Ni siquiera requiere arrollar en el juego
para sobreponerse ante un contexto donde la presión aparece para hacer sombra.
Alianza Lima sabe lo que tiene y lo que puede hacer con ello, aunque eso
signifique sufrir más de la cuenta.
Comerciantes Unidos, DT:
Agapito Rodríguez
|
Alianza Lima, DT: Pablo
Bengoechea
|
MANO A MANO
Alianza
Lima tenía enfrente al que podía ser su último rival de la temporada. Si quería
alzarse como campeón nacional sin la necesidad de jugar una final, había que
ganarle sí o sí a Comerciantes Unidos.
En
ese contexto, los blanquiazules apelaban al libreto que en este Clausura había
pesado un poco más que en el Apertura: mayor elaboración en la mitad del campo,
juntar líneas a partir de una buena continuidad de pases y explotar al
centrodelantero para permitir la llegada de los extremos, en este caso Alejandro
Hohberg y Luis Ramírez.
Pese
a que entre Rinaldo Cruzado, Carlos Ascues y, sobre todo, Luis Aguiar, se armó
un tridente que durante el primer tiempo demostró consistencia para enlazar un buen
fútbol en la mitad del campo, Comerciantes Unidos no tuvo que preocuparse
demasiado. Las líneas de pase casi siempre se cerraron con el 4-5-1 que los de
Agapito Rodríguez propusieron en fase defensiva. De ese modo, Lionard Pajoy se
aisló como nunca antes, terminando casi confrontado con los defensores rivales
y el portero Exar Rosales.
PRESIÓN FINAL
Con
la consigna de ganar o ganar para salir campeones, a diferencia de otros
partidos a lo largo del Torneo Clausura, Alianza Lima se dejó llevar, en
pasajes importantes y prolongados del primer tiempo, por la tensión que se
respiró en el estadio.
La
urgencia de abrir el marcador y evitar que el final termine siendo más
angustioso que de costumbre. La imprecisión se apoderó los de jugadores que siempre
estuvieron finos en cada pase (Rinaldo Cruzado y Luis Aguiar).
SOLTURA CUTERVINA
Comerciantes
Unidos no se dejó llevar por el ambiente que envolvió el encuentro. El 4-3-3 de
Agapito Rodríguez, con Lucio Zeña, Jeremías Bogado y Edson Aubert como los
jugadores más activos, se las ingenió para hacerle frente a Alianza Lima.
Aunque
en defensa demostró mucha fragilidad ante la movilidad de Hohberg, Ramírez y
Pajoy. En fase ofensiva, se llenaron de soltura y consiguieron ocasiones de gol
que pudieron haber finiquitad mejor. La conexión Bogado-Aubert funcionó muy
bien para encontrar espacios y filtrar pases entre los mediocampistas
blanquiazules.
OTRA VEZ BENGOECHEA
Para
el segundo tiempo, Comerciantes Unidos dejó de ser incisivo. Pablo Bengoechea
se dio cuenta de eso y entendió que le sobró un defensor. Y así, dando una
nueva clase de replanteo, sacó a Gonzalo Godoy para enviar al campo de juego a
Gabriel Leyes (además de poner a Quevedo en lugar de Hohberg).
Con
tan solo un minuto en cancha, Leyes conectó un certero centro de Luis Aguiar
para poner el primero del partido. No fue un gol cualquiera. El gol significó
un desahogo contenido durante 11 años. Abrió el camino y el título estaba cada
vez más cerca.
YO SOY LA LEY
El
fútbol es misterioso e impredecible. No sabes cuándo, cómo o en qué
circunstancias te pueden poner en bandeja una situación tan memorable delante
de tus narices.
Eso
pasó con Gabriel Leyes, el refuerzo resistido por la hinchada, pero en quien
Pablo Bengoechea confió a ciegas. El técnico uruguayo no miró ni de reojo los
números que tuvo hasta ese entonces su compatriota (un gol en once partidos).
Lo envió en un momento caliente, donde la necesidad lo apremió y respondió con
un doblete que valió un título.
VOLVIERON A APARECER
Además
del redondo partido que tuvo Gabriel Leyes desde su ingreso –a pesar de que
falló groseramente el 3-0–, los nombres de Luis Aguiar, Carlos Ascues y Leao
Butrón volvieron a pesar en el triunfo blanquiazul.
Si
bien esta vez no apareció el nombre de Luis Aguiar en el marcador, de sus pies
nacieron los goles de su compatriota. Además, desde su posición, y más en el
segundo tiempo, comandó los ataques y contrataques de Alianza Lima con mucha precisión.
Al
igual que Aguiar, Carlos Ascues levantó su juego en la segunda parte. Siempre promovió
su presencia en el mediocampo, tanto para presionar a Jean Tragodara y Carlos
Flores, como para adelantar líneas y llegar con mucha peligrosidad a zona de
definición.
Leao
Butrón, por su parte, aunque no fue exigido en demasía durante el partido
–teniendo incluso un segundo tiempo muy tranquilo–, respondió con solvencia a
las pocas chances que contó Comerciantes Unidos para anotar, demostrando así al
cierre de la temporada que este ha sido su año.
Publicar un comentario