Por Percy Taira (@PercyTaira)
Lamentablemente el racismo
en el fĂștbol es algo que todavĂa existe. Lo hemos visto varias veces cuando
hinchas e incluso los propios jugadores atacan a los jugadores con insultos,
gestos o comentarios sobre el color de la piel de la persona.
Uno de los casos
emblemĂĄticos de esta terrible realidad ocurriĂł en el siglo XX, en Brasil,
cuando el fĂștbol era considerado, un deporte de blancos.
En esos años, el
Fluminense, era el equipo mĂĄs "aristocrĂĄtico" de Brasil. Los miembros
del club, incluidos los jugadores, eran grandes empresarios y demĂĄs personas
adineradas de RĂo de Janeiro. En sus reglas internas, este club, simplemente no
permitĂa jugadores de raza negra.
Sin embargo, debido a que
el equipo pasó una crisis de buenos jugadores, en el año 1916, decidió contar
con la presencia al joven universitario Carlos Alberto, pero habĂa un
"problema", y es que el joven era negro.
Esto llevĂł al Fluminense
tomar medidas extremas, por ejemplo, Carlos Alberto no salĂa junto con su
equipo cuando este salĂa a la cancha antes del partido para saludar a sus
hinchas. Carlos Alberto era escondido en el camerino y solo salĂa cuando estaba
a punto de comenzar el juego.
Otro hecho mĂĄs, y entre
todo, quizĂĄ sea lo mĂĄs vergonzoso, es que Carlos Alberto tenĂa que empolvarse
el rostro con polvo de arroz, para disimular el color negro de su piel. Se dice
que en un partido contra el América, el polvo de la cara de Carlos Alberto, se
comenzĂł a desaparecer por el sudor, fue entonces cuando la hinchada del otro
equipo notó el engaño y para burlarse comenzó a gritarle "Po de
arroz", que en portugués quiere decir Polvo de arroz.
Con el tiempo el apodo a
Carlos Alberto, fue tomado por todo el equipo del Fluminense, es mĂĄs, hoy en
dĂa, la hinchada del Fluminense cada vez que sale su equipo, puede verse en las
tribunas una nube blanca que hace recordar este hecho, aunque por supuesto, ya
no con las mismas connotaciones racistas.
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