La vida de un futbolista no es fácil. Las críticas, los
problemas extradeportivos y personales influyen mucho en su desempeño
Luis Gonzales (@Luchvr)
En el fútbol, como en la vida, los obstáculos se
encuentran muy a menudo. De distintos tipos y formas. Luisito, con el cariño que le tienen en Uruguay, lo sabe muy bien.
En Salto, su ciudad natal, las malas juntas por
poco no dejaron que El Pistolero
naciera como futbolista. Tras ello, los problemas económicos que derivaron de
la separación de sus padres, no lo detuvieron. Una luz apareció en su camino:
Sofía, su actual esposa y quien sería el principal factor para vencer los
Clásicos de su vida. Gracias a ello, con
17 años, debutó en el Nacional uruguayo, siendo campeón el mismo año.
Groningen fue el siguiente paso en su carrera. El
club holandés fue su primera experiencia en Europa, pero pudo ser la última. Él
no sabía inglés ni holandés. Apenas firmó su contrato, viajó a España para
buscar a Sofia, su novia, quien lo había dejado cuando todavía residía en
Uruguay. “Si Sofía no vivía en España, no
me quedaba en Groningen”, reveló Luis en una entrevista.
Los problemas comenzaron en Ajax y no por su falta
de gol, precisamente. La primera vez fue en un partido frente a PSV, en donde
el uruguayo mordió a Otman Bakkal. Siete fechas de suspensión fue el primer
castigo.
Ya en Liverpool, también pasó por dilemas
similares, como el caso de racismo con Evra y la reincidente mordida contra
Ivanovic en un partido con Chelsea. Por este último hecho, recibió diez
partidos de suspensión. Además, fue obligado a acudir a terapias para el
control de la ira. Por ello, sufrió una
constante persecución de la prensa británica, quien veía en él y sus
inconvenientes, a sus portadas diarias. “Si no soy feliz fuera del campo, no lo
demuestro dentro”, comentó en una ocasión.
Suárez buscó en Brasil la oportunidad para resarcir
la mala imagen que había dejado en Inglaterra. Por poco se pierde el torneo,
pero llegó a debutar en el segundo partido, justo, frente a los ingleses. Un
doblete lo colocó en lo más alto del podio charrúa. Pero la alegría duraría poco. En el partido
con Italia, ocurrió el incidente con Chiellini. Otra vez, mordió a su rival. La
FIFA acató una sanción polémica en contra de Suárez: lo suspendió durante 9
partidos oficiales y 4 meses sin poder asistir a un campo de juego, dejándolo
sin Mundial.
Días antes de que finalice el campeonato, su
fichaje por el Barcelona se hizo oficial. Las críticas no se hicieron esperar. “No es para el Barcelona”, “Le pasará lo
mismo que a Ibrahimovic y Henry”, “No
es para el estilo de juego”; los principales argumentos en contra de su
contratación.
Pese a ello, por azares del fútbol, debutó frente
en Clásico. “Soy un tipo bastante callado
en casa, pero hasta mi mujer sabía de las ganas que tenía por volver a jugar”,
contó en una entrevista previa a su debút. Seguro, Sofia era la clave de su
paciencia por volver a jugar.
En su primer clásico, un gol suyo le dio la victoria
sobre Real Madrid y el liderato en la liga.
"Al Barça me trajeron para
hacer goles", declaró
luego del partido. Seguro que sí, sus goles lo avalan.
También es seguro que ha ganado un Clásico más: El Clásico para ganarse a la
afición catalana.
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