Agustín Vigo (@AgusVigo)
A
mediados de octubre de 2016 la AFA designó a Claudio Úbeda como DT de la
Selección Argentina Sub 20. Previamente la entidad responsable del fútbol
argentino solicitó que se envíen proyectos que se evaluarían para definir al
nuevo cuerpo técnico de las juveniles. Aquellos proyectos eran 44 y lo
llamativo de la elección final fue que Úbeda no había presentado lo solicitado.
La elección fue muy criticada ya que se consideró una falta de respeto hacia
quienes completaron los requisitos de AFA. Lo que podía ser un comienzo para
recomponer los juveniles, quedó marcado por la desprolijidad de la decisión
final.
Cambios
de entrenadores, ausencia de proyectos, cargos ocupados por personas
incapacitadas para desarrollar dicha tarea, falta de preocupación de los
dirigentes, ausencia de capacitación para formadores de juveniles, son algunas
de las razones por las que Argentina debe comenzar desde la base para lograr
resultados positivos, tal como fue con Pekerman y Tocalli. La dirigencia de AFA
se encargó de destruir todo lo realizado por ellos dos y llevó a las divisiones
inferiores a lo más bajo, hasta el punto que la aparición de buenos jugadores
depende exclusivamente del trabajo en cada club. Afortunadamente los formadores
de juveniles en los clubes continúan trabajando bien y surgen buenos jugadores
en Primera, el talento siempre estuvo en Argentina, la ausencia e
irresponsabilidad es dirigencial.
El
trabajo de Úbeda al frente de los juveniles lleva apenas tres meses, un tiempo
en el cual es imposible desarrollar un proyecto a largo plazo, imponer un
estilo de juego, generar cambios en la actitud de los jóvenes que representan
al país y conseguir resultados positivos. Acentuada dicha situación por los
malos resultados previos: eliminada en primera ronda en el último mundial Sub
20 y también en los JJOO. Por estos
motivos, Úbeda y su cuerpo técnico son
los menos responsables de la mala actuación en el Sudamericano Sub 20, a
pesar de la clasificación al Mundial. En el poco tiempo que tuvieron para
trabajar, desarrollaron sus ideas e intentaron conseguir un objetivo
importante. En tan solo tres meses no se puede reparar lo que en diez años no
se hizo.
Los
resultados, es probable que no se visualicen en el corto plazo, el trabajo debe
comenzar hoy mismo para que en algunos años la Selección Mayor pueda nutrirse
de jugadores formados en juveniles. Tal como sucede en Alemania, donde desde
jóvenes trabajan con una idea futbolística similar a la propuesta en la
Selección Mayor, facilitando la adaptación de los jugadores a lo propuesto por
cada entrenador (que por supuesto tienen ideas similares en cuanto a su
propuesta futbolística. Será muy importante que los entrenadores de juveniles y
el DT de la Selección Mayor compartan su estilo de juego y lo que buscan con
sus equipos, que haya una continuidad. De nada sirve jugar en juveniles de
contragolpe y en la Mayor intentar tener posesión o viceversa, la homogeneidad
de ideas es fundamental.
Por
todas las dificultades que afrontan las juveniles desde hace diez años, se
festeja la clasificación al Mundial de Corea, pero hay que mirar en
profundidad, más allá del resultado final y tomar conciencia que Argentina está
retrasada con respecto a sus rivales en Sudamérica. Los responsables de AFA deben
brindarle todos los medios necesarios al cuerpo técnico para que desarrollen su
proyecto, para que Argentina regrese a la elite en las divisiones menores y
pueda trasladar la formación de los jóvenes a la Selección Mayor.
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