Héctor Ríos (@FIFAPiensa)
Cuando Ángel Di María llegó al número 24 de la Rue du
Commandant Guilbaud, en Paris, las expectativas que se tenían del argentino en
la prensa local eran altísimas. El 6 de agosto del 2015, Di María selló su pase
al Paris Saint-Germain en un traspaso de 63 millones de euros. Tras haber
dominado Europa durante la temporada en la que el Real Madrid ganó su décima
Champions, Ángel ha tenido experiencias agridulces desde entonces. Después de
pasar una temporada para el olvido en el Manchester United, el originario de
Santa Fe llegó a la capital francesa con la esperanza de reivindicarse como uno
de los mejores jugadores del planeta, buscando regresar al nivel de juego de la
final de Champions en Lisboa en la que tuvo una actuación bestial.
Su primer año en el conjunto parisino, todavía con
Zlatan como máximo referente, marcó un buen regreso de Di María a la élite,
registrando buenos números y presentaciones, aunque la campaña del PSG terminó
con sabor amargo al quedar eliminado –otra vez- de las fases KO de la Liga de
Campeones.
Con la llegada de Unai Emery al banquillo del Parc des
Princes, se esperaba que jugadores con las características de Di María se
beneficiarían y crecerían de la mano del técnico español. En el caso del
argentino, esto no ha pasado. Pero, ¿Por qué?
Unai Emery y el trabajo
Si hay algo que califica a Unai Emery como técnico es
el compromiso que logra con todos sus jugadores a aportar defensiva y
ofensivamente. El desgaste que cada uno de sus hombres realiza partido a partido
requiere de un compromiso total con la idea y la filosofía que tanto le resultó
en el Sevilla.
Una de las razones por las cuales a Di María se le ha visto
lidiar con tal inconsistencia es por la falta de compromiso que el argentino a
veces hace ver cuando está dentro de la cancha. Su poca participación en
defensa cuando su equipo lo necesita ha provocado que en partidos importantes,
de mucho ida y vuelta –especialmente en Champions- el técnico español prefiera
jugar con Blaize Matuidi como extremo izquierdo y prescindir de Di María. Un
caso parecido le sucedió a Emery en su tiempo en el Sanchez Pizjuan. El caso de
Yevhen Konoplyanka se le asemeja a lo que hoy ocurre con Di María. El veloz
extremo ucraniano llegó al Sevilla con la pinta de convertirse en uno de los
referentes de su equipo, pero aunque tenía calidad de sobra, la mentalidad del
jugador de recuperar un balón o de hacer una cobertura defensiva. Ante este
problema, el ucraniano sufrió para obtener la confianza de su técnico y de ser
un regular en el once inicial, y jugadores como Vitolo tomaron el puesto de
titular.
Lucas Moura es actualmente la primera opción de Unai
en la posición. El brasileño es el jugador con más minutos en la plantilla
parisina, y Moura le ha devuelto la confianza otorgada con sudor y goles.
Cuando juega de extremo derecho –posición óptima para Di Maria- ha contribuido
con 7 goles y 3 asistencias, mientras que el argentino solo ha anotado un par
de ocasiones en Ligue 1.
En una temporada que ha resultado con algunas sorpresas
para el recién llegado técnico español, Moura ha sido el jugador más constante
del equipo. Con Edinson Cavani promediando un gol cada 72 minutos en Ligue 1,
se esperaba que entre el uruguayo y el argentino rellenaran el grandísimo vacío
dejado por Zlatan Ibravimovic. Hasta el momento, Ángel se ha visto un tanto
desaparecido en los partidos importantes. En el reciente partido entre el
Mónaco y PSG, Emery prescindió del argentino y le dio entrada a Julian Draxler
en el once titular. El joven extremo alemán es otro jugador que se adapta
perfectamente a la filosofía del técnico. Draxler no solo es un extremo, pero
también puede jugar perfectamente como mediapunta. Aunado al talento, el
trabajo defensivo es algo que al ex Real Madrid le falta.
PSG y el 4-3-3
El equipo de Paris lleva años dominando el futbol
domestico de su país mostrando un futbol apegado al juego de posición. Con la
llegada del técnico español, algunos principios de las filosofías implementadas
por sus antecesores han mutado y otras se han mantenido. Caracterizado por un
futbol explosivo y muy rápido en transiciones, Emery ha mezclado sus ideas con
las que ya habitaban en el club parisino. De su 4-2-3-1 muy usual en su tiempo
en Sevilla, Unai ha cambiado dibujo al 4-3-3, tratando de aprovechar al máximo
las piezas talentosísimas con las que cuenta.
Siendo que Lucas y Ángel son naturalmente jugadores
por derecha, ambos han tenido que jugar en banda diestra y zurda. Cuando Di
María juega por derecha, el lateral derecho tiene que guardar su posición ya
que el argentino no aporta mucho cuando se tiene que hacer alguna cobertura
defensiva. Aunque en lugar de hacer tareas defensivas, el dorsal ‘11’
contribuye mucho en la creación de juego. Cuando su equipo se ve superado en el
mediocampo, él atrasa su posición y se posiciona como otro interior, tratando
de conectar las líneas del PSG. Con su velocidad y vértigo, esta es una muy
buena opción cuando el rival se repliega en cancha propia.
Durante la fase de grupos en Champions –y ante rivales
de más nivel en Ligue 1- el técnico español opta por Lucas como único extremo
natural, y Blazie Matuidi se incrusta en cualquiera de las bandas para contener
el ataque rival por fuera (usada en contra del Arsenal).
Factor físico
Otro factor que ha influenciado mucho en el desempeño
del jugador esta temporada, son los problemas físicos que se le han presentado
y han impedido que consiga un nivel de forma constante. Durante su soberbio
2014, el mundo fue testigo del nivel futbolístico con el que un Ángel Di María
en forma puede mostrar. Inoportunas lesiones como la sufrida en la Copa del
Mundo le han privado de mostrar un futbol con más confianza y explosivo como en
sus días en Portugal y en España. La última lesión para el argentino le llegó
en otro momento inoportuno. El 21 de
enero se lesionó en un partido de liga contra Nantes, cortando una racha de
buenas actuaciones. Para el PSG esto es un gran problema, ya que es el jugador
con más talento en toda la plantilla, y en la segunda parte de la temporada, una
lesión en un jugador clave puede significar la eliminación en las rondas KO de
Champions. Tras el descanso invernal, Di María ha tenido un nivel de forma muy
bueno, 5 goles y 2 asistencias en sus últimos 9 partidos, incluyendo un par de
actuaciones de “Man of the match.”
El parón en diciembre le ha dado un respiro muy
necesitado al extremo argentino que sin lugar a dudas será clave para que la
eliminatoria en contra del Barcelona sea un poco más pareja para el equipo
francés.
El futuro del Paris Saint-Germain depende en gran
parte del nivel físico y futbolístico de Ángel Di María. La lucha por la Ligue 1 presenta su cara más
competitiva desde hace muchos años, la Champions ha regresado y está a la
vuelta de la esquina. Es tiempo que el PSG demuestre que tiene plantilla para
trascender finalmente en la competición que se le ha negado hasta el
momento.
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