Gonzalo De Feliche (@GonzaDeFeliche)
Arturo Mina fue uno de los
bastiones de la epopeya de Independiente del Valle en la Copa Libertadores de
América en 2016. Junto a Luis Caicedo conformó una de las más parejas más
sólidas del fútbol ecuatoriano en los últimos tiempos y además de llevar a la
cúspide al modesto club de Sangolqui, ambos ganaron su lugar en la selección.
River Plate posó los ojos en Mina, viendo su liderazgo, su robustez y su
disciplina para la marca y el trabajo, pero su presencia en el equipo
'millonario' se diluyó gradualmente hasta el punto de no ser tenido en cuenta.
El zaguero, comprado por
un alto monto, tuvo sus oportunidades con Marcelo Gallardo y comenzó jugando
como titular. Se ganó, de cierta manera, el cariño del público por sus
condiciones férreas y su fortaleza aérea, además del peso del recuerdo latente
por la eliminación de IDV a Boca, archirrival del River, aunque nunca convenció
totalmente al entrenador. Gallardo prefirió a un joven de la cantera sin
minutos en Primera, por encima de Mina, un jugador consolidado a nivel
continental y pieza de selección.
Mina integró el éxodo de
futbolistas de Independiente del Valle y sus compañeros han tenido mejor
fortuna en sus destinos. Incluso su colega Caicedo también tuvo una
transferencia de élite: emigró a Cruzeiro y va ganando adeptos en el azulao.
Orejuela y Sornoza recalaron en Fluminense y hasta el joven Bryan Cabezas, que
se sumó a Atalanta, pegó fuerte con su fichaje. El degradé de Arturo en River,
lo desplazó de la consideración de Gustavo Quinteros y su futuro es sumamente
incierto. Mina no tiene ofertas, no fue citado a la pretemporada por River, el
equipo argentino busca venderlo o cederlo, pero su salario es alto y es
obstáculo para moverse en Sudamérica.
En un año, Mina pasó de
ser un líder natural a un simple descarte.
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