Foto: Prensa Caracas FC |
Por: Juan Pablo Chourio (@JuanPa_ch)
El caso Fernando Aristeguieta es una
pelĂcula repetida en el fĂștbol venezolano: joven promesa parte al exterior
buscando brillar en el escenario internacional. ¿El desenlace? Retorno anticipado
al campeonato que pareció quedarle pequeño en el momento que partió; sin
embargo, Aristeguieta no saliĂł de forma apresurada, se
consolidĂł en la delantera del Caracas FC. Cuando decidiĂł partir en diciembre de
2012, habĂa anotado 35 goles en 84 partidos desde que debutĂł en marzo de 2010.
Formado en las canchas del Colegio San
Ignacio de Loyola, “El Colorado” era un portento fĂsico que llamarĂa la
atenciĂłn de los entrenadores que hacĂan vida en Cocodrilos Sport Park. Una vez en
las categorĂas formativas del rojo, su ascenso a Primera llegarĂa a puro gol:
en el Campeonato Nacional sub-17 de la temporada 2007-2008, perforarĂa la red
21 veces, cifra suficiente para alcanzar la cima de la tabla de goleadores.
Su estadĂa en la cantera avileña fue en
el mejor momento de la institución. Entre sus pares, quienes también peleaban por
ascender a un equipo que fue capaz de llegar a los cuartos de final de la Copa
Libertadores 2009, se encontraban RĂłmulo Otero, Josef MartĂnez, Alexander GonzĂĄlez
y Daniel Febles (los tres primeros jugadores de selecciĂłn nacional). En aquel
momento, consolidarse en la primera no era soplar y hacer botellas.
Una vez en la plantilla de Primera
DivisiĂłn, y superada la lesiĂłn mĂĄs fuerte de su carrera (ruptura de ligamentos en la
rodilla izquierda),
empezĂł a vivir la mejor etapa como futbolista del club. La empatĂa con la grada
hacĂa ver a un jugador que realmente era un hincha mĂĄs, cuestiĂłn atĂpica en un
fĂștbol en el que un jugador puede recorrer toda la geografĂa nacional cambiando
de equipo cada semestre. Nunca lo escondiĂł, pues Aristeguieta disfrutaba con el
carnaval.
Sin encontrar estabilidad desde que se
marchĂł en 2012, deambulĂł en Francia (Ligue 1 y 2), Estados Unidos y Portugal,
regresa a Caracas como agente libre luego de que su Ășltimo club, Nacional,
descendiera a la segunda divisiĂłn lusa. El contrato que firmĂł con la entidad de
Madeira decĂa que si la escuadra perdĂa la categorĂa (que en efecto sucediĂł),
el ariete de 25 años quedaba en libertad.
Aunque la presencia de Noel Sanvicente
y la vacante dejada por Edder FarĂas eran extras insoslayables para decantarse
por la opciĂłn de regresar, ninguno habrĂa pesado si el club no representarĂĄ lo
que para Ă©l representa: “Yo soy futbolista porque soñaba
con jugar en el Caracas”.
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