Mijail
Mercado (@_Mijailovic)
Una nueva etapa clasificatoria llega a su fin, esta
vez con destino Rusia 2018, cita mundialista a la cual nuevamente Bolivia no
asistirá, la misma le es esquiva desde USA 1994.
“La generación de oro” que nos llevó a la copa del
mundo quemó sus últimos cartuchos en la Copa América 1997 disputada en Bolivia,
donde se alcanzó a jugar la final ante la poderosa selección de Brasil de
Ronaldo, Rivaldo, Bebeto y compañía. La verde se quedó con el segundo lugar
tras perder 1-3 con la canarinha y a poco de finalizar las eliminatorias rumbo
a Francia 1998, donde resignó su chance de clasificarse nuevamente quedando en
la 8va posición en la tabla de CONMEBOL. Finalmente, dejamos de aparecer en el
mapa futbolístico tras finalizar la actuación de la selección en la Copa
Confederaciones 1999.
Desde
ese momento en adelante, el futbol boliviano en general empezó su caída libre y
pareciera que no hay manera de frenarla, debido a los problemas que empezaron a
surgir desde varios ámbitos, tanto dirigencial, deportivo, económico hasta
periodístico y social, refiriéndonos a la fanaticada.
Y la pregunta surge: A este paso ¿Cuándo volveremos a
clasificar a un mundial?
El camino es más simple de lo que aparenta pero no sencillo, no confundir, porque demandará un largo proceso que a su vez deberá tener continuidad generación tras generación para no tener que empezar de cero nuevamente.
· ¿Qué debemos hacer?
Primeramente y lo más importante: marcar un punto de inicio.
El “cuándo” debe ser definido por las cabezas del
balompié nacional. Y es muy simple, como decíamos con anterioridad, el puntapié
inicial debe hacerse a partir de un sudamericano de futbol juvenil o mundialito
infanto-juvenil. Lamentablemente estamos tarde y se arrancó de manera muy
improvisada la preparación de los chicos convocados para el Sudamericano Sub-15
de Argentina a disputarse en Octubre de 2017, pero se puede optar por empezar
en una siguiente edición del campeonato.
Pero ¿por qué necesariamente desde la Sub-15? La
respuesta es porque es a esa edad que los jóvenes todavía son moldeables y
absorben las enseñanzas como esponjas, pues la técnica y talento son naturales,
los conceptos son los que deben ser inculcados.
· ¿Quiénes lo deben hacer?
Está demás decirlo, la dirigencia del fútbol nacional
es la responsable de encabezar los procesos. Primeramente ordenando la
institución, transformar el kínder garden que tienen como Federación Boliviana
de Fútbol y limpiando a los dirigentes prorroguistas que siguen los
lineamientos de nefastas gestiones pasadas que sólo vieron la FBF como su
agencia de viajes y fuente de empleo alternativa ante su incapacidad de servir
a la sociedad como hombres y mujeres de bien.
No crean que el periodismo no se lleva su cargo de
responsabilidad en este plan. Al ser los portadores de los instrumentos
mediáticos a través de los cuales se llega a la gente del mundo entero, son los
más calificados para denunciar las malas gestiones, realizando trabajos investigativos
y exponerlo a las instancias correspondientes. El tapar o simplemente hacerse
de la vista gorda o por último, desinteresarse del tema los convierte en
cómplices de la mala gestión y camino más sensato sería dejar de cubrir al
deporte si es que no vas a aportarle nada. También es su responsabilidad, el
dar la cobertura de los éxitos y mantener el seguimiento del proceso de manera
responsable del nuevo grupo de jóvenes talentos.
· ¿Cómo llevarlo a cabo?
Es tal vez la parte más difícil del proceso, es
fundamental el tema económico, pues esta selección Sub-15 que se tome para
iniciar el proceso, debe entrenar todo el año, participar en amistosos, viajar,
tener una cancha donde entrenar y lugar para realizar concentraciones. Aquí
radica la importancia de que nuestro fútbol goce de infraestructura,
de manera mínima un Centro de Alto Rendimiento, para este financiamiento el rol de
la FBF para conseguir los auspiciadores y apoyo de autoridades de gobierno debe
ser el ítem que encabece la lista de pendientes.
La continuidad que se le dé al grupo de jóvenes será
importante para que hayan captado y se familiaricen con lo que significa estar
siempre en competencia y lo que ello implica.
A lo largo de su camino de formación y competencia, el
grupo de jóvenes debe ser complementado con otros jugadores que no hayan podido
ser avistados antes y que estén desenvolviéndose de manera destacada en otras
lides.
En paralelo, ya se debe empezar un ciclo a futuro con
nuevos chicos Sub-15, pues el proceso debe ser cíclico.
· ¿Cuál es el rol de los clubes?
Claro y conciso, su rol es dar la oportunidad de
manera progresiva a los jóvenes talentos en primera, que los jóvenes lleguen
con roce profesional a las convocatorias de selecciones Sub-17 y Sub-20. Los
clubes deben creer en el talento nacional y brindar la oportunidad a que el
jugador sea visto y llegue a ser sondeado por los ojeadores, con el objetivo de
que se tenga la posibilidad de tener jóvenes de exportación. Muchas selecciones
menores de otros países tales como Venezuela, llevan largos procesos con sus
jóvenes talentos siguiendo todos los pasos ya descritos, el resultado es
reflejado en que no necesitan tener muchos minutos en su propia liga para que
sus jugadores sean captados por clubes extranjeros, muchos de ellos dieron el
salto tras ser vistos en los sudamericanos y torneos juveniles.
· ¿Qué hay del entrenador?
Sin dudas el líder deportivo es el director técnico,
es muy complicado iniciar al ciclo y finalizarlo con un mismo cuerpo técnico,
debido al cortoplacismo que reina en esta parte del mundo para con los procesos
futbolísticos, pero acá lo importante es comenzarlo bien, es ahí donde el
entrenador del seleccionado mayor que se elija englobe dentro sus tareas a
todas las categorías de la selección boliviana, o en su defecto que la sintonía
del entrenador de la selección mayor con el de las divisiones menores sea
óptima y apunten al mismo horizonte.
Desde aquí se apoya la idea de que el más indicado es
un DT nacional, sin embargo la calidad de conceptos innovadores que pueda
aportar un DT extranjero también es bienvenido siempre.
·
¿Qué resultado se obtendrá?
La clasificación a un mundial por parte de una
selección no es por casualidad, sino es por causalidad del trabajo en divisiones menores por muchos años hasta
que se forme una camada de jugadores con años de experiencia en ligas y
competencias internaciones desde muy jóvenes, para que cuando lleguen al
escenario de representar a la selección mayor, el miedo escénico y nerviosismo
ya se haya eliminado.
La generación de oro boliviana del año 1993 que nos
llevó a la copa del mundo USA 94 no apareció de un momento a otro, siguió ese
largo camino muchos años antes, con Marco “Diablo” Etcheverry, Erwin “Platiní”
Sánchez, Luis Hector Cristaldo triunfando como juveniles en campeonatos
internacionales. Le siguieron Juan Manuel Peña que posteriormente jugó más de
10 temporadas en la primera división de España.
Los resultados fueron evidentes, una selección
nacional fuerte y sorpresiva que clasificó al mundial y logró un subcampeonato
de América con jugadores reconocidos y valorizados en el extranjero, jugando en
ligas con mayor nivel que la local.
El error de no haber continuado con esa labor con
nuevos jóvenes y reiniciado el proceso de competencia, nos impidió tener
camadas posteriores de futbolistas con esa experiencia de competencia de alto
nivel que hace falta.
El resumen de este plan queda plasmado en el siguiente
diagrama final, que sin descubrir la pólvora plasma los pasos a seguir de un
camino que solo tiene que ejecutarse con paciencia, decisión y constancia. Cabe
aclarar que somos conscientes que escribirlo es muy fácil y la ejecución del
plan es lo difícil, pero no está demás dejar plasmado el proceso a seguir para
que sirva como ayuda-memoria a quienes deseen involucrarse con la solución a la
escasez de éxitos futbolísticos:
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