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Gustavo Laguardia (@AKD_GustavoL)
Aún restaban tres fechas para la finalización del pasado torneo local en Argentina y, en los papeles, Racing tenía demasiado complicada su clasificación a la Copa Libertadores 2018. Incluso hasta parecía difícil alcanzar el quinto puesto que otorgaba un repechaje para acceder a la misma por un camino más largo que el de ingresar directamente a la fase de grupos. Para embravecer todavía más este escenario, los nueve puntos en juego no garantizaban el ingreso a la máxima competencia, sino que se dependía de otros resultados. Pero, además, para ganar esos puntos había que vencer a River de visitante, Colón de local y Banfield de visitante. Todos rivales directos por la clasificación a las Copas.

Entonces Cocca pensó en el “5-3-2”. ¿Un equipo “defensivo”? ¿Un equipo especulador? ¿Cuida ceros? Hablemos del este sistema, que aunque si usted no se aguanta hasta el final de la nota, le anticipo que Racing ganó los 3 partidos y clasificó directo a la fase de grupos de la Libertadores 2018 e hizo 7 goles en 270 minutos.

¿Qué puede leerse en el “5-3-2” táctica y estratégicamente hablando? La primera imagen que me viene es la de México 2010 y Costa Rica 2014 en los respectivos mundiales, donde en ambas selecciones podemos observar “3 centrales y 2 carrileros”.

En el caso de los ticos, Jorge Luis Pinto potencia a sus carrileros, quienes asumen protagonismo en ataque: Gamboa (carrilero), Duarte, González, Umaña, Díaz (carrilero). Se trata de 5 jugadores en defensa, apareciendo Gamboa y Díaz como laterales, pero con ida y vuelta, por los carriles, sumándose tanto en ataque como en defensa. Bryan Ruiz, Tejeda y Celso Borge son el “3” que se hacen “5” cuando en defensa los “5” se convierten en “3” porque el equipo ataca. Adelante Campbell y Bolaños. El Costa Rica que pudo con Uruguay e Italia.


También Holanda semifinalista del Mundial 2014 presentó en campo un “5-3-2” con una línea de cinco defensores algo “mentirosa”. De hecho, sus laterales son “carrileros” que se suman rápidamente al ataque. Compactados en el fondo y agilísimos para salir de contra. Quienes llevaron a cabo la tarea fueron Blind y Kuyt.


Cuando Cocca se decidió por el “5-3-2” para su Racing, se puede suponer que lo hizo pensando en la incorporación de dos carrileros al mejor estilo Bilardo, tal cual el los utilizó en México 1986 con la selección argentina campeona del mundo. Veámoslo en esta formación:


¿Acaso no son, tanto Solari como Soto, dos “carrileros” que se suman al mediocampo para reforzar el ataque, pero también aquellos que retroceden para reforzar la defensa? Entonces el “5-3-2” tiene indicios tanto defensivos como ofensivos. Parece que esta es la idea central de Cocca cuando utiliza el mencionado sistema.

Cabe destacar que en los triunfos frente a River (3-2), Colón (1-0), Banfield (3-1), D.I.M (3-1; 3-2) y en los empates con Corinthians (1-1; 0-0), Racing utilizó el “5-3-2” y no lo ejecutó en la Copa Argentina, donde le perdió con Olimpo de Bahía Blanca (2-4) y por el torneo local cuando enfrentó a  Banfield (0-1) y AAAJ (0-2). A Racing le fue bien con el “5-3-2”, le fue bien jugando con defensores libres por las bandas y tres centrales.

¿Qué es lo que se cuestiona de este esquema? Si los “carrileros” no se proyectan, los delanteros quedan lejos y no son bien abastecidos, lo cual origina falta de gol. Por otra parte, si los medios no retroceden junto con el repliegue de los “carrileros”, el equipo queda roto y propenso a recibir goles. Este sistema con sus múltiples variantes brinda estrategias de acomodación y versatilidad al equipo para obtener resultados positivos. De hecho, si nos preguntamos acerca de qué es lo que se celebra del “5-3-2”, no dudamos ni un segundo en respondernos: el resultado.

Sin embargo, el esquema bien aceitado pueda brindar lo que todo técnico buen, es decir, jugar bien y ganar. El “5-3-2” tiene sus fundamentos en salir jugando, haciendo circular la pelota en semi-circunferencia de derecha a izquierda e izquierda a derecha, hasta encontrar los espacios necesarios para avanzar en el campo.

Esta idea de juego fue desarrollada con mucho éxito por Ricardo La Volpe en México, ya sea en los equipos que dirigió, como también en la selección de dicho país. En Argentina, la herencia del “Lavolpismo”, puede visualizarse en el actual Torneo Local en Diego Cocca (Racing), Jorge Almirón (Lanús) y Walter Coyette (Chacarita Junior).

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