Aún restaban tres
fechas para la finalización del pasado torneo local en Argentina y, en los
papeles, Racing tenía demasiado complicada su clasificación a la Copa
Libertadores 2018. Incluso hasta parecía difícil alcanzar el quinto puesto que
otorgaba un repechaje para acceder a la misma por un camino más largo que el de
ingresar directamente a la fase de grupos. Para embravecer todavía más este
escenario, los nueve puntos en juego no garantizaban el ingreso a la máxima
competencia, sino que se dependía de otros resultados. Pero, además, para ganar
esos puntos había que vencer a River de visitante, Colón de local y Banfield de
visitante. Todos rivales directos por la clasificación a las Copas.
Entonces Cocca
pensó en el “5-3-2”. ¿Un equipo
“defensivo”? ¿Un equipo especulador? ¿Cuida ceros? Hablemos del este sistema,
que aunque si usted no se aguanta hasta el final de la nota, le anticipo que
Racing ganó los 3 partidos y clasificó directo a la fase de grupos de la
Libertadores 2018 e hizo 7 goles en 270 minutos.
¿Qué puede leerse
en el “5-3-2” táctica y estratégicamente hablando? La primera imagen que me
viene es la de México 2010 y Costa Rica 2014 en los respectivos mundiales,
donde en ambas selecciones podemos observar “3 centrales y 2 carrileros”.
En el caso de los
ticos, Jorge Luis Pinto potencia a sus carrileros, quienes asumen protagonismo
en ataque: Gamboa (carrilero), Duarte, González, Umaña, Díaz (carrilero).
Se trata de 5 jugadores en defensa, apareciendo Gamboa y Díaz como laterales,
pero con ida y vuelta, por los carriles, sumándose tanto en ataque como en
defensa. Bryan Ruiz, Tejeda y Celso Borge son el “3” que se hacen “5” cuando en
defensa los “5” se convierten en “3” porque el equipo ataca. Adelante Campbell
y Bolaños. El Costa Rica que pudo con Uruguay e Italia.
También Holanda
semifinalista del Mundial 2014 presentó en campo un “5-3-2” con una línea de
cinco defensores algo “mentirosa”. De hecho, sus laterales son “carrileros” que
se suman rápidamente al ataque. Compactados en el fondo y agilísimos para salir
de contra. Quienes llevaron a cabo la tarea fueron Blind y Kuyt.
Cuando Cocca se
decidió por el “5-3-2” para su Racing, se puede suponer que lo hizo pensando en
la incorporación de dos carrileros al mejor estilo Bilardo, tal cual el los
utilizó en México 1986 con la selección argentina campeona del mundo. Veámoslo
en esta formación:
¿Acaso no son,
tanto Solari como Soto, dos “carrileros” que se suman al mediocampo para
reforzar el ataque, pero también aquellos que retroceden para reforzar la
defensa? Entonces el “5-3-2” tiene indicios tanto defensivos como ofensivos. Parece
que esta es la idea central de Cocca cuando utiliza el mencionado sistema.
Cabe destacar que
en los triunfos frente a River (3-2), Colón (1-0), Banfield (3-1), D.I.M (3-1;
3-2) y en los empates con Corinthians (1-1; 0-0), Racing utilizó el “5-3-2” y
no lo ejecutó en la Copa Argentina, donde le perdió con Olimpo de Bahía Blanca
(2-4) y por el torneo local cuando enfrentó a Banfield (0-1) y AAAJ (0-2).
A Racing le fue bien con el “5-3-2”, le fue bien jugando con defensores libres
por las bandas y tres centrales.
¿Qué es lo que se
cuestiona de este esquema? Si los “carrileros” no se proyectan, los delanteros
quedan lejos y no son bien abastecidos, lo cual origina falta de gol. Por otra
parte, si los medios no retroceden junto con el repliegue de los “carrileros”,
el equipo queda roto y propenso a recibir goles. Este sistema con sus múltiples
variantes brinda estrategias de acomodación y versatilidad al equipo para
obtener resultados positivos. De hecho, si nos preguntamos acerca de qué es lo
que se celebra del “5-3-2”, no dudamos ni un segundo en respondernos: el
resultado.
Sin embargo, el
esquema bien aceitado pueda brindar lo que todo técnico buen, es decir, jugar
bien y ganar. El “5-3-2” tiene sus fundamentos en salir jugando, haciendo
circular la pelota en semi-circunferencia de derecha a izquierda e izquierda a
derecha, hasta encontrar los espacios necesarios para avanzar en el campo.
Esta idea de juego
fue desarrollada con mucho éxito por Ricardo La Volpe en México, ya sea en los
equipos que dirigió, como también en la selección de dicho país. En Argentina,
la herencia del “Lavolpismo”, puede visualizarse en el actual Torneo Local en
Diego Cocca (Racing), Jorge Almirón (Lanús) y Walter Coyette (Chacarita
Junior).
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