Víctor Grao (@VictorGrao)
CARACAS.- El Caracas FC quedó
eliminado de la Copa Sudamericana el pasado miércoles al caer derrotado ante
Deportivo Capiatá 1-3 en el estadio Olímpico de la UCV. A pesar de no
haber sido un partido “malo” para el conjunto avileño, los errores y la falta
de efectividad las pagaron caras. Así como también algunos detalles que, en
competición internacional, son los que terminan pesando.
Los desbordes por las bandas, la
pasividad en el marcaje y los segundos balones fueron las principales causas
para la derrota del “rojo” que llegó con una ventaja a la capital de haber
empatado a un gol en Capiatá.
Pasividad en la marca
Es extraño de ver esto en jugadores
como Tucker y Socopó; pero en el compromiso ante Deportivo Capiatá se observó. Pasividad
en el marcaje cuando era necesario romper con la jugada ofensiva, enviar el
balón al lateral o, por lo menos incomodar al rival.
En el primer gol de Capiatá no se
necesitaba lentes para ver este factor. Todos miran el balón, pero ninguno
corta el esférico.
En el Segundo gol de Capiatá pasa exactamente igual. Pasividad en el marcaje: 5 jugadores del Caracas FC contra dos de Capiatá. Todos ven, ninguno roba el esférico. Finalmente esa jugada termina en centro y gol. No se corta de raíz y finaliza en el fondo de las redes.
Recuperaciones de balón
Eduardo Saragó había trabajado con un
trivote (Vitali-Di Giorgi-Andreutti) que le había funcionado en los partidos
ante Inti Gas y en la ida ante Capiatá. Un cerrojo que impedía la llegada
del equipo rival a la portería de Baroja. Este mediocampo era una de las
razones por las cuales el “rojo” había recibido tan solo 1 gol en 270 minutos
de juego, siendo este a balón parado.
En este compromiso Andreutti no
ingresó, siendo un jugador que había venido siendo indispensable para el medio
caraqueño. Clara estadística de ello fueron las recuperaciones totales del
partido en el Olímpico: 12 recuperaciones para el Caracas, contra 29 del
Capiatá, es decir, más del doble.
Segundos balones
Uno de los factores más importantes
para un equipo es ganar los llamados “segundos balones” o “segundas jugadas”.
Una vez que se lanza un centro y un jugador del mismo equipo recupera el balón
el ataque no finaliza, sino que prospera y puede agarrar mal parada al sector
defensivo.
En el partido de este miércoles, esos
“segundos balones” fueron nulos para el Caracas. El equipo de Saragó formaba
dos líneas de cuatro en el sector defensivo: Vargas –Tucker –Socopó –Quijada y
por delante Garcés –Vitali –Di Giogi –Otero; dejando un espacio de unos 20
metros con respecto a Cure y Farías quienes quedaban más arriba (cerca de la
media cancha), buscando un contragolpe.
Cuando Deportivo Capiatá lanzaba un
centro o un pelotazo desde los centrales (que hubo MUCHOS, sí, en mayúscula), la
gran mayoría de estos “segundos balones” eran tomados por los jugadores
paraguayos, ya que no había en el conjunto venezolano un enganche o un jugador
que hilara los balones entre la media y la delantera.
Efectividad
Caracas remató 13 veces y Capiatá 15;
de los cuales fueron al arco 4 del Caracas contra 6 de Capiatá. La diferencia
recalcó en la efectividad. Los paraguayos metieron 3 de 6, mientras que el
“rojo” hizo 1 de 4.
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