Víctor Grao
(@VictorGrao)
Zamora FC cayó
contra Carabobo FC 2-1 en una nueva jornada del fútbol nacional. El conjunto de
Barinas –actual campeón del fútbol venezolano –vive un mal momento en lo futbolístico:
Defectuosas transiciones de balón, imprecisión en los pases, salida en corto nula
y baja capacidad en los relevos.
Baja capacidad en los relevos
Generalmente
cuando un equipo pasa al ataque genera espacios en defensa que pueden ser
aprovechados en un contragolpe rival, pero para ello se utilizan relevos en las
posiciones. Esto no existió en Zamora contra Carabobo.
Cuando el
conjunto barinés iba al ataque, ni Vargas ni Flores cortaban el circuito
ofensivo de los locales para evitar un posible contragolpe. Las faltas tácticas
para detener una rápida salida no se ejecutaban; esto lo aprovechaba Carabobo
que con buenos avances de “Pichón” Pérez y “Piojo” Quintero (principalmente)
complicaban, y mucho, a la defensa de la “Burra Brava”.
Blondell y Soteldo
La mayor parte de
la primera mitad, Carabobo ejerció su fútbol en cancha rival, había momentos
donde los 11 jugadores del Zamora residían en cancha propia. Por delante de la
línea de la pelota solo se encontraban Soteldo y Blondell. El primero –juvenil –buscaba
ser el enlace entre la salida “limpia” con los centrales y Anthony Blondell,
pero era difícil, ya que en ataque aparecía muy solo el 9 barinés.
Falta de movilidad
Al margen de
Arenas y Soteldo (quien salió al minuto 67), los jugadores de Zamora estaban
muy estáticos. Ambos contenciones (Flores y Vargas) permanecían en sus
posiciones sin sumarse al ataque, Blondell aparecía parado entre los centrales,
Torres lanzado a una banda, con pocas diagonales, y existían ocasionales
proyecciones de Mendoza y Ovalle.
El delantero centro de Zamora, Blondell, ejecutó 3 diagonales en el
compromiso. En una de ellas recibió la esférica, se llevó a
dos de Carabobo y se dejó caer en el área, pero el principal Juan Soto no pitó
penal. Otra de ellas terminó en el gol
barinés: Blondell lanzó una diagonal por detrás de Luis Roberto Seijas,
centró y llegó Arenas para marcar el momentáneo 1-1. ¿Por qué no continuar con esta movilidad si da resultados?
Poca salida en corto
La salida de
Zamora debería residir en toque en corto, aunque exista cierta presión. Flores y
Vargas aparecen poco –o nada –por delante de la línea defensiva cuando esta
está cerca del área propia. Excesivos pelotazos buscando a los extremos o
delanteros predominaron en el conjunto visitante, que no consiguió fruto alguno
con ellos.
Malas entregas
Si bien el
fútbol venezolano no es el más preciso del mundo, en cuanto a pases se refiere,
lo de Zamora es excesivo. Cambios de banda que no llegan a su destino, pases
interceptados y errores en entregas. Ocho
o nueve pases, sin presión alguna, erró el conjunto barinés, permitiendo, en
par de ellas, que se ocasionaran contragolpes de Carabobo.
Pasividad en la marca
Cuando Carabobo
quería, podía. Zamora reflejó su peor cara defensiva; no ejecutaban un marcaje
recio y firme, no se marcaba hombre a hombre y se permitían rápidas
transiciones del balón sin ser interceptadas. Así fue el gol de “Pichón” Pérez:
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