Por Juan Catalán Gutiérrez.
Los 'acereros' no pudieron
remontar la llave ante Sao Paulo y pese a exhibir muchas ganas para quedarse
con la victoria, siempre terminaron sucumbiendo y fallando en la última jugada.
La velocidad y calidad de los brasileños fue mucho para los dirigidos de Mario
Salas, que pese a perder, lucharon hasta el final.
23. Miguel Jiménez: En los primeros minutos tapó un mano a mano ante Ganso que hizo recordar su buena
actuación en el lance jugado en el Morumbí. En la apertura de la cuenta, estuvo
notable para contener el remate inicial, pero en el rebote nada pudo hacer. En
los dos siguientes tantos tampoco tuvo culpa. Más allá de eso, no tuvo mayor
trabajo.
28. Esteban González: Muy
débil por su banda y tuvo que recurrir a las faltas para frenar los ataques de
Sao Paulo. No ofreció las garantías de otros partidos por el sector derecho.
Salió reemplazado en el entretiempo.
3. Claudio Muñoz: Mostró
solvencia en la última línea, aunque se vio algo sobrepasado por la rapidez de
Sao Paulo. Pivoteó de gran manera un centro de Arrué para el primer gol
‘acerero’. En el segundo tiempo extremó recursos para salvar una clara ocasión
de gol. Cumplió.
5. Omar Merlo: No fue
solvente como en otros compromisos. Sin embargo, cuando Huachipato se fue con
todo al ataque, se las arregló para dar seguridad y dirigir los ataques de su
equipo. Por arriba fue impasable.
27. Juan Carlos Espinoza:
Muy dubitativo en la marca y fue sobrepasado de manera constante por la banda
izquierda. Además, no pudo despejar la pelota en la previa del segundo gol
paulista.
7. Francisco Arrué: Bien
en la elaboración, pero sufrió en el retroceso y se vio complicado con la
velocidad de los volantes brasileños. Ganso le ganó las espaldas constantemente
y eso siempre generó peligro. En el segundo tiempo, organizó de buena manera
los desesperados ataques de su elenco. En líneas generales, cumplió.
14. Leonardo Povea: No
estaba realizando uno de sus mejores partidos cuando fue reemplazado por Carlos
Espinosa antes del final del primer tiempo. Pese a ello, le dio equilibrio al
equipo de la Octava Región cuando estuvo en cancha.
21. Brayan Vejar:
Intrascendente en los primeros minutos. Se soltó con la expulsión de Denilson,
aunque tampoco pudo ser desequilibrante en los momentos que su equipo lo
necesitó. Siempre hizo una jugada de más cuando pudo resolver con más simpleza.
18. Angelo Sagal: Su
velocidad creó algo de peligro a la zaga brasileña, aunque sin generar mayores
riesgos. No mostró las credenciales de partidos pasados, por lo que quedó al
debe, pese a anotar el gol del empate final con una gran definición.
22. Leandro Ezquerra: Tuvo
en sus pies la apertura de la cuenta, pero Rogerio Ceni lo evitó. Conforme
pasaron los minutos su rendimiento fue desapareciendo y no fue aporte cuando su
equipo necesitaba anotar para seguir con vida. Fue reemplazado.
9. Andrés Vilches:
Demostró su olfato goleador al marcar el primer gol de su escuadra en la
primera clara que tuvo. Luego, batalló con los defensas brasileños sin obtener
mayor fortuna. Se elogia su esfuerzo y que siempre intentó pese a la diferencia
física con sus marcadores. Como premio personal, fue el goleador ‘acerero’ en
la Copa Sudamericana con 5 tantos.
17. Carlos Espinosa (40’
por Povea): Exhibió su calidad, pero nunca tomó la mejor decisión, excepto en
un remate en el poste que pudo cambiar la historia del partido o, al menos,
maquillar el resultado final de la llave.
10. Martín Rodríguez (46’
por González): Apenas ingresó mostró pinceladas de su talento que lo alzan como
una de las promesas del fútbol chileno. Sin embargo, se fue diluyendo conforme
pasaron los minutos y no fue el revulsivo que necesitaba Huachipato para
cambiar la historia.
11. Matías Sánchez (60’
por Ezquerra): Tuvo el empate en sus pies, pero pifió una volea cuando estaba
solo en plena área. Cooperó con lo que pudo buscando el milagro, sin encontrar
premio.
Mario Salas (DT): Fiel a
su estilo, ordenó presionar en todos los sectores de la cancha, pero las
desconcentraciones y la genialidad de los jugadores brasileños fueron mayores.
Ordenó el ingreso de Carlos Espinosa antes del final del primer tiempo para dar
un mayor volumen de ataque y, en parte, lo consiguió. Quemó todas las naves en
el complemento, pero la falta de ideas de sus pupilos, quienes siempre trataron
de hacer una jugada de más, terminó pesando.
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