Venezuela no tuvo una
buena doble fecha FIFA. Más allá del apoyo que los medios le brindan a Noel
Sanvicente, hay que ser objetivos: a la vinotinto se le vio poco, o nada de ese
“fútbol incisivo” mostrado en Asia.
Luego de la penosa derrota
vivida contra Chile, que hizo retroceder 40 años en la historia; Venezuela
vivía una segunda oportunidad: enfrentar a Bolivia. ¿El problema? La sede, se
jugaba en La Paz. El equipo verde jugó con un gran porcentaje de jugadores de
la capital para contrarrestar el tema de la altura y, como caracterizan, aplicó
un fútbol rápido y de presión en los primeros minutos, para agotar al rival.
A la vinotinto no la
agotaban porque defendía casi sobre Dani Hernández. Una doble línea de cuatro
yacía a escasos metros de la portería propia y los del altiplano aprovechaban
esto para hacer llover centros al área.
En fin. La gira no fue
positiva en cuanto a resultados se refiere, pero hubo un factor determinante en ella: Rómulo Otero. El del
Caracas volvió y no solo a jugar, sino a distribuir. En los dos partidos se vio
de vez en cuando un jugador que tomara la iniciativa de algo que debería ser el
ABC del fútbol: tocar a aparecer, tocar y aparecer. Eso hizo Otero.
Algo tan sencillo, que
Chile lo hizo ene cantidad de veces, y que la vinotinto no. Los chilenos hacían
un tiki taka con Valdivia, Vidal, Alexis y demás. Es verdad, se están
mencionando nombres mayores, pero a veces no es la aptitud, sino la actitud.
Acá dejo un minuto. El 69,
previo al gol de Alexander González. Bueno, quizás un poco menos de un minuto,
pero es algo, de lo poco que dejó la vinotinto en esta doble fecha. Falta
trabajar, y mucho, pero cabe destacar que hay un grupo de jugadores naciendo y
que no se desaprovecharán: Franco, Juanpi, Rómulo, Yohandry, Wilker, Josef,
Alex y más. Hay que dar chance, pero sin dar ventaja.
Publicar un comentario