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Llegaba Uniautónoma al Campín con la necesidad imperiosa de llevarse tres puntos ante un Millonarios ya eliminado. Fortaleza derrotó a Nacional en el mismo escenario ayer, y eso dejó al equipo de Barranquilla obligado a ganar para no quedar en zona de descenso directo. Al final hubo tablas en Bogotá y todo se definirá en la última fecha. El choque fue entretenido, sobre todo por la solvencia que ha alcanzado el equipo azul en este fin de semestre y que demostró durante los 90 minutos, y por un Maicol Barrios que no se guardó un suspiro.

Lunari alineó un 4-4-2 en rombo con Leudo como hombre más retrasado del centro del campo; Fabián Vargas como siguiente peldaño; Javier Reina ocupando mucho espacio en vertical y horizontal, y Máyer Candelo como mediapunta, pero muy libre, como siempre. Arriba, Uribe y Agudelo. El mediocampo de los capitalinos cuenta con distintas alturas para imponer su juego por dentro. Siempre hay una línea de pase clara y Fabián Vargas está interpretando el rol de director de forma notable. Así, Millonarios monta el bloque ofensivo constantemente. Se nota mucho orden en la posesión. Se forman triángulos por dentro y por fuera, con los laterales ofreciéndose como vértice en pos de avanzar juntos.

Uniautónoma dispuso un 4-3-1-2 con Machacón, Amaya y Cañaveral dispuestos para contener por dentro. Méndez, unos metros más adelantado, tenía la labor de conectar con Maicol Barrios y Arzuaga. El eje de la zaga -lo mejor del cuadro barranquillero- estuvo conformado por Saa y Acosta.

Así arrancó el encuentro, con Millonarios llevando la iniciativa y siendo superior por dentro y por fuera. El triángulo defensivo de la medular de Autónoma no podía con la movilidad de los centrocampistas azules. Fabián Vargas, encargado de la gestación y el trámite de la jugada, encontraba entre líneas a Reina y a Máyer con asiduidad. Uribe y Agudelo ofrecían apoyos de espaldas para dejar de cara a sus volantes, y los laterales ayudaban a hacer ancho el terreno. 

El local olió a gol durante todo el partido. Ahí emergieron Saa y Acosta para despejar todo lo que estuviera cerca de ellos. La contra de Uniautónoma fue difusa durante gran parte del primer tiempo. Cuando lograban hilvanar la transición hacia Delgado aparecía Barrios, veloz e incansable. Más de una vez sacó ventaja en inferioridad numérica y hasta provocó una falta en el área de Millonarios que no sancionó el árbitro.

A los casi 30 minutos se lesionó Reina y entró Robayo. El cambio lastró un poco la circulación local en lo que quedó de primer tiempo porque Robayo ni es tan buen pasador como Reina, ni ofrece una línea de pase clara y limpia por delante de Vargas. No obstante, la modificación tampoco resultó dramática.

Para la segunda parte entró Giovanni Hernández por Martín Arzuaga, quien no había hecho mucho en los pocos ataques que logró su equipo. Con el ex-Medellín el ataque posicional mejoró, pues encontraba una recepción limpia y un lanzador de calidad. Sin embargo, Millonarios estaba mucho más cerca de abrir el marcador.


Entre ocasiones de Millonarios y despejes de Saa y Acosta se fueron los minutos. A veces aparecía Barrios en velocidad con alguna contra. El encuentro terminó y Uniautónoma quedó en el descenso directo. El fin de semana que viene se decidirá el asunto. Millonarios, por su parte, ha encontrado un buen nivel de juego y espera continuar así, pero con mejores nombres, en 2015.

Extraído de Dorados Magazine

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