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Víctor Grao (@VictorGrao)


Cruz Azul ganó, con dificultades, pero cumplió. En medio de un diluvio en Rabat, los mexicanos sacaron un partido que era difícil de aplicar tácticamente por la dificultad de tener el balón por el piso, pero hubo ciertas constantes que cuando se aplicaron, complicaron a los australianos. Torrado y Marco Fabián son claves si la máquina cementera pretende ganarle, o hacerle un buen partido al Real Madrid.

Torrado: Más corte que salida

El mediocampista mexicano jugaba de doble “5” con Báez, a pesar de ello, él sobraba más. Cumplía un rol de stopper, por delante de los centrales. Cierre, pero sin salida. No buscaba el apoyo en salida, haciendo un juego de salto de líneas: defensa – ataque sin transición por el medio.



Cierre defensivo

Cruz Azul buscó hacer un equipo pequeño a la hora defensiva, es por ello que –al margen de las llegadas en contragolpes o por balón parado –Sydney tuvo muy pocas ocasiones de gol. Torrado y Báez cerraban frente a los centrales, la línea defensiva adelantaba y Giménez y Marco Fabián cerraban al medio. ¿Resultado? Equipo corto y sin espacios.



Triangulación ofensiva

Marco Fabián y Giménez atacan por las bandas. Cuando estos encaran al medio generan ocasiones importantes por la triangulación que logran hacer con Formica y Pavone. A pesar de ello, falta la apertura de la cancha con un jugador en el sector contrario de la cancha, para que logre ser sorpresa en el ataque.




Equipo largo


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