Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Carlos “El
Mono” Suárez
La
salida del equipo capitalino no fue acicalada ni mucho menos. La estrategia de
Saragó de usar doble pivote (Andreutti con Mea Vitali) y darle el flanco
izquierdo a Robert Garcés fue infructuosa dado a la cobertura integral de
Suárez. El volante de abundantes cabellos ofrece una lucha física con tenacidad
los 90 minutos. Es de esos jugadores con un ritmo y entrega que se repiten en
varios careos, es muy regular. Su zona de influencia es todo el sector medio,
pero no es un solo un volante recuperador. Pases filtrados a los tres de arriba y
llegadas al arco le convierten en un proyecto interesante de box-to-box venezolano. Tiene
23 años.
Aquiles
“El Chino” Ocanto
Ya
no hay casi enganches sino extremos que, espontáneamente, buscan distribuir
juego a espaldas del “9” -Bareiro. Eso hace Ocanto, demostrando esa
polivalencia desde su vuelta del fútbol brasileño. Es el designado por Ferreyra a
encabezar el ataque en conducción. Lechuguino con el balón en los pies, con
pausas para protegerlo y esperar a que el compañero ataque el hueco. Sabe decidir si continuar el avance o finalizar. Ubicado en los tres de arriba ganó
varios balones mal dispensados por la defensa roja. Hizo sociedades a placer con
el ariete paraguayo, que le elige porque se entienden casi automáticamente.
Armando
Maita
Otro
que se entiende bien con el extranjero, en este caso con Fabián Bordagaray. El
argentino le codificó cinéticamente el procedimiento antes del último pase, así
atacó la espalda del central en el momento justo y vacunó. Con más experiencia que piernas logra
ampliar el espacio de potenciales rematadores con apoyos invisibles, labores de
delantero que aumentan su acervo táctico. Cuatro dianas en los últimos tres cotejos.
Con las críticas por su lack productivo
en el cenicero, podrá trabajar con menos presión.
Wuilker
Faríñez
O
su intuición es muy afortunada o su capacidad de reacción es del más corto
plazo. Quizá un poco de ambas. Sabe dónde es más fácil ubicarse para detener el
tiro y cómo colocar las manos para desviarlo. Llegó al tope de la pirámide
balompédica nacional en un salto impulsado por Noel Sanvicente. Una proyección
a un crecimiento de pronósticos aún borrosos por el margen de crecimiento
vigente, pero del que cuesta no ilusionarse. En el gol encajado fue víctima del
que más desordena en este deporte -no Dani Cure, sino el rebote. Posee el récord
institucional de más minutos sin ser doblegado. Tiene 17 años.
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