Matías Sabini (@SabiniMaty)
El título se
vive, se siente y se grita con un puño apretado. Sí, el de Rodolfo
Arruabarrena. El Vasco se convirtió en el único individuo capaz de ganar un
título como jugador y director técnico en la historia Xeneize. Boca pudo
festejar luego de tres años y se sacó la espina en un 2015 difícil. Hoy, con
Carlos Tevez como abanderado, el club acumula su estrella número 64. Y va por
más...
Es difícil
pensar en una figura. Uno se tienta en caer (y claro, no está para nada mal) en
el astro que volvió de Turín y para dejar la blanca y negra de bastones y los
millones, para ponerse nuevamente la azul y oro. Pero hubo más, él fue
partícipe de la mitad del torneo.
Comenzás a
repasar el equipo y te encontrás con el buen rendimiento de Agustín Orión –que
fue muy criticado por sus expulsiones-; Daniel “Cata” Díaz que recuperó la confianza para mantener la
regularidad que hacía falta en la defensa; Cristian Erbes y Andrés Cubas, que
hicieron posible que la rotación obligada no pierda efecto en la mitad de
cancha; Pablo Pérez y su convicción de jugar con la camiseta de Boca, Nicolás
Lodeiro que pudo afianzarse y claro, Jonathan Calleri, aquél pibe que hace
algunos años nada más jugaba con Tevez en la PlayStation, hoy se convierte, con
él, en un factor determinante en la delantera. Todos aportaron su granito de
arena para cumplir la meta.
Párrafo
aparte para el DT. Y no solo para Rodolfo Arruabarrena sino también para todo
su cuerpo técnico. El trabajo diario, tarde o temprano, te va a dar sus frutos.
El Vasco armó un plantel y, con aciertos y errores, consiguió el objetivo que
tanto anhelaba. Si repasas sus números, en el año acumula 37 victorias, 6 empates
y 8 derrotas. Una efectividad de 76,4%. Todavía queda un partido y la final de
la Copa Argentina. ¿Nada mal, no?
Boca
necesitaba un título. La gente, festejar. Ver nuevamente el centro de la Ciudad
de Buenos Aires y cada rincón del país con los colores azul y oro era algo que
se venía sintiendo y faltaba gente convencida de lograr cosas. Este grupo lo
hizo realidad. Sí, volvió todo a la normalidad.
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