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Jorge Carrasco Cadena (@elgranxorxes)

Sin lugar a dudas, el puesto de Director técnico de fútbol es un trabajo soñado por todos (o casi todos) los que amamos este deporte.

Todos creen ser entrenadores, tener la razón absoluta y se convierten en auténticos jueces y críticos severos de las alineaciones que pone cualquier entrenador.

Todos quisieran tener el poder de colocar a "X" o "Y" jugador, de dar declaraciones en la prensa, de comprar jugadores, hacer alineaciones, dar indicaciones desde el banquillo, hacer y deshacer en un vestuario, hasta lo más superficial del puesto como salir en comerciales, periódicos, revistas y todo el show que trae consigo la fama de dirigir a un Club de Futbol.

La gente mira tanto 'glamour' y hasta les brillan los ojos! Se imaginan siendo como un 'Mourinho', un 'Pep Guardiola' y se les eriza la piel nada más de pensarse siendo como ellos... pero ¿en realidad sabrán cuánto trabajo y esfuerzo diario hay detrás de ellos? ¿cuáles son los riesgos que toman a diario? ¿cuál es el estilo de vida que deben manejar?

¿Realmente estarían dispuestos a asumir los riesgos, no sólo en lo profesional sino principalmente en lo personal, a los cuales están expuestos los DT's?

Trabajar alrededor de 2 años con uno de los mejores y más preparados entrenadores del futbol mexicano, me hizo aprender y ver que ese puesto que tanto ansían ocupar y que la mayoría sólo se conforman ocupándolo en los videojuegos, no es tan sencillo como parece.

De entrada, lo volátil de su posición.

Tal y como se dice en el entorno futbolístico: Los entrenadores son hijos de los resultados. Y también son dependientes de sus propios pupilos.

El Director Técnico es el principal responsable de todo lo que sucede alrededor del Equipo.

Si tú como Entrenador el día de hoy estás dirigiendo al Atlético Perejil, aprovéchalo cada instante! Mañana posiblemente estés viendo al mismo Atlético Perejil jugando la final de la copa... pero por televisión y por supuesto, sin ti.

Si nos ponemos a pensar que en el futbol mexicano únicamente hay 18 lugares disponibles de élite, ¿cuántos no querrán uno de esos puestos? Hay demasiada competencia y si por ahí el entrenador se descuida o comete errores subsecuentes, su cabeza rodará pronto. Ya hablaremos después del proceso que pasa un entrenador de futbol cuando se queda sin empleo.

No siempre el que mejor entrena o el que mejor juega es el que gana. Hay que gestionar demasiadas cosas para lograr trascender en un Equipo.

Tienen que hacerla de todólogos.

En esta era en donde las nuevas generaciones muestran notorios conflictos con la autoridad, además de ser entrenador le toca ser consejero (que no es lo mismo que psicólogo, porque ni siquiera puede darle seguimiento a un proceso terapéutico como tal), mediador, motivador, padre, amigo, hermano, cómplice y un sin fin de personajes.

Aquellos que digan que "sólo tienen que ser entrenadores", los quisiera ver lidiando con 30 tipejos inquietos y aburridos en una concentración antes de un partido y evadir todos los personajes antes mencionados.

¿Cómo convencer a 30 tipos con 30 ideologías distintas, 30 ambiciones, 30 egos, 30 necesidades, 30 envidias y demás características que cargan en su 'haber', de que tu idea es la que mejor le va a este Equipo y que deben jalar para el mismo lado?

Es el único que no puede darse el lujo de mostrar temor.

No frente a sus jugadores.
No frente a su Cuerpo Técnico.
No frente a su afición.
No frente a nadie,
muchas veces ni siquiera a él mismo.

Aguantar la presión mediática.

La mayoría de la gente sale de un mal día de trabajo y puede darse el lujo de ir a algún sitio a tomar un trago, ir al cine o despejarse y olvidarse del 'terrible jefe', 'del hartante cliente', etc.

¿Te encantaría que saliendo de un mal día, todavía la gente te insultara y te juzgara por 'no entregar los resultados que te piden' y no pudieras caminar tranquilo por la calle, una plaza o un restaurante?

Con tantas redes sociales, ni hablemos de estar en contacto con ellas!
¿Televisión? ¿Radio? ¿Y qué tal con los comentarios de los programas deportivos que terminan afectando a los familiares y por ende, a ellos también?

Es el primero en llegar y el último en irse.

El jugador termina de entrenar y se va a su casa a disfrutar a su familia, amigos, pachanga, lo que sea... El entrenador (junto con su Cuerpo Técnico) después del entrenamiento sigue su labor principal: la planeación.

Desde análisis de rivales, planeación de entrenamientos para el día siguiente, entrevistas, juntas con directiva, hasta lidiar con conflictos internos o muchas veces situaciones extra-cancha que no precisamente es su labor resolver, también debe atender.

En fin, éstos son sólo unos puntos de muchísimos con los cuales tienen que lidiar para disfrutar de ser de los pocos afortunados de dirigir a un Club de futbol.

Si quieres que escriba más puntos, házmelo saber vía Twitter: @elgranxorxes


¡Que siga la buena vida!

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