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Héctor Ríos (@FIFAPiensa)

Describir las sensaciones que deja el “nuevo” Tottenham de Mauricio Pochettino es una tarea un tanto complicada, dado al nivel superlativo con el que el equipo  del entrenador argentino se desenvuelve en la cancha. Me atrevería a decir que los Spurs de Pochettino tienen muy claro a lo que juegan; son un equipo con la filosofía ‘Bielsista’ que se mueve al ritmo de los tangos de Carlos Gardel.

Desde el primer minuto hasta el noventa, los chicos de Pochettino muerden y asfixian; acorralan y golpean al rival. Sus elevados tiros al arco por partido, la línea alta, el desplazamiento de la pelota, y el manejo de los partidos con la que los de White Hart Lane cuentan, dan muestras (por lo menos momentáneas) de que el alumno por fin ha superado al maestro. Con esto me refiero a que el equipo de Pochettino se muestra al mundo futbolístico como una versión mejorada de un equipo ‘bielsista’ que me lleva a extrapolar que este equipo solo seguirá haciéndose mejor con el paso de los partidos, de los años, si es que se le sigue cultivando.

Una versión 2.0 del Tottenham del año pasado, con una defensa más que sólida (la mejor del campeonato inglés con solo 20 goles recibidos), una juventud y energía que contagia a todos los londinenses ilusionados que son testigos cada quince días del concierto de tango que brinda el equipo sibilino y adusto de Poch.

La cara que estamos viendo de este Tottenham  contigua a la evolución del argentino como entrenador de fútbol. Evolución que lo ha llevado de hacer que sus jugadores caminen sobre brasas ardientes (literalmente; lo hizo en el Southampton), a tener un planteamiento de cada entrenamiento y de cada sesión con meses de anticipación, hacen de Mauricio uno de los técnicos con más futuro en el mundo del futbol.

Las estadísticas que el equipo inglés muestra durante la temporada 2015-16 son llamativos. Segundos en la Premier League, 8 puntos de 12 posibles contra rivales directos al top 4 esta temporada (Leicester, Arsenal y Manchester City), encadenando una racha de 14 partidos invicto en el transcurso de la presente BPL, con opciones muy reales de ganar un título de liga que se les ha negado por más de 55 años. Habitan, por el momento, en un paraíso ‘cortazariano’ que aún les espera giros y desenlaces inesperados hasta finales de mayo.

Daniel Levy ha mirado de una manera distinta el proyecto post-Bale, le ha dado un manejo mucho más sensato después del caótico reinado de Tim Sherwood. Por fin tocó la tecla. Levy y Mauricio le han dado forma a un club que parecía sin cabeza y sin rabo, pernoctando en la mediocridad de mitad de tabla temporada tras temporada. Ahora es un club estable, regular en Europa League y con planes de construir un estadio nuevo.


La juventud de estos Spurs da esperanza a sus más que fieles aficionados, que expectantes, sueñan con que este nivel futbolístico no sea solo un efímero momento. En el norte de Londres se respiran aires nuevos, aires de esperanza. 

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