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José Orueta (@FutbolJuguemos)

Juan Antonio Pizzi fue electo por la selección chilena para ser su próximo estratega. Esta decisión fue celebrada en la sede de la ANFP y comunicado a todo un país a través de televisión, radio y redes sociales el pasado enero. El argentino habló de que lo vivido -socialmente- en Chile cuando dirigió a Santiago Morning y Universidad Católica, situación que fue factor importante para dar el sí a la mesa directiva encabezada por Arturo Salah.

Junto a eso propuso un asunto muy importante para lo que viene para la selección: cómo va jugar el nuevo Chile de Pizzi. Esto era un interrogante fundamental. En los últimos casi 10 años Chile ve a su selección como un equipo que quiere ser protagonista, que presiona, tiene la pelota y ataca sin parar. Es por ello que Pizzi respondió y planteó que Chile verá a un equipo protagonista, pero no igual a lo anterior, sino que con un sello Pizzi. Si el líder es otro, por mucho que se trate de igualar un modelo de juego, el equipo no jugará igual.
Hay un elemento que es fundamental, el más importante de todos, y que seguramente será el más difícil de llevar: cómo manejar y encauzar los potentes egos que conviven en el camarín chileno. He ahí todo: CONVIVENCIA. Los jugadores ya se conocen, se saben de memoria, por ese lado no va a haber inconveniente, pero lo que necesita Pizzi para liderar este grupo es convencerlos de que su proceso será igual o mejor que los anteriores, y para ello primero tienen que convivir como primer paso.

Manejar egos es siempre la tarea más difícil de un técnico de selección. Te encuentras con chicos que surgieron de la nada y hoy son figuras en Múnich, Milán, Vigo, Barcelona y Marsella, que además con la camiseta roja ya ganaron un montón. Pizzi y su experiencia podrán hacerse presente en ese camarín tan potente, que lo pueda manejar, que convivan, que los chicos se convenzan de lo que dice el técnico.

El juego de Pizzi

Juan Antonio Pizzi, declaró en su presentación: “Todos los equipos que he dirigido he intentado imponer y demostrar protagonismo. Vamos a tratar de continuar con ese protagonismo que se ha logrado, que ha costado esfuerzo y ha tenido buenos resultados; lógicamente en esa estructura, coincidente con procesos anteriores, vamos a tener nuestro sello, nuestra identidad, nuestra impronta y vamos a agregarle cosas que creemos pueden seguir beneficiando la evolución de esta selección”.



¿Pero a qué juega Pizzi?

El entrenador argentino tiene antecedentes como entrenador en Rosario Central, Santiago Morning, Universidad Católica, Valencia y León de México.

Determinar que existe el “sello Pizzi” sería un error, pero sí se pueden hacer acercamientos a lo que se verá en la selección chilena. Un equipo que potencia un 9 con importante presencia en área y pelea con los centrales, además de un rol táctico destacable. Junto a eso apreciamos dos laterales-volantes que se suman como wines en las transiciones, lo cual implica una importante exigencia táctica, técnica, mental y fundamentalmente física.


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