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Jorge Carrasco Cadena (@Elgranxorxes


Después de una gran charla de análisis con mi amiga y futura periodista Ivonne Valdivia, se llegó a una gran conclusión:

Messi, a nivel jugador trae una carga sobre sus hombros que es difícil dimensionar.

Lamentablemente para él, cuenta con una visión muy corta debido a su perspectiva como jugador de campo.

Son 3 los factores que influyen principalmente en el jugador:

  • Personal
  • Deportivo
  • Social/Mediático


El error reside en mirarlo únicamente desde el factor deportivo en donde la frialdad de un resultado dicta si uno es bueno o malo cuando realmente no es lo más importante.

Cuando vemos que un ser humano se sale de su faceta de “superhéroe” y se muestra vulnerable dejando que fluyan sus sentimientos a flor de piel como lo hizo el día de ayer, está manifestando los estragos de la inmensa carga que trae a cuestas.

Y esto al final, le afectará directamente al “personaje de superhéroe”.

El mundo no ha parado de juzgar al 10 de la albiceleste, al ídolo argentino, al crack, al genio… y en el banquillo al final del juego miramos al que realmente importa; al ser humano, al que llora, sufre, vive y sueña como todos, a Lionel Andrés.

Y nos tocó mirar por unos segundos al ser humano más solitario de todo el mundo.



En el entorno deportivo, es muy común trabajar la parte motivacional y de rendimiento, ‘empoderamiento‘ y mejora continua, pero es a través de un trabajo psicológico personal lo que hace fortalecer la esencia de la persona para que ésta sea la que fortalezca al jugador, al ídolo, a la imagen mediática, etc.

Y esto al final, le afectará directamente al “personaje de superhéroe”.

En el entorno futbolístico todos están envueltos en una ola emocional muy intensa. Que haya alguien que esté ‘mirando la sombra del árbol’ en todo momento, alguien que ante la adversidad o la euforia está frío y que puede mirar la tempestad desde afuera sin sentir el agua que inunda a todos los que caen en la ola emocional, es un ‘as bajo la manga para cualquier equipo’.

Porque lo sucedido con la selección argentina y en especial con el capitán, fue lamentable.

Al terminar el partido no hubo un elemento que saliera a enfriar las cosas; son momentos difíciles en donde los protagonistas, ahogados de la ola emocional, solo pueden reaccionar ante el impacto que ésta les genera.

Desde el lugar del DT, en este caso para Martino es difícil actuar porque, ¿cómo vas a poder ayudar a alguien infectado si tú también estás así?

Ver a tus jugadores tirados, derrotados y tener que levantar a un equipo devastado cuando formas parte esencial de él, es muy difícil.

Solo veo un gran error que comete Lionel Messi… y es el de cargar situaciones absurdas que no le corresponden. Carga a un equipo, carga a una nación, carga a un personaje y eso, lamentablemente, con tanto peso lo hace ver en el campo, tan pequeño.

Si no hay un trabajo psicológico previo en la parte personal, evidentemente la ola emocional de la parte deportiva y la parte social lo van a destrozar.

Es por eso que al finalizar el encuentro, vimos a un Messi inundado y destruido, y al salir al contacto con la prensa, sin una previa contención emocional para liberar toda la carga, se mostró totalmente vulnerable. Es una reacción normal.

El entorno social influye mucho en el futbolista

Un equipo de futbol es un pequeño muestreo de cualquier sociedad, ya que cada elemento del equipo tiene dentro de sí mismo un ‘código genético’ de su entorno familiar y sus costumbres, que al final se mezcla con el de cada elemento del equipo y se forma un grupo homogéneo.

El entorno social también aplica con la afición

Por ejemplo, el latino, siendo de tierra caliente es muy apasionado y le cuesta mucho trabajo manejar las olas emocionales a diferencia del europeo, que es de clima frío y que están acostumbrados por naturaleza a vivir situaciones adversas por las inclemencias de las condiciones climáticas.

El latino se deja guiar por los impulsos, ya que el clima en donde se ha desenvuelto le permite tener una energía desbordante, no así con el europeo que cree más en los procesos puesto que el clima lo ha obligado a planear mejor sus provisiones para el invierno, que ejemplifica la ‘adversidad’.

Un ejemplo de aprendizaje actual ha sido la selección chilena que, a nivel sociedad ha vivido cosas muy duras en los últimos años con desastres naturales y a través del futbol nos viene a dar una cátedra de cómo ‘la unión hace la fuerza.’

Esto es consecuencia de una sociedad como la chilena que a pesar de las adversidades, ha aprendido a trabajar en equipo y ahora está logrando salir adelante.

Messi no es Maradona y Maradona no es Messi



Absurda la comparación.

Son generaciones y momentos distintos.

Son momentos diferentes no sólo en lo deportivo sino en lo mediático y en lo económico. Simple y sencillamente NO es comparable.

La carga que trae a cuestas Messi no se compara ni un ápice a la que le tocó vivir a Maradona porque ni siquiera es en lo deportivo, sino principalmente en lo mediático y lo social.

La era de la comunicación juega un papel preponderante en los jugadores actuales, la carga de un ser humano que porta una pesadísima etiqueta de “astro” puede ser brutal.

Lionel Messi es un referente en muchos rubros, que ocupa muchos puestos y tipos de liderazgo, la mayoría sin razón aparente. Messi no sólo carga a un equipo, o a una generación de futbolistas… carga a una nación entera o más que eso.

Sumémosle también la carga mediática de lo que supone ser Lionel Messi, lo que también le ha tocado vivir a su antecesor en el Barcelona, Ronaldinho, y lo que seguramente le tocará vivir a su sucesor, Neymar.

Y ahora la dimensión de un simple error de juego en donde las expectativas de millones de personas estaban postradas en sus hombros, en sus pies y peor aún… ahora en su mente.


Es un error garrafal del cuerpo técnico y de la gente encargada de medios que expongan al jugador minutos antes de haber perdido una final permitiéndole a la prensa que haya una interacción con ellos, sin antes una labor de contención psicológica para refrescar la mente y bajar la ola emocional.



La labor psicológica es ESENCIAL en estos casos, ya que por medio de una labor de contención, los jugadores habrían descargado previamente la carga emocional con una persona en vez de descargarla con los medios, la cual generó que la ola se convirtiera en un tsunami.

De tener esta función fija en el cuerpo técnico, todo sería distinto.

Hay que dimensionar todo lo que se puede crear a través de una persona que es figura pública, un personaje de fama mundial.

En este caso ya no se está viendo a una persona, sino a un ‘personaje‘  y la teoría dice que el personaje siempre superará a la persona si no hay un trabajo psicológico previo para fortalecer la esencia de la persona.

Messi le está jugando chueco a Lionel Andrés

Y si la gente encargada del “personaje” no quiere perder millones, es vital que comience a recuperar al hombre.

A Lionel Andrés.

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