Ads (728x90)



Por: Fútbol y progreso (@futbolyprogreso)

En las filas de Vitoria hay un joven extremo de 24 años nacido en la capital Brasilia y cuyo nombre es Alipio. Este jugador que no está contando con muchos minutos esta temporada en el conjunto de Salvador de Bahía fue, hace unos siete años, cuando aún no era mayor de edad, uno de los fichajes de futuros de uno de los mejores clubes del mundo, el Real Madrid.


Fue durante la temporada 2008/2009 cuando el conjunto blanco contrató a Alipio que antes de los dieciséis años ya había dado el salto a Europa, a Portugal, país al que los jóvenes talentos brasileños suelen ir como primer paso al viejo continente, un país donde la aclimatación, fundamentalmente por la lengua, es mucho más fácil.


Tras destacar en las categorías inferiores de este club, el Real Madrid pagó dos millones de euros por él, incorporándolo a su equipo base. Aunque el mayor número de partidos lo llegara a jugar con el Juvenil, nuestro protagonista estuvo entrenando asiduamente en el Real Madrid Castilla a las órdenes del actual seleccionador español, Lopetegui.


Es en ésta época cuando Jorge Mendes se interesa por él y acaba representando a un futbolista que con su velocidad, desborde y su capacidad de incordiar de manera constante a los defensas, lo hacen ser un puntal y llega a ser definido como uno de los mejores fichajes del año en la cantera blanca junto al de Alvaro Morata que llegaba del Getafe.

Finalmente, su rendimiento se fue aminorando con el paso del tiempo y acabó yéndose a Benfica junto a otro canterano del Real Madrid, Rodrigo, pero su paso por el conjunto portugués fue sin pena ni gloria, otorgándole éste mismo dos cesiones, una al América brasileño y otro al Sharjah FC de los Emiratos Arabes Unidos, hasta que quedó sin contrato en vigor y tras un par de años en en Omonio Nikosia chipriota  y Apollon griego, volvió a su país natal con ganas de relanzar su carrera futbolística.

A día de hoy, y tras un buen año en Luverdense en Serie B, forma parte del Vitoria cedido por Tombense, un club en manos de empresarios que contratan jugadores con el fin de cederlos a otros de Serie A y Serie B y, tras efectuar una venta, ingresar superavit en sus operaciones y transacciones en el mundo balompédico.


Aún tiene muchos años por delante, y sueña con volver a Europa y ésta vez de manera triunfal, pero no cabe duda de que Alipio ha sido un caso más, de tantos que hay, cuyo fútbol se consume poco a poco por diferentes circunstancias, en su más plena juventud.

Publicar un comentario