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Por: Luis Suárez (@Luije77)

"Todos los entrenadores hablan sobre movimiento, sobre correr mucho. Yo digo que no es necesario correr tanto. El fútbol es un juego que se juega con el cerebro. Debes estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, ni demasiado pronto ni demasiado tarde", decía Johan Cruyff sobre el posicionamiento sobre la cancha y la cobertura de los espacios.

En la ida de los octavos de final de Copa Sudamericana, San Lorenzo de Almagro tuvo un primer tiempo de ensueño. Los goles marcados por Fernando Belluschi y Nicolás Blandi les dieron ventaja a los de Diego Aguirre. Sin embargo, en la segunda mitad no pudieron sostener la diferencia. Por estas razones, los de Boedo aplastaron a su rival durante 45 minutos:

1)   Emanuel Más y Matías Corujo fueron las lanzas encargadas de recibir los pases entre líneas y romper en diagonal. Ante la línea de cinco volantes que por momentos armó La Guaira, la capacidad de enviar balones filtrados de Néstor Ortigoza y Fernando Belluschi salió a flote:



2)   El corte nunca fue una virtud del equipo venezolano. A pesar de jugar con un trivote en el medio sector (Suanno - Figuera – Flores), el volante diez del Cuervo (Belluschi), manejó los tiempos a su antojo y hasta pudo llegar sin problemas hasta Suanno, pasando sin pagar en la inoperante alcabala Flores-Figuera:


3)   La capacidad de Bautista Merlini en el 1 contra 1 no solo se precisó a la raya. El volante que entró a última hora por Martín Cauteruccio salió de su zona de confort, dejándole el espacio a Más, para interactuar en un trinomio con Belluschi y Mussis. Precisamente, el primer gol azul y rojo llega luego de la marca llegara a destiempo y derribara al joven año 95:


4)   La Guaira vivió uno de los peores 45 minutos del año para su mitad de cancha. La velocidad de los mediocampistas argentinos produjo huecos en la zona de destrucción que se prestaban para la recreación. Letal para un club que pretendió jugar corto, al menos durante la etapa inicial, pero que tuvo que correr detrás de la pelota:







5)   La rapidez de las transiciones locales dejaba mal parado a la visita. Cuando uno de los laterales venezolanos pretendía subir, los de Aguirre atacaban por el sector desvalido. El ida y vuelta y la basculación planteada por los costados favoreció a San Lorenzo:



Ante la superioridad táctica, San Lorenzo pudo anotar dos goles. En el segundo tiempo, La Guaira replanteó su propuesta, tal como ya se analizó en La Pizarra del DT y dejó la serie viva para el partido en Cabudare.




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