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Víctor Grao (@VictorGrao)


Hola Rafael, te escribe un cuasi periodista con escasos conocimientos futbolísticos. Más allá de leer unos cuantos libros y jugar en tercera división de Venezuela, no tengo mayor currículum para entrar en debate contigo.

Tomaste a una selección herida y nos brindaste la alegría de pasar de fase de grupos en la Copa América. La culpa de estar sumergidos en el último puesto de la tabla clasificatoria no es tuya. Entraste en un nuevo proceso donde las aspiraciones de llegar al Mundial son mínimas y casi nulas.

Se piensa en Catar, sin dejar de lado Rusia, se tiene a la selección más joven de Sudamérica, pero la gente siempre quiere (queremos) más. Una victoria, un estilo de juego propio, tenencia de balón, velocidad… Aunque no tenga currículum, suelo ser objetivo y dentro de esa objetividad considero que entiendes bien el fútbol.

Te pude ver en el Deportivo Lara, en la selección sub 20 y ahora en la de mayores. Estilos diferentes, sí, pero siempre buscando jugadores rápidos y desequilibrantes arriba. Como dijiste en tu primera rueda de prensa: “Tenemos una generación de futbolistas con muy buen pie, no puedo ocultar mi deseo de ver a una selección que juegue bien (…) no tenemos jugadores que quieran tirar el balón arriba”.

Quizás no el balón arriba, Rafael, pero no nos podemos engañar. La juventud de esta selección, sumado a equipos que nos superan en el uno a uno hace que no se pueda contar con un equipo con demasiada tenencia.

Los clubes y selecciones pequeñas, equipos con menos recursos, han ganado con un fútbol “feo”, pero vertical. Meterse atrás no está mal, está dentro de las posibilidades de cada equipo. El Leicester en la Premier y Portugal en la Euro son solo ejemplos de una realidad que muchas veces no se quiere aceptar.

Venezuela cuando mejor ha jugado es con las líneas juntas. Sea defendiendo o atacando. 20 o 30 metros de diferencia entre línea defensiva y ofensiva. Ese, Rafael, creo que es el posicionamiento que necesitamos, más allá de si es 4-2-3-1, 4-4-2, 4-3-3... Aprovechar a los jugadores rápidos y habilidosos para que generen desequilibrio en espacios reducidos.

No obstante, es una maldad tener a Juanpi, Josef y Adalberto a 70 metros del área rival. Una maldad que se puede balancear con contar con compañeros cercanos a ellos y generar esas asociaciones de las que has hablado.

Con espacios, líneas cortas y volumen de jugadores en un sector de la cancha, Venezuela será avasallante. Tiene quien pivotee, quien corra y quien filtre balones. Se tienen las piezas, pero no una idea del todo sellada. Se está construyendo…

Aquel día de tu primera rueda de prensa, comentaste que según el rival se cambiaría el estilo. Sí, lógicamente no le puedes jugar a todos los equipos igual, pero en Sudamérica, Venezuela es inferior a (casi) todos. La vinotinto no saldrá a proponer y hoy por hoy no tiene la obligación de llegar a un Mundial.


Rafael, insisto, admiro tu trabajo, pero por favor, no separes tanto las líneas, no dejes que cuando se presione no sea en bloque y, por favor, no saques a Juan Pablo Añor nunca más.    

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