Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
"Queremos hacerlo todo de un
golpe; por eso nos seduce la forma violenta de la revoluciĆ³n armada. La
incurable pereza nacional nos impulsa al esfuerzo violento capaz del heroĆsmo,
pero rĆ”pido, momentĆ”neo. ¡Todo o nada! Pueblo que sabe arriesgar la vida, pero
que es absolutamente incapaz de consagrarla a una empresa tesonera. Al fin nos
quedamos sin nada"
Reinaldo Solar en la novela homĆ³nima de RĆ³mulo Gallegos
Argentina y Venezuela lanzaron los dados con sus flamantes seleccionadores.
El tercero en tres aƱos para cada combinado. El cubo lĆŗdico sacĆ³ cuatro puntos
para los primeros y uno para los segundos tras la presentaciĆ³n inicial por fecha
FIFA. Con tanto apuro por planificar, en un trabajo en el que la planificaciĆ³n
cuesta, dada la escasez de tiempo que tiene el entrenador para organizar un
esquema de trabajo. Bauza optĆ³ por lo fĆ”cil dada presiĆ³n instantĆ”nea que
requiere el cargo: aprovechar las transiciones ofensivas para hacer daƱo.
“Es cierto que muchas selecciones
buscan la contra como arma principal, porque es simple y no se dispone del
tiempo suficiente para desarrollar otros mecanismos de juego. Un mes en un equipo
es como un aƱo en una selecciĆ³n. Lo mĆ”s importante no es el sistema, sino la
elecciĆ³n de los futbolistas. No hay tiempo para trabajar determinadas cosas,
como la coordinaciĆ³n en el movimiento de una defensa adelantada” Luis AragonĆ©s.
Al otro lado de la banda, Rafael Dudamel encaraba su primera cita
internacional vƔlida para clasificar a Rusia 2018. Con una carrera destacable
en su momento, en la que llegĆ³ a anotarle de tiro libre a la mismĆsima
Argentina. Le gustĆ³ debutar en un estadio que lo vio jugar y dirigir
anteriormente: el Metropolitano de MĆ©rida. Es recurrente que el seleccionador
venezolano utilice plazas amenas a sus recorridos. Sanvicente llevĆ³ a la
selecciĆ³n a Barinas y FarĆas oscilaba entre San CristĆ³bal y Puerto La Cruz.
Todos le piden apoyo a la prensa, comprendiendo la visiĆ³n holĆstica de su
cargo. Los periodistas, el estadio, los jugadores; todo influye.
El ex futbolista elige seguir en el juego porque la sensaciĆ³n azarosa le
causa vĆ©rtigo, de modo que busca erradicarla con la su conocimiento empĆrico.
Hoy tuvo que lidiar con varias ausencias: Rolf Feltscher, Roberto Rosales y
Wilker Ćngel en la zaga y Alejandro Guerra. Mikel Villanueva, “Sema” VelĆ”squez,
Juanpi
AƱor, Alexander GonzĆ”lez y hasta VĆctor GarcĆa pudieron tapar las grietas
del armazĆ³n vinotinto que goteaba. MĆ©rito del entrenador que ya habĆa
consentido en darles minutos a todos anteriormente. Se justifican en este punto
ciertas
decisiones impopulares otrora criticadas.
Argentinos y venezolanos quizĆ” se pregunten cĆ³mo pudo haber terminado el
partido si hubiesen estado Arango o Messi en cancha. No estƔ de mƔs destacar que
una individualidad no desarticula totalmente el funcionamiento en un deporte
colectivo. El mito del lĆder mesiĆ”nico que da la cara por la selecciĆ³n tiene
base de cristal. Solo en las crisis se magnifica al hƩroe, creando en las masas
la sensaciĆ³n de que el redentor puede pasar por el filtro de los mĆ”s
entusiastas elogiadores. El comentarista del partido que saliĆ³ a nivel nacional,
por ejemplo, rompiĆ³ en llanto tras el gol de
AƱor.
Con dos puntos de veinticuatro (24) posibles, todavĆa es matemĆ”ticamente
posible que Venezuela llegue a Rusia. Pero habrĆa que preguntarse si el fĆŗtbol
nacional estƔ a la altura de tal proeza. Con las dos victorias en Copa AmƩrica y
la momentƔnea ventaja de 2-0 en el segundo tiempo pareciera que se olvida el precario estado global que acusa el
paĆs y que repercute inevitablemente en el balompiĆ©. Una disciplina en la que
sobran equipos en primera divisiĆ³n y que entre los que mejor rinden hay distancias abismales de talento y solidez
tƔctica. Ni hablar de la disonancia entre lo que intenta Dudamel con lo que se
juega en su tierra. No existe identidad de juego.
En Inglaterra ocurre algo parecido. Salvando las distancias estructurales,
hay una variedad de clubes con estilos incompatibles que dominan el concierto
de la Premier League. Cuando sus seleccionados – que salvo el portero juegan todos
en su liga local- se encuentran en una cancha ocurre un desorden incompresible
tanto para su rival como para ellos mismos.
Los Ćŗltimos paĆses que han ganado el mundial han tirado de la identidad de
juego que se presenta en sus ligas locales. El periodista MartĆ Perarnau escribiĆ³
sobre el fĆŗtbol alemĆ”n, actual monarca mundial, alegando que “Alemania estableciĆ³ una voluntad de dirigir
su juego hacia el definido como "juego de posiciĆ³n" y aunque podamos
encontrar numerosos equipos que no lo practican tambiƩn es obvio que sumar a la
selecciĆ³n, el Bayern y el Borussia Dortmund de Thomas Tuchel al modelo tiene su
trascendencia estructural.”
Para poder optar por llegar a la cita mundialista hay que crecer desde
adentro, pero pareciera que esto fuese a cumplirse al revĆ©s. Se podrĆan utilizar
los siguientes partidos clasificatorios como amistosos. Careos para trabajar un
modelo de juego que tanto los equipos del fĆŗtbol nacional como la selecciĆ³n
sepan interpretar. El norte no necesariamente tiene que ser el “juego de
posiciĆ³n”, la idea es que formar y crear un modelo se prime antes de
competir, pues solo asĆ serĆa mĆ”s probable competir. Aprovechar la laguna de la
selecciĆ³n como algo positivo de cara al futuro.
Los procesos a largo plazo son los que impulsan el talento de las
selecciones sin jugadores de Ć©lite en cada posiciĆ³n. Trabajo paciente que no
necesariamente garantice Ć©xitos. En el fĆŗtbol no se pueden usar solo los
tĆtulos como balances positivos. Basta de pensar en los equipos como si fuesen
una fiambrerĆa en la que solo importan los nĆŗmeros que arrojan sus ventas. Hay
un rival enfrente que busca el mismo objetivo y una serie de complejidades
ineludibles en el camino que le dan forma al proceso y que le dan matices a las
evaluaciones de sus gestores.
Mientras cunda la salida fƔcil en un trabajo que demanda paciencia y
positivsmo, la suerte seguirĆ” siendo el grillete que detenga la multiplicaciĆ³n
de resultados positivos.
Publicar un comentario