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Mijail Mercado (@_Mijailovic)

LA CRISIS


La selección nacional ha atravesado el último año una crisis que provocó división en la parcialidad boliviana que se sumó a los ya existentes problemas dirigenciales y futbolísticos. Realizando una retroalimentación, en Junio de 2015 se logró un único éxito de significancia deportiva en muchos años: cuando en la Copa América de Chile, se logró ganar un partido y avanzar a cuartos de final luego de 5 ediciones. Pero esto fue sólo un destello en medio de un oscuro panorama del fútbol boliviano pues la crisis continuó y se agravó con la renuncia de jugadores referentes de la selección y la exclusión de otros de manera definitiva, todo desatado por un común denominador, la mala relación con Julio César Baldivieso y su mal manejo del grupo. El “emperador” asumió la conducción de la verde luego de la destitución de Mauricio Soria en Agosto de 2015 y desde entonces los resultados hablaron por sí mismos:


Sumado a los malos resultados, como habíamos mencionado antes, renunciaron a la selección nacional jugadores de alto calibre argumentando no estar de acuerdo con la manera en que el DT manejaba el grupo y el trato para con los jugadores, hablamos del capitán y mejor defensor en vigencia del país, Ronald Raldes, el delantero más importante que el futbol boliviano ha producido, Marcelo Martins Moreno. Seguidamente y de manera sorpresiva, el paraguayo naturalizado boliviano y capitán de The Strongest, Pablo Escobar, toma las palabras de Baldivieso en rueda de prensa donde afirmó que “algunos jugadores habían cumplido su ciclo en la selección y que había que dar paso a los jóvenes”, el volante atigrado prácticamente se automargina de la selección y en la posterior lista de convocados por “Baldi”, Escobar ya no figuró con sus 37 años.

La primer lista de convocados para iniciar el camino de eliminatorias tuvo un promedio de edad de 24,7 años con respecto a los 28 años de promedio de anteriores nóminas. Varias caras nuevas y tres jugadores con 19 años de edad, pero la duda empezó a plantearse acerca de este nuevo proceso de “juventud y renovación” de futbolistas cuando a medida que se desarrollaron los partidos, los jóvenes tuvieron poco rodaje a pesar que eran llamados en cada convocatoria y era notoria la falta de liderazgo dentro del grupo, pues se pasó el cintillo de capitán a cinco jugadores, todos elegidos por Baldivieso, quien se robaba todas las atenciones y elevaba su protagonismo por encima de cualquier futbolista, aspecto que lograba haciendo declaraciones polémicas a la prensa siempre que podía y se le lanzaban cuestionamientos por el rendimiento futbolístico.

Dentro de todas las actuaciones del seleccionado nacional, era por demás preocupante la falta de identidad en cuanto a propuesta futbolística, donde parecía estar bien parada los primeros minutos pero cuando se encontraba con marcador adverso no había un plan B y jugando en condición de local no había la claridad ni una estrategia visible para sacar ventaja en el reducto del Hernando Siles.

La eliminación de la Copa América Centenario fue la gota que rebalsó el vaso para los directivos de la FBF que también empezaron a ser cuestionados por la desorganización e improvisación que evidenciaron para preparar la participación de Bolivia en esta copa continental. Es así que pocos días después del retorno de la delegación boliviana Baldivieso es cesado de su cargo y se elige al argentino Ángel Guillermo Hoyos como nuevo entrenador.


LOS CAMBIOS

La elección de Hoyos pasó por el proyecto que presentó a los directivos de la FBF quienes quedaron convencidos de su plan, que a diferencia de otras elecciones de entrenadores, el plan de Hoyos incluía hacerse cargo y hacer el seguimiento de las selecciones de categorías menores.

El DT argentino, conocido por su paso por el club Bolívar de La Paz y Oriente Petrolero de Santa Cruz, se caracterizó por darles una identidad futbolística a sus equipos y de potenciar a los futbolistas que él considera importantes, además de tener dura voz de mando y a su vez calidez para alentar a sus jugadores anímicamente.

A sabiendas que lo primero que se debía restaurar era el vestuario, vuelve a la llamar a la selección a Ronald Raldes, Marcelo Martins, que habían renunciado, es tomado en cuenta nuevamente Pablo Escobar y hace revertir su decisión de retiro de la verde a Walter Flores, el actual capitán de Bolívar, que decidió de manera voluntaria dar paso a jugadores nuevos en la selección el 2012.

Todos estos jugadores fueron recuperados y muchos otros nuevos llamados en una insólita lista preliminar de 93 futbolistas convocados pocos días antes del arranque las fechas 7 y 8 de las eliminatorias. La extensa nómina contenía los nombres de los futbolistas que el DT Hoyos consideraba “convocables” en el período de seguimiento que realizo previamente. Posteriormente, la planilla se redujo a 25 futbolistas que encararon las fechas de clasificatorias con energías renovadas y con un ambiente claramente mejorado.

La propuesta para el primer partido contra Perú en La Paz, siguió la lógica que se esperaba, pues paró un equipo con la base de futbolistas aclimatados a la altura y potenciados con jugadores de jerarquía y buen pie como Ronald Raldes, quien volvió a ser el capitán, Pedro Azogue, Jhasmani Campos y Marcelo Martins. Además de la elección de los jugadores correctos, se impuso el ritmo e intensidad que amerita cuando se juega en condición de local y en la ciudad de La Paz, a pesar que no fue un dominio constante y se cayó en pozos en pequeños lapsos del partido, el rendimiento fue parejo en líneas generales y los cambios acertados para mantener el equilibrio y que la parte física no juegue en contra.

El arco estuvo bien defendido por el golero Romel Quiñonez, de los registros de Bolívar, quien tuvo providenciales intervenciones en esos pozos de rendimiento en los que se sumió la selección.

En la línea defensiva se logró hacer relevos de manera correcta casi siempre, salvo en dos ocasiones cuando a la contra Perú encontró espacios desprotegidos en la zaga central, después el trabajo de Ronald Raldes y Zenteno fue correcto. La marca por los laterales fue dura, Edemir Rodríguez, que no venía siendo titular en su club pero tiene la confianza de Hoyos porque lo conoce cuando lo dirigió en Bolívar, tuvo un regreso bastante aceptable y al igual que Marvin Bejarano por el lateral izquierdo contuvieron el avance peruano por las bandas, pero eso sí, sacrificando la proyección en ataque de estos dos un porcentaje importante del partido.

La mitad de la cancha encontró en Pedro Azogue el eje de recuperación y colaboración en defensa contra Perú, el buen momento del futbolista de Oriente Petrolero aportó en gran medida a la selección que tuvo de compañeros en el medio sector a Walter Flores quien a pesar de sus 37 años se comió toda la cancha del medio hacia abajo, respondiendo así a la confianza que le dio el DT, Jhasmani Campos era clave para los balones parados y su zurda con clase pero un golpe propinado por un jugador peruano lo sacó en ambulancia del estadio Hernando Siles, siendo reemplazado por Diego Wayar quien no desentonó pero se dedicó más a la labor de salida que de creación para la cual estaba destinado Jhasmani, pero con Pablo Escobar en cancha estas funciones de “10” fueron asumidas por él, quien anotó de tiro libre el 1-0.


La importancia de Marcelo Martins en la delantera no tiene discusión, si bien Yasmani Duk lo reemplazó todo el tiempo que estuvo y lo hizo de buena manera, Martins provoca esa atención y preocupación extra a los defensores rivales para contenerlo por su trayectoria y jerarquía en el exterior. Martins tuvo un par de ocasiones para abrir el marcador de cabeza y con remate de fuera del área, pero no logró concretar, pese a eso, su retorno potencia el ataque nacional. Mientras tanto, el jugador más regular que tiene el futbol boliviano como lo es Juan Carlos Arce, se mostró sacrificado en arrancar desde el medio, pegándose a la banda y pisar el área de ataque, reafirmando su vital aporte en la selección, sin dudas en Arce se encuentra un delantero completo.

La victoria boliviana al mando de Hoyos ante Perú fue sellada, como por obra del destino, por Ronald Raldes con un frentazo después de un tiro de esquina. Así y con mucha emoción en los ojos de los futbolistas, especialmente de aquellos que retornaban, se recuperó la alegría perdida hace mucho tiempo.


Pero la segunda parada en Chile, contra el bicampeón de América, era una prueba muy distinta, se tenía que demostrar que hay una propuesta también para jugar de visitante. Con una selección chilena ampliamente dominadora, se puso a prueba la marca y defensa boliviana, la cual respondió bien, aunque la loable actuación de Pedro Azogue en La Paz esta vez se vio reducida, pero fue debido al calibre del rival y la facilidad con la que juegan. Sin embargo, la última línea que fue la misma que contra Perú (E. Rodriguez, R. Raldes, E. Zenteno, M. Bejarano), estuvo atenta especialmente a los balones por arriba y en mantener compacto el fondo defensivo nacional.

Se vio también la sorpresiva inclusión de Yasmani Duk acompañando a Martins en la delantera, sí, dos “9” alineó Bolivia y trabajaron bastante para pelear los balones que normalmente salían reventados desde el fondo hacia la zona ofensiva donde se encontraban ellos dos. Con movimientos alternados, poniéndose uno de ellos más adelantado que el otro, vimos una variante en ataque que es muy posible que funcione en condición de local también.

Pero sin dudas, la actuación del arquero del club Huachipato chileno, fue más que vital para ahogar el gol chileno en seis oportunidades, consagrándose como figura.


LAS CONCLUSIONES Y PANORAMA A FUTURO

Vimos la labor de Ángel Guillermo Hoyos en un partido de local y uno de visitante, es difícil sacar conclusiones que alimenten el sueño de clasificación al mundial, pero si podemos sacar conclusiones acerca del cambio de chip en el futbolista boliviano después de estar bajo las órdenes de Hoyos en dos fechas de eliminatorias.

Las pruebas de este “efecto Hoyos” se vieron reflejadas inmediatamente en campo de juego y posteriormente de en los partidos que los jugadores disputaron con sus clubes, muchos de ellos volvieron con más energías y actuaciones bastante buenas. Definitivamente, el entrenador argentino sabe sacar lo mejor de un jugador y potencia sus facultades positivas, algo que se logra con un trabajo de cerca con el jugador.

La nueva lista para encarar los dos partidos que se vienen por eliminatorias, contra Brasil (de visitante) y Ecuador (de local) incluyó al veterano y capitán de Blooming de 34 años, Joselito Vaca, quien viene siendo el más destacado de su equipo hace mucho tiempo. Otra prueba que el técnico comparte la idea que se juega con el nivel futbolístico que el jugador tiene y no con el certificado del año de nacimiento.

El entrenador argentino ha trabajado ya con las divisiones menores en Barcelona, en la mismísima “Masía” donde tuvo a un joven Leonel Messi entre sus dirigidos. Por esa experiencia en la labor con jóvenes promesas y con la ya mencionada facultad de potenciar las cualidades de los futbolistas, se tiene fe en el proceso que está bajo su mando. En este aspecto Hoyos llamó a dos grupos de futbolistas Sub-20, con los cuales sostuvo microciclos para que vayan familiarizándose con la filosofía del entrenador y lo que quiere de ellos para cuando lleguen a jugar en primera.

El plan es innovador e integral, al hacerse cargo de todas las categorías del futbol boliviano, como se hace en otros países. Sin embargo, este cambio de chip debe hacerse también a nivel dirigencial, pues está en sus manos darle las condiciones de trabajo al cuerpo técnico y jugadores, también está en su poder organizar el campeonato de manera que los días de trabajo que requiera el DT de la selección sean concedidos en la medida de las posibilidades porque es muy claro que nosotros debemos trabajar al triple que el resto de las selecciones de Sudamérica para afrontar a los rivales de esta eliminatoria que es la más difícil del mundo.

El proceso, en primera instancia, es alentador en cuanto a la actitud y predisposición de los jugadores para responderle al DT. La labor futbolística dependerá mucho que la idea de juego se vaya grabando en los actores dentro del campo de juego. El tiempo nos irá dando argumentos para sostener este plan de trabajo. Sería muy triste que esto solo sea una solución “parche” de la dirigencia para salvar sus cabezas y se corte la continuidad del proceso cuando se cambie de mando o no se clasifique al mundial.

Desde acá sabemos que la clasificación a una copa del mundo es un objetivo que se logra de manera progresiva, con paciencia, con trabajo y con confianza. El trabajo tiene que cubrir todos los estratos del futbol boliviano, desde primera división hasta el futbol en las asociaciones, desde los mayores hasta los juveniles y lo más importante, que no se corte sino que se pase la posta hacia el bien común del balompié nacional.

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