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Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)


El camaleĆ³n es un animal conocido por su capacidad de cambiar de color, con la intenciĆ³n de pasar desapercibido cuando se siente amenazado o por respuesta al estado natural, estado de salud, edad, luz o temperatura. Este cambio se debe a la acciĆ³n de hormonas que afectan a unas cĆ©lulas pigmentarias especiales presentes en la piel. Ellos buscan adaptar su tono dependiendo al lugar dĆ³nde se encuentran. Y quizĆ”s, eso es lo que busca Sanvicente en su nueva aventura en Caracas.

No lo de pasar desapercibido cuando se siente amenazado, sino la capacidad de adaptarse. La nueva aventura de Sanvicente con el Caracas nos estĆ” dejando muestras de una idea clara que busca el tĆ©cnico venezolano: la suficiencia para acondicionarse tĆ”cticamente dependiendo la circunstancia del juego.   

En teorĆ­a, por las piezas, el Caracas, normalmente, juega con un 4-4-2, con cuatro jugadores con vocaciĆ³n ofensiva, los dos delanteros y los dos jugadores de la banda. La medular estaba compuesta por un doble pivote. Sin embargo, cada ficha estarĆ” en constante movimiento dependiendo de la zona. El dibujo siempre cambiarĆ”.

En la salida del balĆ³n, el dibujo se convierte en 4-2-4. Hay dos maneras de salir jugando, la primera es en largo buscando a los cuatro de arriba, sobre todo a los dos delanteros, Arrieta y FarĆ­as, que son dos futbolistas que saben cĆ³mo pivotear, la idea es que uno se la baje al otro, para despuĆ©s atacar una de las bandas con los extremos.



La segunda es buscar a Evelio HernĆ”ndez, eso se consigue normalmente cuando de sale jugando con los centrales o por los costados con los laterales. Conseguir a Evelio es la clave; ya que Ć©l es el futbolista mĆ”s inteligente de la plantilla, sabe cĆ³mo conseguir a sus compaƱeros y filtrar pases. Al conseguirlo pueden existir diversas opciones, ya sea con balones a la espalda del lateral rival, toques verticales a los atacantes ubicados entre lĆ­neas y mĆ”s. Hay diversos movimientos. La idea es siempre sorprender. 

Sin embargo, hay otra opciĆ³n de salida de balĆ³n y ahĆ­ cambia, otra vez, el sistema. El equipo pasa a jugar con un 4-3-3, donde uno de los hombres de los extremos – que puede ser Arace, CĆ³rdova, Reiner Castro o Robert HernĆ”ndez – juega mĆ”s atrasado y por el medio, como un interior. Ɖsta alternativa ocurrirĆ” si no encuentran libre a Evelio o si Evelio no consigue espacios para ser vertical.

Aunque, esa anterior forma de atacar se puede traducir en un 4-2-2-2, si los dos extremos deciden retrasar un poco su posiciĆ³n y jugar mĆ”s por dentro, con la idea de apoyar y confundir al rival, ya que no sabrĆ­an por quĆ© costado jugarĆ” el Caracas.



Cuando el Caracas ataca con el 4-3-3 busca incrementar el nĆŗmero de jugadores por una zona para sorprender por la otra. Esa es la idea de “Chita”: extraƱar al rival para desordenarlo y luego sorprender.

El Caracas tambiĆ©n estĆ” utilizando el 4-3-3 cuando el equipo se repliega defensivamente. Dependiendo la zona – derecha o izquierda – donde el rival estĆ© saliendo, el extremo de esa banda bajarĆ” al nivel de los mediocampistas como un interior y uno de los delanteros irĆ” al costado para presionar. Mientras que, el otro extremo subirĆ” su posiciĆ³n a la altura de Arrieta y FarĆ­as.



Sanvicente busca generar conductas de forma autĆ³nomas para solucionar las acciones que se le presenten a cada uno de sus jugadores durante un partido, ya sean individuales o colectivas. La idea es crear un vĆ­nculo con los distintos sistemas tĆ”cticos, con la intenciĆ³n de que el futbolista entienda el cĆ³mo y cuĆ”ndo jugar y el por quĆ© de jugar asĆ­.

La intenciĆ³n de “Chita” con tanta adaptaciĆ³n tĆ”ctica dependiendo a la circunstancia es para conseguir el desorden del rival, a base de un fĆŗtbol con intenciĆ³n y un sentido concreto, porque asĆ­ es el fĆŗtbol, un deporte cambiante, dinĆ”mico y con incertidumbre mĆ”xima, es decir, Sanvicente busca, al no poseer una forma especĆ­fica, no tener un estilo predecible.


Se podrĆ­a decir que el Caracas de Noel “Chita” Sanvicente juega a desordenarse para desordenar al rival.

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