Fabrizio Cuzzola (@FabriCuzzo22)
Normalmente, el futbolista latinoamericano considera un éxito emigrar al extranjero. Para algunos países de poco poderío futbolero es considerado éxito que emigre a otras ligas del continente, pero sin duda la salida a Europa suele ser el máximo objetivo del jugador en Sudamérica.
Sin embargo, hay momentos en los que las cosas se dan a la inversa y un futbolista de Europa o África decide hacer las maletas a Latinoamérica. Genera curiosidad de cierto modo conocer esos casos, así como también analizar su impacto en el balompié sureño. Es por ello que hemos decidido lanzar este copilado con algunos jugadores y su impacto en países del continente, dividido en 2 partes:
LEE LA PARTE I ACÁ
LEE LA PARTE I ACÁ
ECUADOR: UNA RUDEZA QUE IMPIDE HASTA RESPIRAR
En
2013, el recién ascendido Deportivo Quevedo le dio confianza a un trotamundos
inglés para reforzar su plantilla: En enero de dicho año, Rohan Ricketts,
canterano del Arsenal y con pasado en clubes como Tottenham o QPR se incorporó
al plantel del elenco ecuatoriano, dejando un nulo aporte de 9 apariciones, sin
gol y muchas quejas respecto al estado de las canchas ecuatorianas y los
impagos.
Ecuador
ha visto cómo muchos de los mejores extranjeros de su país ven complicaciones
para triunfar. El implacable goleador argentino Lucho Figueroa tuvo un
recordadísimo paso por Emelec, uno de los grandes del país, dónde pese a tener
un buen rendimiento se tuvo que marchar temprano debido a la gran cantidad de lesiones
sufridas en poco tiempo. Mismo caso se ha visto con fichajes cómo el del
uruguayo Rubén Olivera o el atacante argentino Rolando Zárate, dónde han tenido
aporte goleador y en cancha, pero sus constantes lesiones les impidieron
brillar a plenitud. El último caso ejemplar es el de Jacobo Kouffaty, refuerzo
venezolano que llegó a Deportivo Cuenca y expuso un gran nivel, pero también
dejó evidente fragilidad por sus constantes lesiones.
El
futbolista que necesita Ecuador es un atacante cómo Denis Straqualursi, o un
defensor cómo Jhon Chancellor, que tal vez carentes de renombre han podido
brillar por su imponente condición física que los hace capaces de triunfar en
un país de gran exigencia física; me comenta Roberto Peña, que prosigue
explicando que los partidos de exhibición realizados por clubes cómo el
Barcelona de Guayaquil –que llevó a Ronaldinho y Diego Forlán a Ecuador- o cómo
Emelec –que llevó al New York City de Pirlo, Villa y compañía- generan atención
de los medios, pero cómo refuerzos les costaría sobresalir en dicho país.
PARAGUAY: EL SACRIFICIO ES
LO QUE CUENTA
El
estilo del fútbol paraguayo es particular. Vayas en dónde vayas, juegues dónde
juegues siempre te van a solicitar entrega a tus colores, pero en Paraguay la
‘garra’ que debes poner es mayor. Dani Guiza lo sabía y en 2013 se convirtió en
el mediático fichaje de Cerro Porteño, proveniente del Getafe de la Primera
División española. Tuvo un arranque complicado gracias a su descuido físico,
pero tras ponerse a tono se convirtió en una de las principales figuras del
cuadro azulgrana; Primero cómo revulsivo y luego cómo titular habitual. El
atacante gaditano dejó 20 goles en casi 60 juegos como ‘cerrista’, además de
rechazar una oferta de Olimpia al considerarse hincha del club que lo trajo al
continente. Se ganó además el cariño de la hinchada, que le cantara el ‘Ole ole
ole, Guiza Guiza’ para honrarlo en los partidos, además de ser material de
análisis por su aporte en el juego del club.
Pero
en Cerro hay tres antecedentes interesantes: Tobie Mimboe, Geremi Njitap y un
‘NO’ que pudo haber sido trascendental en la historia de Camerún para Samuel
Eto’o. El primero llegó a Paraguay en 1993 de la mano de Recolecta (20PJ, 1G).
Colegiales (15PJ, 2G) y 12 de Octubre (35PJ, 5G) le abrieron el paso para que
llegara a Cerro Porteño, disputando 17 encuentros y marcando un gol. De allí,
su trayectoria sirvió para ir a San Lorenzo de Almagro en Argentina y pese a su
poca regularidad, emigraría a Turquía y a China. En Asia jugaría media centena
de partidos antes de regresar al continente, de la mano del Club The Strongest
en Bolivia dónde fue regular (40 partidos, 3 goles) y colgar las botas en
Paraguay con el Sportivo Luqueño en 12 partidos.
Mimboe
es recordado por su sacrificio en el terreno de juego. Un defensor central de 1,74
metros que iba bien por aire y subía a batallar el balón. Siempre adaptándose a
nuevos países, encontró en Paraguay un hogar, dónde el paraguayo lo veneraba
por su entrega y él se sentía cómodo. En 1996, llegan a Asunción Geremi Njitap
y Samuel Eto’o tras ser vistos por un cazatalentos africano. Pedro Aldavé –dada
la contextura física de Eto’o- se decantó por fichar a Njitap, que tenía más
contextura de futbolista. Samuel por su parte emigró a España, dónde Real
Madrid y Mallorca le darían condiciones para ser el imponente delantero que
revolucionó al fútbol en todo un continente.
Con
el uruguayo Jorge Fossati en la dirección técnica del elenco del ‘barrio
obrero’, Cerro perdió una demanda de Racing de Bafoussam de Camerún, que le
obligó a pagar 500.000$ en concepto de indemnización por derecho de formación
de Njitap. Debutó en el Apertura 97’ ante Presidente Hayes y jugó 10 partidos
en aquella zafra dónde se alzaron campeones del torneo. Gençlerbirligi le daría
hogar a Njitap tras este corto pero efectivo paso por las maltrechas canchas
paraguayas, para dos años después poder fichar por clubes de la jerarquía de
Real Madrid C.F. (1999-2003), Chelsea F.C. (2003-2007) o Newcastle United
(2007-2010) entre otros.
PERÚ: UNA EXPERIENCIA POCO USUAL
Masakatsu
Sawa es de esos jugadores que no se ‘latinizan’ por accidente sino por elección
propia. Nació un 12 de enero de 1983 en Kashiwa, una región cercana a Tokio. A
sus 18 años emigró a Argentina y River Plate le dio cobijo, en una experiencia
que recuerda siempre con mucho orgullo:
“Tuve
la oportunidad de conocer a (Javier) Mascherano, (Gonzalo) Higuaín y (Radamel)
Falcao que hoy son los mejores jugadores de Europa”, recuerda Sawa quien luego
de 4 años en la pensión de River escogería Lima cómo destino. Allí, ‘ponja’
(cómo le apodaría Sampaoli) hizo su vida, debutando en 2005 con Sporting
Cristal, se hizo esposo y padre en Perú. De la mano de Coronel Bolognesi y bajo
la dirección técnica de Jorge Sampaoli se convirtió en el primer japonés en anotar
en competiciones internacionales. Su primer paso fue por segunda con Municipal
para luego ir a Cienciano y regresar a su natal Kashiwa a jugar con el Reysol,
dónde estuvo de 2008 a 2013, jugando Mundial de Clubes en 2011, quedando
eliminado por el Santos de Neymar. Desde entonces, volvió a ascender con
Municipal y es el ídolo de la afición del club que considera su casa. A sus 34
años espera poder jugar hasta los 40. 1,73 metros de habilidad y humildad: no
quiere ser ídolo pero su entrega ya lo tiene entre los grandes
En 1997,
la directiva del Sporting Cristal decidió dar un paso interesante al fichar a
Prince Amoako, un joven mediocampista ghanés que se convirtió a base de minutos
y buen juego en un ídolo para su equipo. Es el único futbolista africano que ha
jugado la final de la Copa Libertadores, a la que accedió el mismo año de su
fichaje, perdiendo 1-0 ante Cruzeiro y quedándose con el subcampeonato
continental. Estuvo en Cristal hasta 1998. El año siguiente lo jugó en
Deportivo Municipal y en 2000 Talleres de Córdoba tocó a su puerta y lo hizo el
único futbolista africano en jugar un clásico córdobes. Dio el salto europeo en
Granada y de allí desarrolló su carrera en Rusia y Ghana.
Sin
embargo, no todos los casos son éxitos. Debutó, bien, pero la experiencia de
Mark Cook en Universitario de Deportes está lejana de poder ser clasificable
cómo exitosa. Bajo la dirección técnica de Nolberto Solano, el canterano del
Newcastle United generó revuelo en su llegada a Perú, pero en apenas 2 partidos
cuajó una nefasta actuación y fue dejado a un lado por su club.
Se ha
animado Universitario a la búsqueda de futbolistas africanos, sin embargo los
casos emblemáticos del atacante nigeriano Tunde Enahoro o del defensor
marfileño Hervé Kambou (hoy en Zulia FC) acabaron deambulando en Segunda sin
pena ni gloria.
URUGUAY: UNA PROPUESTA INTERESANTE
Montevideo
vió nacer un armenio: Mauro Guevgeozián vió luz un 10 de mayo de 1983 en la
capital de este pequeño país, escaso de habitantes pero con gran pasión
futbolera. Debutó en Fénix en 2004 antes de irse a Armenia con el Pyunik. Poco
tiempo estuvo allá antes de ser repescado por Cerrito en Uruguay, jugando 18
partidos de segunda y marcando 12 goles. Everton de Viña del Mar lo buscó y
anotó 15 veces en 43 apariciones, lo que le valió para fichar por Peñarol. El
salto a un gigante lo desplomó y con 4 partidos a sus espaldas regresó a Fénix,
dónde resurgió cómo el ave homónima y marcó 17 goles en 28 partidos, marcando
además el mejor gol del campeonato (una chilena extraordinaria a su ex equipo,
Peñarol). Posteriormente salió a Perú, dónde Alianza Lima gritó sus 29 tantos
en 81 partidos, ganando además el torneo inca. Luego fue Atlético Bucaramanga
en Colombia quien buscó su ficha y volvió a brillar, viendo puerta 11 veces en
24 partidos. Actualmente es uno de los puntos más altos en Temperley, equipo
que lo llevó este año a la República de Argentina.
Por
otra parte, Antoine Helha es un trotamundos camerunés que encontró refugio en
Uruguay. Después de 3 años en el Fovu Baham de su país, este espigado atacante
versátil llegó al país en 2005 de la mano de Plaza Colonia. Desde allí, Bella
Vista, Boston River, El Tanque Sisley y Cerrito han disfrutado de sus
servicios, quitando un paso bastante malo por la Primera B chilena de la mano
de Coquimbo Unido. En el Tanque Sisley afirmó sentirse cómodo por su similitud
al estilo africano. Allí compartió con Walter Vaz, un delantero francés de
origen guineano de 1,92 metros que fue visto en Miami por el empresario Gabriel
Morales y se lo llevó a River Plate de Uruguay en 2014. No llegó a marcar en
Uruguay pese a jugar 30 partidos entre River y Tanque Sisley.
VENEZUELA: ¿VALE LA PENA EL RIESGO?
Si
revisamos la historia del Caracas Fútbol Club encontraremos en el año 1990 un
punto de inflexión, cuándo el equipo es comprado por la Organización Cocodrilos
y el recordado empresario suizo Guillermo Valentiner. En la temporada
1991/1992, los ‘rojos del Ávila’ obtuvieron su primera ‘estrella’ de las 11 que
hoy lo tienen cómo el más ganador del país. En dicho plantel estaba la
curiosidad de la importación de dos futbolistas alemanes: Andreas Vogler, delantero
del Stahl Branderburgo que se mantiene cómo el quinto máximo goleador histórico
de la institución en sus 3 años con el club marcando 47 goles, así como de Olaf
Seier, volante procedente del Unión de Berlín, dónde fue un regular en las
alineaciones de Manuel Plascencia. Ambos se fueron en 1994 tras la inestable
situación de Venezuela: Dos ligas, una Copa Venezuela y la participación en
Copa Libertadores. Junto a ellos, Ibrahim Salisú era el tercer extranjero del
equipo, volante ofensivo ghanés oriundo de Accra que llegó desde el Fortuna
Dusseldorf y que jugó hasta el año 2000 en el elenco capitalino, dejando marca
de 144 apariciones con 42 goles (8 en Copa Libertadores). Es el octavo máximo
anotador del club y su adaptación fue genial no sólo a nivel de juego sino
también personal.
Entre
2012 y 2014, Horacio Matuszyczk agarró la dirección técnica de Tucanes de
Amazonas y su objetivo fue reforzarse con futbolistas africanos, que le dieran
fortaleza física al equipo y se adaptaran a las condiciones de Puerto Ayacucho
para la práctica del fútbol. Así llegaron el central gabonés Frank Obamboe y el volante ghanés Livingstone Ebo primero,
para posteriormente darle paso a los nigerianos Israel Sunday (atacante),
Chinonye Obi (volante) y Frank Nedu (central).
Sin
embargo, recientemente se han visto casos como el de Koji Seita, volante de
primera línea que hizo pruebas en España y lo único que podía presumir era una
buena representación (Nissan se hizo dueño de su ficha, luego lo vendió a la
Parmalat). Llegó a Italchacao en 2003 cómo un jugador alto, fuerte y con una
buena calidad técnica, que quería asimilarse a Josep Guardiola, pero su
lentitud en el campo de juego y poca adaptación al país terminaron reduciendo
su experiencia a 4 partidos, una titularidad y una frase para enmarcar en su
única entrevista en el país: “Viví cuatro años en España, en La Coruña, pero
sólo he jugado como aficionado, fue hace poco que llegué al Ferrol. De
Venezuela sólo sé que las chicas están buenas“.
Darko
Beljan y Marco Tomsic se animaron a hacer pruebas en Deportivo Táchira y Aragua
FC. El primero, defensor central le tocó regresar a Croacia sin contrato bajo
el brazo, pero Tomsic quedó en el Aragua, dónde jugó 3 partidos y se unió a
futbolistas cómo Michele di Piedi (Italia – 2014 – atacante de Metropolitanos)
cómo aquellos jugadores de mucho ruido y nulo aporte en el terreno. El caso más
reciente es el de Moodien Abdurachman, sudafricano que actualmente forma parte
del plantel de Metropolitanos. Tuvo un gran semestre en Segunda División dónde
se adaptó bien al país, pero no logra hasta el sol de hoy adaptarse al nivel
competitivo de Primera.
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