Víctor Grao (@VictorGrao)
Al momento de iniciar esta
nota solo han pasado unos minutos de la clasificación de Venezuela a su primera
final de un Mundial FIFA en cualquier categoría. Tanto en femenino como en
masculino. Un país que está inmerso en una crisis política, social y económica
entra entre los dos mejores del mundo en la Sub 20. Parece absurdo, pero es
real. Un proceso detrás de los Peñaranda, Soteldo y Herrera es tangible para el venezolano.
Para darle orden a las
ideas, hay que poner en contexto –rápidamente– cómo es Venezuela
futbolísticamente. Antes de este logro, la vinotinto había logrado alcanzar dos
mundiales de categorías menores en la rama masculina: un sub 20 (2009) y un sub
17 (2013). En la de mayores nunca ha logrado estar en la máxima cita. Su mejor
cetro es el de un cuarto lugar en la Copa América 2011.
Entonces, ¿Cómo llegaron
hasta ahí?
Hay que retroceder bastante
para entender todo el proceso, el cual definiremos en tres grupos: largo plazo,
entrenador y corto plazo.
Largo
plazo
Los chamos que representan
a esta selección nacieron entre los años 1997 y 1999. Su crecimiento se dio con
el auge del fútbol venezolano. El denominado “Boom vinotinto” (2001), donde la
selección mayor dirigida por Richard Páez, comenzó a tener triunfos de manera
consecutiva en las Eliminatorias hacia el Mundial (situación que no se había
vivido nunca en la historia).
Con el pasar de los años,
Venezuela fue respetándose en el plano de las mayores y la misma evolución le
dio una manera distinta al dirigente venezolano de ver el fútbol.
A partir del año 2007, con
la expansión de clubes en la primera división (pasaron de 10 a 18), también
llegó la regla del juvenil, donde un jugador sub 20 debía estar de manera
obligatoria en el terreno de juego. Regla que mantiene vigencia en la
actualidad.
Además, se inculcaría que
un futbolista sub 18 y uno sub 20 deberían estar en cancha para los
partidos disputados por Copa Venezuela. Brindándoles roce con los jugadores ya
consolidados.
Luego de esos pequeños,
pero notorios cambios, la Federación Venezolana de Fútbol exigiría a los
planteles profesionales tener categorías formativas: s20, s18, s16 y s14 en el
plano masculino; se convirtieron en obligatorias para poder finiquitar la inscripción
en primera, segunda y tercera división.
Se crearía con ese
reglamento, la liga nacional, que abarcaba la sub 18 y la sub 20 de los clubes de
primera división y la liga interregional, que cubría a escuelas formativas y
clubes de segunda y tercera. Todo esto para categorías menores.
Con este crecimiento y
obligatoriedad de la FVF a la hora de inscribirse en las divisiones
profesionales, los clubes se vieron en la necesidad de tener las categorías
formativas. Le cedieron un espacio para el entrenamiento, otro más para las
competencias y le fueron inculcando desde departamentos de prensa propios,
hasta fisioterapeutas especializados únicamente en ellos.
El proceso comenzó hace 10
años. De ahí salieron Salomón Rondón, Yonathan del Valle, Alexander González,
Josef Martínez y demás…
Con estas reglas, se permitió que todos los jugadores de la vinotinto sub 20 tuviesen minutos en primera división, así como muchos de ellos en Copa Libertadores, Copa Sudamericana y selección mayor. Sumado a algunos que ya juegan en el extranjero (Ronaldo Peña - Las Palmas, Yeferson Soteldo - Huachipato, Yangel Herrera - NY City, Adalberto Peñaranda - Málaga)
Entrenador
Con todo preparado, había que poner la mesa para comer. Para ello, se tenía que conocer al fútbol venezolano. El
encargado sería Rafael Dudamel.
En 2012, fue nombrado como
seleccionador nacional sub 17 (llegaba de Estudiantes de Mérida). Con 10 meses
de preparación, el ex guardameta, hizo cerca de 20 módulos de trabajo que le
dieron la clasificación al primer Mundial de la categoría, celebrado en
Emiratos Árabes Unidos en 2013. Era la cuarta vez que se clasificaba a la
máxima cita de la categoría (incluyendo los femeninos).
Dudamel dejaría la
selección, para tomar las riendas del Deportivo Lara. Del 2013 al 2015 estaría
frente al club rojinegro. Lo curioso del proceso, más allá de los resultados,
fue que explotó a jugadores jóvenes para darles salida al exterior, sin ser el
Lara un club exportador: Renzo Zambrano (Valladolid), Mikel Villanueva (Málaga)…
El 17 de agosto de 2015,
Rafael Dudamel fue presentado como seleccionador de la vinotinto sub 20.
Módulo de trabajo en San Felipe |
Corto plazo
Luego de conocer el
proceso y evolución del fútbol en Venezuela, aunado al estratega frente a la
selección, quedaba solo ejecutar el proceso de manera correcta.
El 31 de agosto de 2015 (hace 2 años) inició
el primer módulo de trabajo a cargo de Rafael Dudamel con 33 jugadores en San
Felipe. De ahí en adelante se realizaron 25 microciclos de trabajo, hasta antes
del Sudamericano de la categoría.
Dudamel, durante su primer
contacto con los futbolistas de la sub 20, hace dos años, declaró a
Corresponsales Venezuela: “Hay mucho talento innato. Se encuentran falencias y se
detectan para que en los venideros módulos se puedan mejorar. Hay que
perfeccionarlos, pero es cuestión de tiempo para mejorarlos. Y después, mucho
más adelante, ir compenetrando un equipo”.
A partir de ese
perfeccionamiento y de los 25 módulos realizados, se fue amalgamando una base
que se repetía de manera constante: Faríñez, Soteldo, Peña, Herrera y compañía
comenzaban a ser un común denominador en los llamados.
Además, se incluyeron
módulos y torneos internacionales. Colombia y Perú fueron parte de ellos. En
Arequipa conquistarían el cuadrangular de la Copa Los Andes, demostrando su
poderío.
Luego de la clasificación
en el Sudamericano Sub 20, la vinotinto haría una gira en Chile y otra por
Europa donde jugaría contra Universidad de Chile, Uruguay, Juventus, entre
otros.
El trabajo rindió frutos.
El cortoplacismo dejó de ser la mira de la lupa venezolana y ahora se trabaja
en proyectos a largo plazo.
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