Por: Gustavo Laguardia
(AKD_Gustavo)
En los últimos tres años,
Racing dejó de ser un equipo perdedor para convertirse en competitivo y
protagonista, ganando mucho más partidos de los que pierde. Racing pierde poco,
muy poco, pero sigue cometiendo pecados. Lo que le pasa a Racing no es tanto
perder, sino pecar… En lo que va desde el debut del “nuevo equipo” (llegaron 11
jugadores y se fueron 11 de la institución), al próximo lunes habrán
transcurrido exactamente 40 días, y no es casual la relación entre el número
bíblico y el concepto pecar. Ya veremos las razones.
Parecen relevantes las
estadísticas, la estructuración de los tiempos, la calendarización de los
resultados, las rachas deportivas, positivas y/o negativas, los números pares
y/o impares que nos cuentan acerca de lo que sucede en una cancha de fútbol y
la sistematización de todas las acciones que se suceden a partir de que “la
pelota comenzó a rodar por el verde césped” (según genuina expresión de los
antiguos relatores radiales). De esto se ocupa la nota, del periodo que va del
27 de julio al 4 de septiembre de 2017, de los 40 días por cumplirse dentro de
24 horas en la vida futbolística del primer equipo de Racing Club de
Avellaneda. Período de excesos y carencias que llevan a lo mismo, a “pecar”.
Extraña paradoja: 40 días y 4 partidos. Un partido cada diez días. Un tiempo en
el que Racing “no jugó mucho”, “no ganó nada”, solamente ganó, empató, perdió y
pecó demasiado.
El primer pecado: el
pasado 27 de julio, Racing, con algunas de sus nuevas incorporaciones en cancha
(A. Ríos, Patiño y Orbán), jugó la revancha con el D.I.M en Colombia por los
16avos de la Copa Sudamericana. Después de un primer tiempo de extrema “pereza”
y omisión (“pecar” y “pecar”…), donde se fue al vestuario perdiendo 2 a 1, pero
debió haber sido goleado, lo revirtió en el segundo tiempo con goles de D.
González, Cuadra de penal y Brian Mansilla para pasar “holgadamente” (parece
ironía) a los 8vos de final, donde enfrentará el próximo 13 de septiembre a
Corinthians como visitante en el encuentro de ida. Hubo perdón.
El segundo pecado: el
viernes 18 de agosto (22 días después) Racing jugó por 32avos de final de la
Copa Argentina contra Mitre de Santiago del estero, un conjunto recientemente
ascendido a la segunda división del fútbol argentino. Solo 5 minutos y una
situación de gol para volver a la misma “pereza” y omisión de las tierras
colombianas (“pecar” y “pecar”…), llegando a estar hasta los 32’ del ST 1-0
abajo en el marcador contra un equipo largamente inferior en nombres y
posibilidades. Sin embargo, logró darlo vuelta casi sobre el final con dos
rarísimas carambolas de Lisandro López y Grimi que le dieron el triunfo y el
pase a los 16avos de final de la Copa más federal de la argentina. Hubo
“perdón”.
El tercer pecado: el
domingo 27 de agosto (9 días después) Racing debutó en el torneo local, el
torneo más loco del mundo, que ahora ya no tiene 30 sino 28 equipos. Con
partidos a una sola rueda y con clásico sin revancha, lo cual suma un total
de 27 juegos para salir campeón u otra
cosa que te pueda pasar en el contexto de esta inestabilidad e incoherencia
organizacional del fútbol argentino. Racing comenzó jugando bien y pudo convertir
vía Lisandro López. Al final del PT vencía 1 a 0 y el desarrollo era tranquilo
para el equipo de Cocca, incluso con la ventaja del nerviosismo del rival que
venía de una dura derrota contra Deportivo Morón, equipo del ascenso, que lo
venció 1 a 0 y eliminó de la Copa Argentina.
Pero, comenzó el segundo
tiempo y Racing, fiel a la “pereza” y omisión practicada ejemplarmente contra
el D.I.M y Güemes de Santiago del Estero, permitió que San Lorenzo se lo empate
y hasta casi que se lo gane (“pecar” y “pecar”…). Finalmente el 1 a 1 dejó un
manto de perdón no solo para Racing, sino también para San Lorenzo que llegaba
con serios rumores de destitución de su D.T Aguirre.
El cuarto pecado: el
viernes 1 de septiembre, Racing enfrentó a Olimpo de Bahía Blanca por los
16avos de Copa Argentina, sin público (problemas de barras, otro pecado), y en
un horario atípico para días de semana (15 horas). El desarrollo del juego se
sucedió tranquilo y a favor de Racing desde el inicio, a tal punto que antes de
finalizar los primeros 45’ “La academia” ya estaba 2 a 0 arriba en el marcador,
con goles de Zaracho y Diego González. Aún había otro tiempo por jugar. Aún
restaban 45’ y Racing en su lógica pecaminosa volvió a la pereza y omisión
(pecar y pecar), entonces pasó lo que no había pasado en Colombia, en Copa
Argentina y en el torneo local… Olimpo se lo dio vuelta en apenas 25’ y pasó a
ganarlo 3 a 2, pero por si algún optimista hincha de Racing estaba pensando
“esta ya la vivimos…”, el aurinegro se encargó de poner el 4 a 2 definitivo y a
“otra cosa mariposa”.
Son estas las razones, los
4 pecados, que dan relación a los 40 días y 4 partidos. Eso de que el hombre es
el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra en Racing se amplia,
porque es el único equipo que comete 4 veces el mismo pecado. Y mira ahora…,
¿habrá perdón?.
Publicar un comentario