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Hernán Romero (@HernanR31)
Luego de la victoria de Libertad de Paraguay (1-0) en la ida de las semifinales de la CONMEBOL Copa Sudamericana, Independiente de Avellaneda buscaba darle vuelta al resultado adverso en suelo local y lograr la tan ansiada clasificación a la final continental.

El equipo de Holan consiguió imponerse en el juego y en el resultado (3-1); pudiendo concretar las acciones de peligro, a diferencia del encuentro disputado en Paraguay.

Fue un partido en el que el combinado argentino tomó la iniciativa desde el arranque del primer tiempo. Ambos entrenadores presentaron esquemas distintos a los planteados en el duelo de ida. Independiente ubicó más mediocampistas (4-2-3-1) con la intención de que el juego interior influyera más. En el caso de Libertad, el entrenador español optó por una línea de 5 defensores y 4 mediocampistas para aplicar un repliegue medio-bajo y salir de contrataque luego de recuperar el balón.


Independiente, fiel a su idea, buscó generar peligro mediante asociaciones por el carril interior, para luego abrir a la banda y finalizar con centros en busca del delantero centro, Gigliotti.


Libertad, luego de encajar los tres goles, intentó presionar arriba al conjunto rojo, asfixiando la salida y obligando a las defensas argentinas a dividir el balón. Buscando, también, el error de los jugadores rojos (perfilarse mal).


En el segundo tiempo el protagonismo pasó a ser del conjunto paraguayo. Intentó jugar por abajo, sin mucha efectividad, ubicándose mal en los pasillos interiores y recurriendo a la pelota larga en busca de ganar la segunda jugada. El ‘Rojo’, en cambio, se replegó, buscando recuperar el balón y contratacar de manera rápida.


El partido culminó con envíos al área por parte de los dirigidos por el español Fernando Jubero sin obtener recompensa alguna. El ingreso de Fernando Amorebieta ayudó a que la estrategia de Libertad en los minutos finales no tuviera resultado, ganando la mayoría los duelos aéreos. 

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